Análisis de Flint: Treasure of Oblivion, un tesoro pirata

Los juegos de estrategia, o que se basan en gran medida en estas mecánicas, no suelen tener la misma repercusión en consolas que, por ejemplo, otros juegos más enfocados a la acción. Esto puede hacer que posibles jugadores, que disfrutarían sin duda de alguno de estos títulos, se los pasen por alto. Por eso, cuando se lanza un juego de estas características que merece ser disfrutado intentamos traerlo aquí y comentar sus aciertos y su propuesta. En el caso de Flint: Treasure of Oblivion encontramos uno de los mejores ejemplos.

Desarrollado por el estudio francés Savage Level ,cuenta con algunos de los creadores de otros títulos ya reconocidos como, por ejemplo, el genial Aliens Dark Descent. Aunque en esta ocasión se dejan los elementos de ciencia ficción y terror espacial para centrarse en una historia de piratas que contiene todos los tópicos y elementos necesarios para meternos de lleno en la aventura.

Flint: Treasure of Oblivion llegó hace unas semanas a PC, Xbox SerieS/X y PS5, donde hemos podido disfrutarlo para traeros este análisis y animaros a surcar los mares, comandando un fiero grupo de piratas, en busca del tesoro perdido del mítico Capitán Flint.

Gran historia, genial narrativa

Una de las cosas que más nos ha llamado la atención de este juego es su historia y la sensacional manera que tiene de desarrollarla. Como historia no es en absoluto original, pero está contada de tal manera que te mantiene atrapado y deseando seguir avanzando en la aventura.

James Flint será el intrépido y a la vez sanguinario capitán pirata que controlaremos y, a través de él, a toda la tripulación. Pero ojo, que los comienzos no serán fáciles. De hecho, la aventura comienza cuando nos capturan y quedamos encerrados con la única compañía de nuestro fiel marinero Billy Bones. A partir de aquí la historia nos llevará por la fuga de los calabozos, la huida de la ciudad, la necesidad de buscar y reclutar nuevos miembros para la tripulación, la «apropiación» de un barco… y todo con un único objetivo: encontrar un tesoro mítico del que, por casualidad, tenemos sus indicaciones en un mapa.

Ya veis, todo muy clásico y tópico… pero no tanto. La manera que tiene el juego de meterte en la historia es sobresaliente. Primero porque cada batalla, cada búsqueda y cada puzle está integrado en la narración y, segundo, porque las escenas se intercalan con viñetas al más puro estilo cómic. Esta forma de narrar, lejos de ser extraña o incómoda, está pensada para ser inmersiva y entretenida. Y lo consigue.

A ello contribuye sin duda el gran trabajo que se ha puesto en desarrollar a los personajes, cada miembro de la tripulación con su nombre y características y motivaciones… pero también en la cuidada ambientación que respira el juego en cada uno de sus escenarios.

La jugabilidad, una mezcla de estilos

Aunque siempre tendremos una vista aérea y solo podremos controlar la cámara en los combates, los escenarios están repletos de detalles y de información. Recorrerlos es ir encontrando recursos, personajes y objetos que luego influirán en el corazón del juego: los combates.

Cuando se inicia una contienda el escenario se divide en hexágonos por donde podemos movernos y las acciones a realizar se reparten turnos alternando nuestro bando, y el rival. En nuestro turno tendremos que decidir que hacer con cada personaje que controlemos, ya que cada acción gasta una especie de puntos, de los que solo disponemos de dos. Movernos y atacar, atacar dos veces, recargar un arma, etc… son muchas las acciones a las que podemos optar, teniendo en cuenta que algunas acciones, como el uso de recursos, no consumen esos mencionados «puntos de turno».

Hay que tener en cuenta también que el escenario forma parte activa del combate, pudiendo obtener ventaja de una posición elevada, por ejemplo. Además, los combates suelen tener objetivos que cumplir para no perder, como por ejemplo que tal o cual personaje no sea derrotado.

La suerte del pirata

Lo interesante y diferente en este título es que además de la estrategia, el azar forma parte importante de la acción. Por un lado, para cada ataque o acción usaremos cartas que previamente habremos obtenido, encontrado o ganado. Con unas podemos curar a los aliados, con otra podemos aumentar nuestros «puntos de turno», etc. Además de usar estas cartas, existe otro elemento conocido en los juegos de rol: los dados.

Cuando atacamos entra en juego el factor «suerte» y tanto el éxito del ataque como los puntos de daño causados se determinan con una tirada virtual de dados. De esta forma vemos como influyen dos factores: la estrategia y el azar. Esto provoca que cada combate sea emocionante e imprevisible, dándole este toque «aventurero» que tan presente está en las historias de piratas.

Todo en el juego va in crescendo. Al principio combatimos solo con dos personajes, pero acabaremos dirigiendo a toda una tripulación y teniendo que controlar cada vez más factores, más personajes, más variables… es cuando Flint: Treasure of Oblivion se vuelve tremendamente divertido. Amotinarse en un barco para capturarlo, enfrentarse a la marina real o explorar una isla con sus peligros… todo se vuelve divertido pero también emocionante por ese factor suerte que dan los dados y que nunca te aseguran la victoria. No te confíes.

Unreal Engine al servicio del capitán Flint

Pero ese acierto en la jugabilidad sería por sí solo insuficiente para crear el buen juego que es Flint. Los desarrolladores han puesto todo su empeño y trabajo en recrear un entorno creíble y envolvente. Los escenarios, elaborados con el popular motor Unreal, permiten cierto grado de fotorealismo aprovechando la cámara estática, aérea y lejana. Y así, vemos perfectamente plasmados todos los escenarios del juego por los que pasamos… La prisión, la ciudad, las islas, el enorme navío… todo repleto de detalles, de elementos y de personajes.

Aunque el camino a seguir es lineal, en varias ocasiones nos encontraremos recorriendo los mapas y sus caminos en busca de aquel objeto o aquel personaje, necesario para completar la misión o para hacer todos los encargos posibles que, ojo, pueden quedar olvidados. Por ejemplo, nosotros perdimos algún miembro de la tripulación durante la fase de reclutamiento debido a no poder cumplir (malditos dados) ciertos requisitos. Esto ayuda a que nuestras acciones se sientan como algo imprevisible, hasta cierto modo variable y siempre sorprendente.

El sonido quizá sea algo discreto en el juego, dominando sobre efectos y demás la melodía. muy conseguida, que evoca a las películas de piratas más clásicas.

Conclusión y recomendación

No se trata de un juego complicado en su ejecución, pero está repleto de información y datos que pueden abrumar en un inicio si nos empeñamos en leerlos todos e intentar asimilarlos de primeras. El juego te anima a que los leas para sacar el máximo partido a la experiencia, pero aconsejamos tomárselo con calma y dejarse llevar por el aprendizaje que da el mismo avance natural de la historia. En ese aspecto recuerda mucho, también, a los juegos de rol con tanta estadística y variables a controlar… con la ventaja de que, aquí, es la consola la que lo gestiona todo.

Eso sí, a nosotros nos toca repartir las cartas que vayamos consiguiendo y conocer a cada personaje para sacar el máximo de ellos en combate. Aquel es buen tirador, el otro es diestro con el hacha, etc. Ahí sí recomendamos poner más atención y «estudiar» esas variables, pero es algo que se adquiere simplemente jugando y dejándose llevar por la aventura.

Muy recomendable este nuevo juego de estrategia, rol y aventura que nos pone en la piel de una tripulación pirata. Además, gracias a Meridiem, lo tenemos también en formato físico, por lo que se convierte en uno de esos juegos que atesorar porque, por su calidad y su género, tampoco es que se prodiguen mucho.