Crítica: «Los Muppets». Una peli para los más grandes .

Los Muppets es una de esas películas de las que sales sonriendo, un poco con cara de bobo. Normalmente también va acompañada, la sonrisa digo, del tarareo incesante de alguna melodía incluida en el film. El caso es que viendo los Muppets te lo pasas muy bien.

No me atrevo a decir que esta película suponga el regreso de los teleñecos al escenario público, especialmente porque nunca han desaparecido del todo: vienen saliendo de vez en cuando en los canales infantiles de la Disney, en compañía de los actores favoritos de los críos. Sin embargo, sí calificaría este film como un intento por recuperar la atención del público adulto. Esta película, cargada de chistes malos, canciones y espectáculos sin sentido tan propios de su estilo, es un ejercicio de reflexión sobre el estado de los teleñecos. Ellos saben que su tiempo ha pasado, pero se esfuerzan porque no los borren completamente de la memoria del público. La gracia del asunto es que nadie les ha olvidado, especialmente los mayores, tanto en la historia como en la realidad. No hay más que ver qué bien se lo pasaban todos en la sala, y allí no había nadie menor de edad.

El guión en sí no es una gran historia. Se puede resumir en unas cuantas palabras: personaje fan de los Muppets desde pequeño (que además es un teleñeco), hermano mayor infantilón y protector, novia con cierto toque de princesa Disney, y malo malísimo que quiere enterrar de por vida el legado de la rana Gustavo. Como se ve, no tiene mucho misterio. Pero esta aventura da de sí lo suficiente para que puedan regresar a la escena, uno por uno y de manera patética a la vez que triunfal, todos los personajes del show. Para mi gusto hubo unas cuantas apariciones protagonistas que se quedaban un poco cortas o, en el peor de los casos, prácticamente nulas. El cocinero sueco fue uno de ellos, por ejemplo. Pero entiendo que no se puede alargar más de lo justo y que no hay hueco para que aparezcan todos haciendo su número. La verdad sea dicha, la película dura lo justo y suficiente, no creo que necesite mucho más tiempo.

Sin duda, uno de los detalles que más encanto tiene son los cameos, de los cuales hay algunos que consiguen sorprenderte. Los cameos es otro de los motivos que dejan claro que la película está más enfocada a llamar la atención de los mayores, ya que algunos de los actores que aparecen en momentos cumbre son casi desconocidos para los pequeños. Y si no sabes quiénes son, pues no tiene tanta gracia.

Es, en resumen, una película genial y divertida, para niños y adultos, un esfuerzo por congeniar a los sagaces e ingeniosos teleñecos con el mundo moderno, que casi no deja hueco para ellos. Eso sí, sin perder su esencia, marca personal de la casa. Un film que consigue atrapar a los desconocedores de esta materia y, al mismo tiempo, contentar a los seguidores de toda la vida. Altamente recomendable.