Crítica: Los Vengadores – Todo encaja como un gran puzzle sideral
Resumen de la Crítica
Valoración
Del mismo modo, es éste un arma de doble filo. Cuando el listón está tan arriba, cualquier piedra en el camino se puede convertir en un bache insalvable. Con eso en mente, fue difícil comenzar a digerir los primeros diez minutos de Los Vengadores (The Avengers, 2012), un prólogo que nos introducía en una hollywoodiense (e incluso demasiado típica) persecución que podrá dejar a más de uno indiferente. Y eso no es lo que esperábamos de esta película, indiferencia. Pero por suerte, esos diez primeros minutos son sólo eso. Un prólogo, una secuencia que sirve como telón al mayor y más entretenido de los espectáculos disfrutados en mucho tiempo.
Después, Whedon nos deja mucho más que satisfechos con 130 minutos épicos que no te dejan respirar, cargados de lo que toda adaptación del comic al cine debería poseer: boom, splash, ohhh y muchas risas. El término Crossover tiene por fín su traducción audiovisual.
¿Y por qué no? A fín de cuentas, ¿Qué es los Vengadores, sino esa traca final que todos esperábamos tras una larga carrera de fondo? Todas las piezas del puzzle están sobre la mesa. Dos películas de Iron Man, otra más del Increíble Hulk (a efectos prácticos podemos obviar la de Ang Lee), una de Thor, otra del Capitán América. Los hilos habían sido tejidos durante mucho tiempo. Ahora tan sólo quedaba sacar partido y convertir toda esa pólvora esparcida en un colorido y entretenido espectáculo de fuegos artificiales. Y aún así, ¿Funciona Los Vengadores como película o producto independiente? Sobremanera.
Loki (Tom Hiddleston), el hermanastro de Thor, tras regresar del espacio en que fue apresado, se ha hecho con el Tesaracto, un cubo cósmico fuente inacabable de la más pura energía y llave a su vez de una puerta hacia las estrellas, donde espera su ejército invasor. S.H.I.E.L.D, agencia de seguridad super avanzada, tratará de impedir los planes del semidios reuniendo a los más extravagantes héroes sobre la faz de la Tierra.
Se abre pues el telón. Tras el prólogo, un enorme rótulo que reza “Los Vengadores” aparece en pantalla. Comienza la acción. Pese a las citadas películas centradas en los principales protagonistas, había que introducir a los personajes. Encadenar estas secuencias, hacerlo con maestría, dinamismo, de forma épico-cómica y tratando de equilibrar el peso de los héroes y villanos en pantalla es tarea más que complicada. Whedon., sin embargo, lo hace con maestría, como el mayor de los expertos en "entertainment". Atentos, porque Joss está más que acostumbrado a esto. Seres de otros mundos, protagonista coral, acción, humor, magia y tecnología… lo hace en sus series. Lo repite como guionista de comics. ¿Por qué iba a fallar aquí? Y desde luego, no falla. Logra exitosamente sacarle todo el partido posible (y más aún) a cada uno de los personajes. Consigue que los míticos crossovers marvelitas cobren vida en el celuloide. Imaginad una familia disfuncional con poderes reunida a la fuerza. Todos deseábamos ver al Capitan América de Chris Evans “zurrarse” con Chris Hemsworth encarnando de nuevo al dios del trueno, o a Mark Ruffalo (no se echa en falta para nada a Edward Norton) en la piel del atormentado Bruce Banner conversando en el mismo idioma que su colega científico Tony Stark (un sublime Robert Downey Jr. que ha conseguido, no ya colarse en la piel de Iron Man, sino moldear al hombre de hierro a su imagen y semejanza).
El punto de vista de los personajes humanos, Furia (Samuel L. Jackson), Ojo de Halcón (Jeremy Renner), Viuda Negra (Scarlett Johanson) y el simpático Agente Coulson (Clark gregg) es también algo a destacar. Ellos muestran mejor que nadie cómo el componente épico-fantástico se ha introducido en su mundo cotidiano y cómo ésto les ha hecho cambiar.
¿Que la trama no es lo más elaborado del mundo? Disculpen, pero hay cinco películas que nos adentran en los personajes, sus problemas, sus virtudes. Iron Man lo llama un "terrible privilegio", Bruce Banner, "una pesadilla". ¿Para qué más? Aquí hay que ser funcional. Zack Penn y Whedon han hecho lo que tenían que hacer: Combinar lo mejor de cada mundo, meterlo en una coctelera y obtener dosis ingentes de acción, tensión, aventura y buen humor que te dejan el mejor sabor de boca posible. Lo repito, Los Vengadores son el barril de pólvora y Loki y su ejército Chitauri la cerilla que da pie al gran K-boom.
Señores y señoras, este es el grand finale. El clásico giant-size de Marvel donde todo llega a su fín. Donde se atan todos los cabos. Donde el espectáculo está servido. Al fín, Los Vengadores, se han reunido.
P.D: Como de costumbre, tras los créditos, Marvel nos deja saborear las mieles futuras y la sorpresa, está servida. Ahora, las secuelas de Iron Man y El Capitán América se acercan. ¿Estarán a la altura?