Crítica: «13 asesinos». Historia a golpe de katana.
Resumen de la Crítica
Valoración
Para un amante de la Historia, de Japón y de lo que supone esa época medieval en la que los samurais representaban una forma de vida, "13 asesinos" es una auténtica joya. La película nos sitúa justo antes de la era Meiji, cuando los samurais estaban perdiendo su condición de guerreros y la llegada de culturas extranjeras amenazaba la tradicional forma de vida japonesa.
Takashi Miike, el director, nos muestra como la clase dirigente está sumida en la depresión moral, despreciando y humillando al pueblo que debería servir. En este aspecto, la cinta se muestra con una crudeza nada sutil, consiguiendo que el espectador llegue a odiar con todas sus fuerzas al hermano del shogún, Naritsugu, por su cruél forma de tratar a los más débiles: hay una escena donde veremos a una de las victimas, aún con vida… escena que permanece en la memoria.
Esta fuerza narrativa es aprovechada como potente motor argumental y para involucrarnos en ella. Si bien se puede reprochar que no profundice como se merece en todos los personajes principales, los 13 asesinos se entiende, pues algunas personalidades tendrían potencial suficiente para haber sido desarrollada y haber conseguido un final aún más épico del que tenemos. Pero no adelantemos acontecimientos.
El samurai Shimada será el encargado de reclutar a un grupo de samurais sin amo, los llamados ronin, mejores de entre los mejores, con la finalidad de acabar con la vida de Naritsugu antes de que llegue a ser Shogún y su poder sea aún mayor.
Una misión suicida, noble y vengadora.
La recreación del Japón feudal es correcta, aunque algo justa por las limitadas localizaciones de la cinta. La película se luce recreando personajes, vestuario, modos de vida… Ahí es donde se aprecia el cuidado puesto al servicio de la Historia, con "H" mayúscula. Aunque para un occidental es dificil valorar la actuación de tantos actores japoneses, me ha parecido que todos brillaban a un alto nivel, sin protagonismos ni alardes innecesarios. Esto contribuye, tambien, a dar coherencia histórica a la narración.
No puedo omitir una mención especial a la escena final del film, una batalla continuada de más de 40 minutos. Un espectáculo bélico con un gran final, épico y memorable. Y sin embargo, y curiosamente, esta batalla no muestra gratuitamente crueldad.
Mi único miedo, a la hora de visionarla, era que su ritmo narrativo fuera el típico al que nos tienen acostumbrados los filmes japoneses: pausado y desesperante en ocasiones. Pero no es así. El ritmo es tranquilo, sí, pero no lento. Se ajusta a cada escena y consigue llevarte hasta el final sin acordarte de este típico "problema" del cine asiático.
En definitiva una película recomendable, especialmente si te gusta el cine épico y la cultura japonesa. Una buena oportunidad de conocer un episodio histórico real, previo a la era moderna en Japón. Y una buena ocasión para poderla visionar, ahora que ha sido lanzada en dvd y blue-ray, pues su estreno en cines pasó realmente desapercibido el pasado verano entre tanta película norteamericana.