Crítica: «Los Tres Mosqueteros»
Resumen de la Crítica
Valoración
Las películas es conveniente verlas siempre sin muchas expectativas pero habiendo aceptado de ante mano lo que vas a ver. Es decir, si vas al cine a ver una de Woody Allen sabes que te puedes encontrar. Luego ya, que te guste o no, es otra historia. En el caso de “Los tres mosqueteros” de Paul W. S. Anderson no puedes cometer el error de acudir a la sala con ganas de ver una adaptación magistral y fidedigna de la obra de Alejandro Dumas. No, no, no, no, no. Lo de los tres mosqueteros es una excusa para hacer una peli de tortas y espadazos trepidantes en el siglo XVII (todo esto en 3D, por supuesto) con coreografías y saltos que ni Gene Kelly.
Es una obra visual, para admirar el vestuario (muy bueno), las escenas de combate (menos las del barco-dirigible volador), los escenarios (exceptuando los fondos exteriores, que a veces se ven un poco feos) y, no podía faltar, las piernacas en 3D de Milla Jovovich cuando se quita el vestido. Que, por cierto, no sabía yo que Milady había hecho el doctorado en combate en la misma Universidad de Neo.
Aderezada con unos actores que caen bien, un malo muy de moda y otro que marca moda (cuando la veáis entenderéis por qué), Los tres mosqueteros aprueba pelao lo que se esperaba de ella. Un par de cosas te dejan con un especial mal sabor de boca:
1.- No queríamos grandes proezas guionísticas ni argumentales, pero la historia es un poco floja. Le falta chicha. Alguna trama más, algo más elaborado para la principal (¿un collar y un baile? ¡Por favor!), más protagonismo/desarrollo de Athos, Porthos y Aramis, o del Cardenal… Quizá un poco más de todo, porque sólo con eso la peli se te queda en ná.
2.- La música ha pasado, para mí, muy desapercibida. A veces recordaba a otras películas, otras veces ni se oía. Seguro con una banda sonora hecha y derecha tendría otro aspecto más saludable.
3.- Sabes que habrá continuación. Y eso, en este caso, te deja todo un poco a medias, que no con suspense. Es como lo que hacía Mozart con su padre (creo recordar que era él), que tocaba el piano y dejaba la canción sin terminar, provocando a su progenitor una irrefrenable y fastidiosa urgencia por tocar las últimas notas de la pieza. Pues aquí lo mismo.
3.- A mí D´Artagnan me hace más gracia con bigote. Imberbe pierde mucho.
Y por lo demás, una película de acción con vistas a saga más decepcionante de lo esperado. Me ha gustado más que Conan, pero tampoco te creas que mucho…