Críticas de cine

Ciclo Cine de Terror del Malo (2): Aquaslash

Una película slasher ambientada en un Aquapark decadente. Con esta escueta frase ya uno se puede hacer una idea de lo que va a ver en Aquaslash… o no. Producción canadiense de 2019 que pasó desapercibida porque las distribuidoras, con buen criterio, no apostaron por ella. Ahora mismo se puede ver en Prime, pero no lo aconsejamos.

Es aun más cutre de lo que cualquiera puede llegar a imaginarse y contiene todos los tópicos que la premisa sugiere: sangre y bikinis. La sinopsis oficial reza: «Para celebrar su graduación, los adolescentes de Valley Hills High School han organizado una fiesta temática de los años 80 en un antiguo parque acuático. Las cosas se vuelven horribles cuando resulta que un misterioso maníaco ha insertado cuchillas de afeitar gigantes en los toboganes de agua. El parque acuático Wet Valley se convierte así en el telón de fondo para un baño de sangre (literalmente), y todos son sospechosos…»

Lo primero que te llama la atención es la nula capacidad como director del tal Renaud Gautier, que dudo sea su verdadero nombre por aquello de la vergüenza. Es que el tipo ni se ha molestado en hacer un trabajo mínimamente decente buscado escenarios de rodaje. El tal Wet Valley es un cochambroso lugar donde hay la friolera de dos, solamente dos!, toboganes. Por mucho que se esfuerce en querer retratar el lugar como un gran parque acuático siempre tienes la sensación de que la película ha sido rodada en una piscina comunitaria con infulas de Aquapark.

Que no falte una escena gratuita de chicas en bikini limpiando un coche (¿?)

La llegada de los supuestos adolescentes que celebran allí su graduación es aun peor. Primero porque te preguntas como tienen el cuajo de querer hacer pasar por adolescentes a chicos y chicas que ya hace tiempo cotizan y, segundo, porque si son tan jovencillos como pretenden, sexualizarlos continuamente con esos mini-trajes de baño (cuando los llevan) es algo perturbador. Ay! el subconsciente delator de este realizador… si existieran los precog este hombre estaría ya en la carcel.

El grupo de «adolescentes» es insufrible y se pasan la mayor parte del tiempo haciéndose bulling, discutiendo por chorradas y buscando con quien emparejarse. Pero si el comportamiento de la supuesta chavalada da angustia, no podemos perdernos a los trabajadores del parque. Desde un socorrista que está para que lo socorran a él, un director que hace funciones de becario o una coordinadora desesperada por trajinarse a algún chaval. Demasiados trabajadores para tan pocos toboganes.

Lo mejor es que la película dura poco más de una hora… aunque aun así se hace pesadísima y solo nos consigue ilusionar la escena en la que alguien se ocupa de poner unas gigantescas cuchillas en el interior de un tobogán de esos de tubo. Ahí sí, cuando los insufribles actores se lanzan por el tobogán y comienzan a salir despiezados por el otro lado, comprendes que el sufrimiento ha valido la pena. Es imposible sentir pena o empatia por estos mendrugos de personajes. Y si hay que valorar algo en la película es sin duda la casquería de esa escena.

Por fin, en el último tramo de la peli, corre la sangre

La resolución del misterio, de quien es el psicópata que ha colocado la trampa mortal, debería ser un activo de la película… pero está tan mal gestionado que, cuando todo se resuelve, te importa bien poco. Por supuesto no hace ni falta decir que los personajes que aparecen en la película (me niego a llamarlos actores y actrices) actúan como si estuvieran rodando un reality, lo que sumado al guion absurdo y la fatal dirección hace que nunca, jamás ni de ninguna de las maneras, te metas en la película.

De esas producciones que te hacen pensar en como, de que forma y manera, han conseguido convencer a aquellos incautos que ponen dinero para realizar una película. Seguramente los convencieron diciendo que estaba ambientada en los ’80, tan de moda esto de mirar a aquellos años, y que era una idea original y todo eso. Quien sabe. Una producción canadiense que pasará a la historia de los bodrios por méritos propios.

Si solo hace falta ver el cartel, donde a la protagonista parece que le ha dado frío al entrar en la piscina. Todo mal.

Giacco

Redactor jefe de las secciones de Cómics y Videojuegos, así como presentador de muchos de los programas de Hello Friki Podcast.

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