Resumen de la Crítica
Valoración
Chris Weitz vuelve a embarcarse, tras la deficiente “La Brújula Dorada”, en un proyecto basado en una saga de libros juveniles, atreviéndose esta vez con un fenómeno de masas. Y es que la prosa de Stephanie Meyer ha vendido más de 70 millones de copias en todo el mundo y ha sido traducida a 37 idiomas.
Tras el polémico abandono de Catherine Hardwicke en lo que a dirección del film respecta (cuya presencia es lo único que explicaba la aparición de su hijastra, Niki Reese como Rosalie Hale, en el film), Weitz aceptó la responsabilidad de llevar a cabo el proyecto, cometiendo un solo error: ser fiel al libro.
Si la obra de Hardwicke nos dio un respiro, evitando hacer un innecesario hincapié en la enfermiza y agobiante relación entre humana y vampiro, “Luna Nueva” se encuentra plagada de una serie de alaridos histéricos que la protagonista profiere tras ser abandonada por su novio y que, por cierto, suponen el único cambio en el registro gestual de la misma.
“Crepúsculo” se centra, saltándose escenas que podrían ser de cierta relevancia en el libro, en la belleza que rodea el amor casi platónico entre Bella y Edward. Los sitúa en situaciones idealizadas, rodeándolos de paisajes bucólicos que casi consiguen disfrazar las carencias del vampiro en lo que a belleza sobrehumana se refiere (si bien, muchos afirman que este resultado se debe más a un buen trabajo de montaje cinematográfico que al propio talento de la anterior directora).
Parece que Weitz se haya preocupado más por no disgustar a los exigentes fans de la saga (como bien pudo ocurrir con “La Brújula Dorada”) que por crear una buena obra, obteniendo como resultado un film lento, sobrante de detalles insignificantes y cuyos personajes, indudablemente afectados por las hormonas, presentan reacciones absurdas e inexplicables (destacando la escena en que Bella sufre un accidente de moto y su musculoso amigo Jacob salva la distancia de 10 metros que los separa subiéndose a su propia moto para llegar hasta ella, con derrape incluido al final).
Es quizá para compensar estas carencias en el film y entretener a los espectadores que no estén al tanto de la versión literaria, por lo que al director y guionistas se les ha ocurrido incluir alguna pelea gratuita y carente de sentido al final de la película. Por no hablar de los espontáneos desnudos de torso del hombre lobo, siempre acompañados de los suspiros y gritos de las féminas menores de 18 años que colapsan los cines.
A destacar: la sorprendente aparición de Dakota Fanning en el papel de Jane que, por cierto, parece haberse quedado atrapada eternamente en una edad de 11 años.
