Ciclo Cine de Terror del Malo (3): Medusa: Queen of the Serpents

«Después de ser mordida por una serpiente, la vida de una joven comienza a dar un giro hacia lo peor cuando un virus mortal ataca su cuerpo.»
Por ahí leo una web que dice «Medusa, la nueva película de terror que está arrasando en streaming». Y no se puede ser más sinvergüenza. La califican, además, como una gran incorporación a Prime Video y yo no sé si pensar que o bien no han visto la película o se están marcando una troleada de campeonato. Medusa, Queen of the serpents es una oda al mal gusto, a lo cutre y una muestra de absoluta falta de talento. Mathew GFY es el director y guionista e imagino que será su primera y última película.
Empezando porque la han rodado juntando cuatro caravanas, en medio de un bosque o un campo, sin más localizaciones ni escenarios. Cuando llevas media película empiezas a plantearte si alguna vez esos personajes que intentan interpretar sin conseguirlo van a salir del campamento de caravanas improvisado. Y no lo hacen, todo se desarrolla ahí, aumentando la sensación de cutrerío que va creciendo exponencialmente hasta el anti climax final.
Vamos a ver de que trata la película. Agarraos…

Megan Purvis interpreta a Carly Beacon, una prostituta de lujo que vuelve a su antiguo lugar de trabajo (ese núcleo de caravanas) a petición de su chulo/novio. El problema es que es adicta a la heroína, que la está destruyendo y todos creen que está curada de su adicción. Las compañeras de profesión la reciben con los brazos abiertos porque, para ellas, Carly es toda una leyenda. No sabemos por qué.
Y todo esto que acabo de contar se deduce a través de escenas sin sentido, mal guionizadas y peor interpretadas. Tienes que poner mucho de tu parte para poder «quedarte» con algo, porque es todo taaan aburrido…
En un momento dado a Carly le pica una serpiente y, como si se tratase del UCM, va a obtener «poderes». Básicamente esos poderes son que le salen unos colmillos más falsos que una moneda de tres euros y le aparecen, poco, unas lentillas que simulan ojos de ofidio… y que tienen pinta de haberle provocado conjuntivitis. Ah, sí, de vez en cuando también parece tener superfuerza… pero eso depende de si el guionista se acuerda.
Otra cosa que le pasa a la buena de Carly es que la piel se le está escamando pero, como todo en esta película, depende de la escena y de la toma, igual esas escamas aparecen que desaparecen. Ahora las tiene, cambia el plano y, magia!, ya han desaparecido. Todo muy loco.

La peli daría para unas risas… si no fuera tan exageradamente cutre y aburrida. En un momento dado la quieren hacer pasar por «justiciera de prostitutas», que las defiende de clientes violentos y tal… pero se va todo al garete por la falta de talento y ganas. Ya os digo yo que lo mejor que tiene es el póster.
Olvidaos de efectos especiales ninguno. Solamente al final hay una escena en la que se transforma (por llamarlo así) en una especie de Medusa mitológica, pero queda muy mal ya que utilizan un CGI horrible que en vez de impactar, te invita a llorar. El bajo presupuesto les lleva a rodar escenas de noche a plena luz del día, metiendo un filtro así, a cañón, pero en el que se ven las sombras que proyecta el sol.
Todo en la película es inaguantable. Las compañeras de trabajo, la madame, los tipos que salen… cualquiera que participa en la película no es ni siquiera actor aficionado e imaginamos que se trata de un grupo de amigos y conocidos que se juntaron una tarde y del tirón rodaron esto.

Bueno, rectifico el párrafo anterior. Buceando en IMDB veo que, por ejemplo, la protagonista, Megan Purbis, ha participado o directamente protagonizado más de treinta películas. Eso sí, todas igual de cutres y de serie Z. Asimismo veo que otros participantes y el propio director tiene trayectoria… imagino que será en un espectro de la industria que se alimenta de sus propias miserias. Ese tipo de cine que se convierte de culto por ser tan malo.
Pero es que no se trata de una película divertida o entretenida que te haga disfrutar de sus carencias. Se trata de un producto que da vergüenza ajena y que, como mucho, te hará huir despavorido de futuras producciones similares.
Vuelvo a referenciar la web del principio, pues llega a comparar a esta Medusa con Freddy Kruegger y similares. Parece que esta película no solo hace caer en el ridículo a los que la han hecho, sino a los que quieren convencernos de que es un buen producto.
Ya os digo yo que prefiero que me pique una serpiente que volver a ver esta porquería.
