Crítica: Killzone Shadow Fall

Nunca es tarde si la dicha es buena, y en este caso lo es. Con algo de retraso, os traigo el análisis del juego con el que fue lanzada la PlayStation 4, Killzone Shadow Fall, el shooter exclusivo de la consola nextgen de Sony.

Nos meteremos en la piel de Lucas Kellan, un Shadow Marshal de la Agencia de Seguridad Vektan, que será el encargado de evitar el conflicto que se aproxima. La historia nos ubica después de la destrucción del planeta Helghan que acabó con la vida de un millón de helghast. Tras este suceso, los humanos deciden acoger en Vekta a los supervivientes de este holocausto. Con el fin de evitar conflictos y disputas, los humanos crean un enorme muro, que bien nos recuerda a lo que está sucediendo en Israel, o lo que sucedió en Berlín. Un muro que no solo separa a las dos razas, si no que además es la división de dos culturas y dos formas de gobierno. Como era previsible, este muro supondrá una paz perecedera que durará unos 30 años, hasta que los ataques terroristas llegan a tal punto que se atisba el comienzo de un nuevo conflicto entre ambas facciones.

Sin duda, la historia desarrollada por Guerrilla Games, nos plantea un juego que pretende ser algo más que el conflicto entre dos facciones. Algo que hemos visto no pocas veces en los juegos de este tipo.

Es sin duda es la entrega más completa y espectacular de la saga, ya que cuenta con fases de infiltración que nos obligan a no disparar a lo loco, podremos disparar desde vehículos, habrá espectaculares enfrentamientos de defender la posición, también fases en las que nos movernos por el espacio, fases que me recordaron a la saga Dead Space. Seremos capaces de controlar pequeños insectos robóticos creados por los helghast, y lo más importante, haremos uso de nuestro “Búho”, un drone que nos acompañará en todo momento y que cuenta con varias habilidades:

-Tirolina: para acceder a zonas bajas del mapa a través del cable que anclará al suelo el drone. -Ataque: dañará y distraerá a los enemigos.

-Shock aturdidor: descarga electromagnética que incapacitará a los enemigos temporalmente y desactivará algunas defensas.

-Escudo: el cual nos protegerá de ataques menores enemigos.

-Piratear: manipulando ciertos dispositivos como ordenadores, puertas, minas, etc.

-Revivir: cuando caigamos en combate y si el drone está operativo, podrá insuflar un paquete de adrenalina, si es que no lo hemos gastado.

Como veis, es una propuesta novedosa y en la mayoría de ocasiones imprescindible una vez dominemos todas sus funciones. Para dar órdenes utilizaremos el panel táctil del Dual Shock.

La campaña del juego tiene una duración aproximada de diez horas, y para los jugadores más completistas, podremos buscar a lo largo de todo el mapa distintos elementos coleccionables como: dosieres, tebeos, registros de audio, que escucharemos a través del altavoz que incorpora el nuevo DualShock y que nos aportarán información interesante aunque no imprescindible sobre el conflicto. Como veis, los desarrolladores se han encargado de sacarle todo el partido posible al DualShock de nuestra PlayStation 4.

Además, contamos con una notable cantidad de armas de todo tipo: fusiles de asalto, pistolas, escopetas, subfusiles, varios tipos de explosivos, lanzamisiles, rifles de francotirador, lanzamisiles, etc.

Otra novedad es el uso del eco táctico para localizar enemigos, pero cuidado que su uso abusivo puede alertar a las tropas.

En cuanto a los enemigos, también encontraremos distintos tipos, entre los que se encuentran: francotiradores, soldados rasos, pesados, con escudo, máquinas de guerra como robots centinelas voladores, máquinas de guerra en forma de robots arácnidos. También es destacable la mejora en la inteligencia artificial de estos, sobretodo ocultándose y haciendo uso de las coberturas.

Aunque el juego ha introducido mejores y novedades que hemos comentado, sin duda lo que más llama la atención es su cuidado aspecto visual, ya que corre a 1080p y 30 FPS que aumentan 60 FPS en el modo multijugador.

Las texturas son bastante buenas, aunque encontramos algún que otro fallo si nos acercamos mucho. La gesticulación y expresividad de los rostros es notable, así como la fluidez de movimiento. Es Impresionante el trabajo con las luces y partículas dinámicas, creando una sensación de realismo sin igual. El mundo da la sensación de estar vivo, hasta el punto de que si disparamos en un bosque, oiremos a los pájaros huir volando, por ejemplo. Los mapas son enormes, con un salto visual sin precedentes en una franquicia. Encontramos diversidad de escenarios, bosques, naves, espacio exterior, ruinas, imponentes ciudades y cochambrosas chabolas. Las escenas de destrucción de dichos escenarios son espectaculares aunque con escasa interacción por nuestra parte.

El juego tiene una banda sonora bastante buena y dinámica que variará en función de las acciones que estemos llevando a cabo en cada momento, adaptándose perfectamente a la acción o la ausencia de esta. Además, es de agradecer que esté totalmente doblado al castellano, con unas voces que cumplen sin destacar.

El modo multijugador es de hasta 24 jugadores. Podremos elegir perfil de explorador, asalto y apoyo, lo que variará nuestro arsenal. El mejor aliciente que tiene este modo es la configuración de Zonas de Guerra para compartirlas online. Un editor que nos permite configurar las armas, mapas, salud disponible, y duración de la partida entre otros aspectos. Además de los modos Captura la Bandera o Duelo a Muerte por Equipos, dispondremos de otras variantes que mejorarán la experiencia online.

No estamos ante una obra maestra, pero si es un gran juego, sobretodo visualmente, que supone el resurgimiento de una franquicia que, gracias a ser el exclusivo con el que PlayStation 4 ha sido lanzada al mercado, contará con un mayor número de seguidores. Muchos me habéis preguntado si vale la pena, si, desde luego que vale la pena, lo recomiendo sobretodo teniendo en cuenta que su precio de venta actual está en torno a los 30 €.