Crítica: «Battlefields: Querido Billy», el mejor Ennis bélico.
Resumen de la Crítica
General
Guión
Dibujo
Personajes
Historia
Edición
Excelente
Cruda y a la vez sensible historia de amor y guerra donde Ennis nos muestra las repercusiones del conflicto a todos los niveles.
El segundo tomo de la serie Battlefields que publica Aleta Ediciones logra trasladar el horror de la guerra al universo privado de una pareja. Garth Ennis sigue guionizando la serie y explorando a través de experiencias personales (sacadas de la realidad) ese terrible conflicto que fue la Segunda Guerra Mundial, para el que todos los adjetivos sinónimos de «horrible» se quedan cortos.
El tomo reúne los tres cómics publicados por Dynamite y que conforman la miniserie Battlefields: Querido Billy. Al igual que en el anterior (Battlefields: Las Brujas de la Noche) nos situamos en pleno conflicto mundial, pero en esta ocasión nos trasladamos al frente oriental. La enfermera Carrie Sutton ejerce su oficio en un hospital de Singapur, a donde llegan heridos de todas las nacionalidades, aliados y enemigos, que son recuperados de los campos de batalla orientales. Allí conocerá a Billy Wedgewood, americano que ingresa con heridas de arma blanca y con el que inicia un apasionado idilio. Pero ambos tienen otras cicatrices más allá de las físicas… ambos han sufrido distintas agresiones en el pasado cercano, agresiones que les pesan y les lastran y que mantienen en secreto por miedo al rechazo, a la pena, a la vergüenza. El tono intimista de la obra se acentúa por la forma en la que se narra, pues se hace en primera persona, a través de una carta que Carrie escribe a Billy.
Varias experiencias espeluznantes martirizan a Billy, que intenta sobrellevarlo con sus bromas y borracheras… Sin embargo es Carrie la que ha sucumbido a esa tortura que supone tener encerrado algo tan tremendo como lo que ha vivido. Una tortura para la que encontrará una inquietante válvula de escape, a modo de venganza.
Querido Billy no se limita a encerrar el conflicto bélico en el ámbito de esta pareja, pues vamos a poder asistir, gracias a los comentarios de Billy, que sigue estando activo como piloto de guerra, a distintas operaciones militares que, una vez más, están sacadas de la realidad. Ennis es bien consciente de los horrores que en el frente del Pacífico cometieron las tropas japonesas, así como de las respuestas de los aliados… y quiere dejarlo claro en unas pocas páginas (y también en el estupendo epílogo que se marca el autor, de puño y letra)
Garth Ennis vuelve a apoyarse en testimonios reales para componer una historia tan conmovedora como espeluznante, donde explora con minuciosidad los pensamientos más íntimos de la protagonista y nos convierte, a nuestro pesar, en testigos impotentes del auténtico calvario interior que supone la guerra. Las acostumbradas escenas crudas y sin censura marca Ennis están acompañadas de otras creadas y desarrolladas con una sensibilidad inaudita. Aunque a estas alturas, ya casi nada me sorprende de este autor. El dibujo corre a cargo de Peter Snejbjerg y es fundamental para transmitir de una manera tan natural esos sentimientos antagónicos de crudeza y sensibilidad. Un dibujo muy suave y dinámico, que destaca en los retratos y en las expresiones, consigue dotar de más humanidad a la historia... para redondear el cómic. En contraposición con el tomo anterior, en el que se mostraba un dibujo excesivamente rígido, los personajes de Querido Billy, se muestran más naturales. Algo que conjuga muy bien con el carácter romántico que envuelve esta historia.
Mención obligada a las portadas de John Cassaday, realmente bellas y simbólicas e, incluso, con una curiosa fusión de imágenes y personajes. Una guinda perfecta para un cómic sobresaliente.
Con la primera página de Querido Billy quedas atrapado y sensibilizado para el resto. Cuando veas a ese grupo de mujeres, de espaldas en la playa, cabizbajas, con hilos de sangre corriendo por sus piernas, no podrás dejar de leer.