Crítica: «El Padrino. Protegerás a la familia
Resumen de la Crítica
Valoración
Estrenada en 1972 esta tragedia familiar se convirtió en un clásico instantáneo colocando a Coppola en el olimpo de los directores de culto. El Padrino se estrenó en una época convulsa en el clasicismo cinematográfico se batía en retirada. Contra todo pronóstico y con la excelencia en todos sus apartados como arma demostró que el concepto clásico de contar historias puede ser eternamente moderno. La tragedia de un patriarca condenado a la violencia y de un hijo que ve sus aspiraciones destruidas por la tradición conmovió a millones de personas en todo el mundo. Es una tragedia cruel y que lleva hasta las últimas consecuencias las posibilidades de la historia, embarcando a sus protagonistas en una caída libre en un mundo de traición y violencia.
La genialidad de los productores fue contratar a un director genuinamente ítaloamericano que dotó a la película de una textura de verosimilitud sin la que ahora no podríamos concebir la obra. Todos los apartados importantes como la fotografía, vestuario, diseño de producción, música y montaje también estuvieron a la altura. Stanley Kubrick consideraba que El Padrino tenía el mejor reparto de la historia del cine y la verdades que se puede estar tranquilamente de acuerdo con el. La película convirtió en estrella a Pacino, Caan, Duvall y reivindicó la figura casi maldita de Brando.
El guión de Puzo y Coppola es magnífico mejorando en mucho a la novela en que está basado. Aquí la labor como guionista de Coppola, ganador de un oscar por el guión de Patton, fue fundamental. Los diálogos se arraigaron fuertemente en la cultura popular y se pueden considerar modélicos.
La película encadena momentos memorables y es muy difícil quedarse con uno: La boda del comienzo que contrasta con el Padrino recibiendo peticiones de favores, el asesinato de Sollozzo y McCluskey por parte de Michael, el montaje paralelo de la venganza final de Michael y el bautizo de su primogénito…
Tal vez una de las fuerzas arrolladoras de la película sean los lazos familiares y es que en todo momento te parecen creíble la familia Corleone y ese empeño que termina siendo autodestructivo, como se demostrará en sucesivas entregas, de proteger a la familia que se imponen todos sus miembros.
Uno de los grandes aciertos accidentales fue la no utilización de la palabra «mafia» para no ofender a la comunidad ítaloamericana. En la película se utilizó la palabra «familia» que adquirió una ambivalencia tanto como para definir lazos de parentesco como organización criminal que venia perfecta a la película.