Crítica: «JLA. Tierra 2», un clásico moderno.

La unión de los héroes más poderosos de DC comics da como resultado la formación de un grupo, conocido como la JLA (Liga de Justicia de América), que cuenta con numerosas historias memorables. Desde su formación en 1960, en el mítico «The Brave and the Bold»#28, han sido muchos los autores que han dado lo mejor de sí trabajando con estos personajes. Por mencionar unos pocos, la Liga de la Justicia de DeMatteis y Giffen o el fabuloso El Clavo, de Alan Davis y Mark Farmer.

Y de entre las mejores historias cortas destaca, sin duda, la que a continuación vamos a comentar: JLA: Tierra 2, guionizada por Grant Morrison y dibujada por Frank Quitely.

Morrison nos sorprende con otro de sus ingeniosos guiones: en una dimensión paralela, existe una Tierra casi exactamente igual a la nuestra. Repito… «casi». La particularidad de esta Tierra es que los conceptos del mal y del bien están cambiados y nos encontramos con los mismos personajes que ya conocemos, pero con el concepto «bien/mal» totalmente polarizado. De tal forma que los miembros de la JLA forman el Sindicato del Crimen, tiranizando a todo el planeta: en lugar de Superman existe Ultraman, Wonder Woman aquí es Super Woman, Batman es Owlman… y así consecutivamente hasta el extremo de encontrar a un Lex Luthor abnegado en la lucha a favor de la gente. Precisamente el tomo comienza así, cuando el Lex Luthor «bueno» llega a nuestra Tierra en busca de ayuda, pidiendo desesperadamente que las versiones «buenas» de los héroes de esta Tierra derroquen a aquellos villanos superpoderosos.

Se produce aquí el primer enfrentamiento entre la Liga de la Justicia y sus dobles malvados, con unos resultados y un desenlace inesperado por parte de Morrison (y que sería nefasto desvelar aquí). El comic siempre se desarrolla dinámicamente y jamás se estanca en guiones innecesarios ni ambigüedades. Se lee del tirón y se disfruta el tiempo que tardas en leerlo, de principio a fin. Incluso uno se queda con ganas de más.

El dibujo de Frank Quitely es detallista y trata a los personajes con mimo, como suele tenernos acostumbrados. Lástima que falle en los rostros, sobre todo en los planos cortos, donde todos los personajes lucen excesivo mentón y los rostros femeninos quedan particularmente deformados. Pero sería injusto condenar gráficamente la obra por este detalle, puesto que el punto fuerte Quitely lo pone en los escenarios abiertos y en las recreaciones de escenas a gran escala. Ahí es insuperable.

En menos de 100 páginas, los autores son capaces de contarnos una aventura de monumentales proporciones y que generará personajes repetidamente utilizados en futuras historias. Personajes estos del Sindicato del Crimen con una importancia capital en la macro saga que se empieza a publicar en breve en nuestro país, Maldad Eterna (Forever Evil), donde asistiremos al esperado y aterrador regreso de estas geniales y pervertidas creaciones con las que Morrison y Quitely nos sorprendieron en 1999 y ECC recupera en una extraordinaria edición.

Debemos aclarar que la existencia de esta tierra paralela y este Sindicato del Crimen ya se dió en anteriores épocas en el Universo DC, aunque quedaron zanjadas y olvidadas tras la Crisis Infinitas. Pero si bien el concepto no es del todo nuevo, jamás fue tratado con este acierto y produjo tanto entretenimiento.

Como punto final recomendar desde aquí el visionado de la película de animación basada en esta obra, JLA, las dos Tierras. Si bien esta película se basa en la obra que hemos comentado, tiene las suficientes divergencias para atraer al espectador incluso tras haber leído el comic.

Animáos la leerlo, seguro que pasaréis un buen rato y os dejará dudando si os gusta más la Liga de la Justicia o sus perturbadas versiones del Sindicato del Crimen.