Crítica: «Step up: Revolution» El ritmo en la sangre.
Resumen de la Crítica
Valoración
Esta es una de las películas en las que nada más aparecer el primer fotograma sabes cómo va a continuar, su desarrollo y el final de la película; pero esto no te impide disfrutar de una película llena de música, color y coreografías alucinantes.
Step Up: Revolution está dirigida por Scott Speer. Ésta es la cuarta película de la saga Step Up que comenzó sus andaduras allá por el 2006. Esta entrega se desarrolla en la ciudad de Miami, donde el padre de Emili (Kathryn McCormick, estrella de de la sexta temporada de So You Think You Can Dance) es el dueño de un complejo hotelero. Emili (Kathryn McCormick) tiene sueños de convertirse en bailarina profesional y pronto se enamora de Sean (Ryan Guzmán), un joven que dirige un grupo de baile llamado MOB que compiten en Youtube para ganar un importante concurso y así obtener un patrocinador. Pero el padre de Emily quiere hacerse con el barrio en el que vive Sean para expandir su resort, por lo que MOB solo puede ganar el concurso de baile y así ganar notoriedad suficiente para poder preservar sus hogares.
Como he dicho antes, el guión es tan plano que apenas te llegas a sorprender en ningún momento de la película, pero este pequeño incidente no te impide disfrutar con ella. La música está escogida perfectamente para cada momento del film, con una gran variedad musical que hace que apenas puedas resistir las ganas de bailar sobre tu asiento.
Las coreografías por parte de Jamal Sims, y Travis pared son, francamente, geniales. Contienen una cantidad exagerada de movimientos espectaculares y complejos que te dejan con la boca abierta, pasando desde los más lentos, como hacerlo a cámara lenta o el robot, a los más rápidos y desenfrenados. Sin duda han aprovechado al máximo el punto fuerte de la película.
También hay que hacer una mención especial a los planos en la película, rodados a caballo entre vídeo casero (con cámaras y móviles por parte de extras) y videoclip, creando un efecto realmente llamativo. La película está grabada para ser disfrutada al 100% en 3D con una cantidad exagerada de movimientos, pasos y lanzamientos hacia la cámara de los bailarines. Pero por desgracia pocas salas españolas (por no decir casi ninguna) la proyectará en tres dimensiones, por lo tanto, si os encontráis con algunas de esas salas para este film ¡No lo penséis ni un segundo!
La verdad es que esta no es de las películas en las que sales del cine rascándote la sesera intentando aún descifrar qué ha querido decir el director con la última frase de la película, o porque el mayordomo no es el asesino, sino que es una película para entrar a disfrutar sin necesidad de nada más. Música, una camiseta holgada y ¡a bailar!