Crítica: «Community». Temporada 4: entre las grandes sin Harmon

Parece que fue ayer cuando la particular troupe de Greendale apareció en la NBC, pero poquito a poco, y gracias a los malos datos en general de la cadena, ya han llegado a tener en preparación su quinta temporada.Para quién no lo sepa, “Community” cuenta las andanzas de un grupo variopinto de estudiantes de una universidad de no demasiado prestigio: un abogado que necesita el título, un friki, una promesa del baloncesto “lesionado”, una empollona que era el patito feo (y ya no lo es en absoluto), un señor entrado en edad hijo de un millonario, una activista por las causas perdidas y una madre cristiana divorciada. Vamos, lo normal en una universidad. No.

Y es que está sitcom ni es normal, ni lo ha sido nunca. Tiene unos cuantos episodios típicos de sitcom, que no mediocres, pero cuando de verdad despunta son en el resto de episodios, la mayoría, con guerras de paintball, invasiones zombies, intercambios de cuerpos, de dibujos animados, de marionetas, buscando un objeto, en modo videojuego de los 80, con plastilina, el de las diferentes líneas temporales (mi debilidad, con un final descacharrente)…

Esta cuarta temporada, que sólo ha contado con 13 episodios, ha estado marcada por la falta de Dan Harmon, creador y showrunner en anteriores temporadas (tras varias peleas con Chevy Chase (Pierce en la ficción)). Las críticas han sido peores a las de temporadas anteriores tanto por especialistas como por los muchos fans de la serie.

En mi opinión, la cuarta temporada ha estado a la altura de las anteriores, con grandes episodios y, sobre todo, grandes momentos con los que pasar un buen rato delante de la pantalla.

Al igual que en anteriores temporadas se ha seguido, cuidado con los posibles spoilers, con algunas tramas un poco más continuadas, como la changnesia, el decano de la universidad rival y la línea temporal oscura.

Los personajes han seguido en su línea, rompiéndose al final de temporada la pareja de Britta y Troy y sin demasiados adelantos significativos en las otras relaciones (Annie y Jeff y Shirley y Andre).

Quizás, lo que más se le pueda reprochar a esta temporada, es el no haber sacado tanto provecho a los maravillosos secundarios, ya que si bien Chang o Dean han mantenido su eficacia convertidos en personajes regulares, otros recurrentes como Magnitude, Vicky, Garret o Leonard, no han tenido demasiadas apariciones.

La salida de Chevy Chase de la serie durante el rodaje de esta tanda apenas se ha notado pero, aunque salvable, sí se le va a echar de menos en la próxima.

Por su emisión retrasada en EEUU, se había anunciado su estreno en octubre y lo acabó haciendo en febrero (siendo ello incluso un chiste en diversas promos), hubo episodios especiales (Navidad, Halloween), a destiempo, lo que pudo hacer que se pronunciase la pérdida de algunos espectadores, pero aún y con eso, fue renovada para otra temporada, que veremos a comienzos de 2014, o un poco antes si se estrella alguno de los estrenos de comedia de su cadena.

Además, y como aliciente, estará la vuelta de Dan Harmon, aunque se comenta que Donald Glover (Troy) va a reducir su participación para centrarse es su carrera musical.

Afortunadamente, todavía podremos disfrutar de Annie, Abed, Britta y compañía durante más episodios. Six seasons and a movie! O mejor aún:  Twelve seasons a theme park!