Crítica: «Los Tres Chiflados». Fuera de tiempo
Resumen de la Crítica
Valoración
El legado de Los Tres Chiflados para el humor slapstick es tan significativo que cuando hace unos años se conoció el proyecto para realizar un largometraje centrado en estos tres geniales cómicos sonó casi a un sacrilegio. El principal motivo detrás de todo es, claro está, el hecho de que Hollywood sufre una severa crisis creativa, y el refrito/remake/spin-off/comeback es un lugar seguro o run for cover, como le gustaba decir a Hitchcock. El gran problema es que han transcurrido casi 80 años desde la aparición exitosa del trío y obviamente los integrantes originales del grupo ya pasaron a mejor vida.
A pesar de su extensión, creo que estas aclaraciones son importantes, porque es en este punto donde la crítica entra en conflicto con The Three Stooges (2012), el filme en cuestión. Sería fácil destrozar a la película por intentar imitar al trío cómico, por poner en el lugar de Curly, Larry y Moe a actores ignotos con una carrera televisiva en lugar de cinematográfica, y hasta por filmar en color algo que podría haberse registrado en blanco y negro para completar el tributo.
Personalmente, prefiero encarar esta crítica borrando de un plumazo el pasado glorioso de Los Tres Chiflados; sin duda, una tarea realmente compleja. En otras palabras, me interesa juzgar a la película por lo que esta pretende ser: un homenaje, una excusa para que el espectador se divierta con tres tontos pegándose al ritmo del slapstick y haciendo payasadas a partir de su propia torpeza.
En este sentido, hablar del argumento de The Three Stooges es casi inútil. En pocas palabras, Curly, Larry y Moe, tres muchachos extremadamente estúpidos, violentos y torpes, deciden ir en busca de una importante cantidad de dinero para evitar que cierre el orfanato que los cobijó desde que eran muy pequeños.
Will Sasso, Sean Hayes y Chris Diamantopoulos encarnan a Curly, Larry y Moe, respectivamente, y lo cierto es que su desempeño físico es impresionante. Los tres duplican a la perfección los movimientos, piruetas y coreografías de slapstick más características de Los Tres Chiflados. No falta ningún gag en esta propuesta dirigida por los hermanos Peter y Bobby Farrelly, realizadores de las geniales Dumb & Dumber (1994), Kingpin (1996) y There’s Something About Mary (1998) y fanáticos confesos del trío cómico.
Pero si bien la película entretiene y provoca alguna que otra risa, no logra llevar al espectador a la carcajada. Y el problema no está en el aspecto técnico o narrativo del filme, sino en que se trata básicamente de un humor antiguo, avejentado; lo que vemos ya lo hemos visto hasta el hartazgo en los cientos de cortometrajes originales.
The Three Stooges, que muestra una coordinación casi perfecta en los miles de gags físicos que presenta, es sin embargo una comedia fuera de tiempo. Si el espectador va con escasas expectativas, nulas pretensiones y hace el esfuerzo casi imposible de olvidar al trío original, el filme servirá como un buen entretenimiento pasajero.