Crítica: » El legado de Bourne». Lucha por mantener la memoria.
Resumen de la Crítica
Valoración
Nos encontramos ante la cuarta película basada en las novelas del escritor Robert Ludlum. Esta cuarta entrega se caracteriza por seguir el mismo estilo cinematográfico que seguían las tres películas anteriores (acción, persecución e investigación), pero desde un punto de vista diferente, ya que en las tres películas protagonizadas por Matt Damon (interpretando a Jason Bourne) se centraban en la búsquedas de respuestas tras una fatal perdida de memoria, con el fin de recuperar, o mejor dicho, descubrir su verdadera identidad. Mientras que esta última película, protagonizada por Jeremy Renner (interpretando a Aaron Cross), nos introduce en una historia más oscura y curiosamente paralela a la historia de las tres películas anteriores.
Esta película esta llena de novedades, que incluso para alguien que haya visto las tres películas anteriores, pueden desconcertar al público. Volviendo al argumento, el público ya tiene "implantado" en el cerebro que una película con este título y de este genero debe basarse en la búsqueda de respuesta, pero tras unos cuantos minutos de película descubrimos que se centra en la supervivencia del protagonista y en la lucha por no perder la memoria. Parece como si el director (Tony Gilroy) quisiera que los espectadores se cuestionaran, desde un punto de vista probablemente lúdico por parte del director, que es lo que está ocurriendo. Como si fuera un juego mental ya que es totalmente contradictorio, en las primeras películas tenemos que recolectar datos para reconstruir una identidad, mientras que en la otra tenemos que correr para no perderla.
Otra novedad es el personaje, ya que con este titulo es fácil pensar que aun siendo otro actor interpretan al mismo personaje, es decir, es otro Jason Bourne, es otro super agente o super espía que ha tenido la mala suerte de vivir las mismas situaciones peligrosas que vivió el anterior, como una especie de fabricación en serie de Jasons Bournes.
Sí, las luchas y las persecuciones son prácticamente iguales, es como si fuera la firma de esta saga. Lo que ha cambiado totalmente es la historia, la vida del personaje, el personaje (disculpen las reiteraciones), podemos pensar que Bourne y Cross tienen relación directa, que proceden de la misma organización aunque no actúen bajo el mismo seudónimo, pero no es así, he aquí la gracia del argumento, ambos pertenecen a organizaciones totalmente diferentes pero que tienen el mismo origen, es esto lo que crea el desconcierto del público. Novedades como estas son los que pueden disgustar al público durante ese periodo de desconcierto ya que es muy probable que no era lo que esperaban.
Evidentemente este desconcierto no dura toda la película dado que a lo largo de esta (sobretodo en la parte intermedia de la película, el nudo) se muestra la relación que hay entre esta película y las anteriores.
No podemos olvidar la intervención de la chica, la cual esta presente en toda la saga, de una manera u otra. Podemos recordar que en la primera película, el personaje femenino se basaba en una chica normal y corriente que tuvo la mala suerte de introducirse en la vida de Jason Bourne y que se enamora de él, algo que era muy obvio. En las dos películas posteriores tenemos a una mujer que tiene relación directa con la organización. Es como si en esta última película hubieran hecho una mezcla, ya que nos encontramos con una chica joven (interpretada por Rachel Weisz) que no conoce al protagonista, que entra por desgracia en la vida de este, que tiene relación directa con la organización y que evidentemente se enamora del protagonista.
Algo en lo que no han cambiado es en los finales. Podemos encontrar una gran similitud entre el final de la primera película y el de esta última, e incluso la parte previa al final, la cual se repite en las tres primeras películas, es decir, la lucha con un asesino o super agente enviado por la organización. ¿Es este el legado de Jason Bourne?