Crítica: «Cowboys & Aliens». Mezcla de géneros
Resumen de la Crítica
Valoración
“Cowboys & Aliens”, que en un principio se tituló “Cowboys VS Aliens”, resulta en una mezcla bastante curiosa de Western con alienígenas, con el claro propósito de beber de ambos géneros y mezclarlos en una serie de detalles originales.
La escenografía y la banda sonora pertenecen, sobretodo, al Western, con un cuidado encuadre para sacar partido a estos detalles. Las plantas rodadoras, los paisajes e incluso el pueblo en el que se lleva a cabo una parte de la cinta. Todo está cuidado al detalle, aunque si uno se fija lo suficiente puede atisbar que algunos decorados pueden pecar de parecer demasiado… prefabricados.
La ambientación perteneciente a los alienígenas no está mal hecha, y lo curioso es que en ningún momento rompe demasiado con el ambiente del Western. Consiguen mimetizar ambas cosas sin que resulte en un insulto a los seguidores de uno u otro género.
Lo único reprochable en este ámbito es, quizás, que los extraterrestres no convencen demasiado. Se supone que son mucho más avanzados que los seres humanos, capaces de construir naves y armas inimaginables para la época. Sin embargo, atacan como animales, con garras y dientes, y prácticamente nunca utilizan sus brazaletes para disparar.
Está claro que eso es para no desequilibrar demasiado la balanza, pues, de haber sacado pleno rendimiento al potencial de esta raza… no habría película. Los seres humanos morirían enseguida y no habría nada que contar.
Sin embargo, tampoco hay que menospreciar esta producción por dichos detalles, ya que era algo necesario para el guión. Respecto a éste, aunque está compuesto por algunas partes bastante interesantes (como el descubrimiento del pasado del protagonista o la procedencia de Ella), en su mayoría se compone de fragmentos que son inventados por el camino a conveniencia de los guionistas.
Se nota que muchas cosas pasan porque se quiere sacar partido a ese aspecto del Western, o porque es necesario que ocurra algo en ese instante. Por ejemplo, se inventan un barco bocabajo en medio de un desierto a 800km de cualquier río… para que puedan guarecerse dentro y tengan un encontronazo con el alienígena que persiguen. En ningún momento explican cómo ha llegado la enorme embarcación ahí, porque tampoco importa. Simplemente… está ahí.
Al igual ocurre con los indios, que son sacados a colación porque querían hacerles un guiño y, de paso, aprovecharlos para recuperar la memoria del protagonista. Por tanto, se puede observar que es una cinta de guiños continuos que se aprovechan para llenar agujeros.
La actuación es lo mejor de la película. Harrison Ford está tan convincente como siempre, aunque un poco secundario debido a la extraordinaria no-interpretación de Daniel Craig. El actor consigue no expresar la más mínima emoción en casi todo el metraje (salvo en las escenas del pasado y alguna levísima excepción). Y es que no mover un músculo de la cara, ocurra lo que ocurra, puede ser más difícil que sí hacerlo de la manera correcta.
Olivia Wilde está en su punto, el cual no termina de convencer mucho. Sam Rockwell hace un papel muy bueno como hijo presumido y cobarde de Ford, y es destacable la participación de Noah Ringer, protagonista de la incomprendida “The Last Airbender”.
Lo peor de la producción es, sin duda, su duración. El guión daba para hora y media máximo, pero parece que creyeron que una superproducción que aspire a lo alto no puede durar tan poco… y añadieron minutos de acción de más.
Porque, aunque se ha comentado que la cinta es lenta y tiene poca acción, más bien es justo lo contrario: tiene la acción necesaria o incluso demasiada acción, sólo que, quizá, mal distribuida. El comienzo, para presentar el mundo del Western a una audiencia que no está acostumbrada a él, es lento, y hay muchos minutos sin peleas. Sin embargo, en el tercio final (que es donde se alarga innecesariamente), todo es escenas de batalla, muy conseguidas, pero que al final se hacen largas.
En fin, una película entretenida, que merece la pena ser visualizada en formato casero y, si uno va sin muchas pretensiones, en la gran pantalla. Pero que nadie se espere una superproducción, porque no lo es.
No es el éxito del verano, como parecía prometer hace meses. No es un peliculón de los que marcan historia. No es “True Grit”, que fue nominada a bastantes Oscars y aun así no consiguió ninguno.
Es una película que mezcla alienígenas con cowboys duros de los que hemos conocido siempre. Es una broma a aquellos cinéfilos que sepan captarla y recibirla. Y, sobre todo, a aquellos que estén dispuestos a perdonarle sus defectos.
Una película muy entretenida. Pero nada más.