Análisis de Terracotta, para Nintendo Switch: Un Viaje al Corazón de la Historia China

Terracotta es un título desarrollado por Appnormals Team y publicado en España por Tesura Games, en formato físico, con una edición standard y otra coleccionista para Nintendo Switch. También se encuentra disponible para Microsoft Windows, en formato digital.

Cultura china y puzles.

El título combina acción, puzzles y una narrativa profundamente arraigada en la historia antigua de China, transportando a los jugadores a un mundo inspirado en el famoso Mausoleo de Qin Shi Huang, donde el Ejército de Terracota cobra vida para proteger el legado del primer emperador.

La historia de Terracotta gira en torno a un soldado de terracota que despierta tras siglos de inactividad, descubriendo que el mausoleo del emperador está plagado de una corrupción sobrenatural. Su misión será purgar el mal que amenaza con desencadenar el caos, revelando secretos del pasado y enfrentándose a figuras históricas distorsionadas por la oscuridad.

Así, tomaremos el control de este soldado, debiendo explorar un laberinto de cámaras funerarias, templos y bosques malditos, encontrando fragmentos de pergaminos y reliquias que nos irán explicando la historia de la caída del imperio, al tiempo que descubriremos cual era la ambición del emperador y cual era el papel de los soldados como guardianes eternos. Todo se nos irá contandos mediante símbolos, esculturas y diálogos crípticos de PNJs, como un chamán enigmático que guiará a nuestro protagonista a lo largo de su aventura.

Una historia histórica, pero con tintes místicos.

La historia es interesante, pero su ritmo puede sentirse lento para quienes buscan una trama más dinámica. Todo está creado con detalles, pero deberemos ir desentrañando los mismos poco a poco, explorando, resolviendo los diferentes puzles basados en iluminar una especie de antorchas diseminadas en cada nivel y no sucumbiendo a los diferentes enemigos que intentarán acabar con nosotros.

El desarrollo de Terracotta tomó aproximadamente tres años, con un proceso de investigación meticuloso para integrar elementos históricos y mitológicos chinos. Los creadores consultaron documentación sobre el Ejército de Terracota y trabajaron con expertos en cultura oriental para asegurar autenticidad en diseños de personajes y escenarios. Sin embargo, el juego no busca ser una réplica exacta, sino una reinterpretación fantástica, incorporando elementos sobrenaturales como maldiciones y entidades espirituales.

Dos planos para interactuar.

Uno de los aspectos más destacables del título reside en el hecho de que nuestro protagonista puede moverse por dos planos: el vital y el espiritual (Yin y Yang). Esto hace que conforme avancemos, debamos pasar de uno a otro plano, con el fin de utilizar nuestras habilidades para acceder a zonas inaccesibles desde el otro plano, o viceversa.

Así mismo, en el plano espiritual podremos utilizar nuestra energía y habilidades defensivas, mientras observamos como nuestros enemigos se convierten en estatuas, estando a salvo de sus ataques hasta que volvamos al plano vital.

Esta combinación de planos es crucial a la hora de conseguir finalizar cada uno de los niveles de los que consta el título, poniéndonos a prueba en todo momento, pues no podremos atacar en la mayoría de ocasiones, debiendo únicamente huir o protegernos con habilidades especiales, como escudos o creación de líneas defensivas, entre otras. Pero esto consume energía espiritual, la cual se restaurará si hacemos que todo lo que hemos creado para defender o bloquear, desaparezca, con el fin de utilizar de nuevo nuestra energía con otro fin.

Cautela y paciencia.

Si bien es cierto que en ocasiones haremos uso de alguna que otra arma, pudiendo utilizar algunas automáticas que encontraremos en el mapeado, la verdad es que nos servirán más para activar mecanismos o bien para dejar algún enemigo temporalmente fuera de combate, mientras nos movemos a otro lugar.

Aquí prima sobre todo la resolución de puzles, con botones que deberemos pisar con nuestro protagonista, mecanismos de apertura de puertas, movimientos de estatuas o activación de braseros en un orden especifico, entre otras. Esto hace que debamos ir con calma, con el fin de no saturarnos de puzles, pues es en gran medida lo que vamos a encontrarnos.

Habrá ocasiones en las cuales deberemos desandar un camino ya andado, pues al tener alguna nueva habilidad, se nos permitirá acceder a zonas que eran inalcanzables con anterioridad, teniendo siempre en cuenta que los diferentes escenarios están interconectados, dándonos unas 15 horas de juego en total.

Siempre iremos adquiriendo nuevas mejoras que nos facilitarán las cosas en nuestra aventura, como amuletos para aumentar la salud o reducir el daño recibido, mejoras en escudos, etc.

Para calentarnos la cabeza.

También hay que tener en cuenta que nuestras decisiones importarán, haciendo que el final del juego acabe de una u otra forma, incentivando de este modo el volver a jugar.

Jugando en modo portátil, la experiencia es bastante interesante, aunque los textos pueden quedar un poco pequeños. Por otro lado, el manejo es bastante intuitivo en todo momento, pero en ocasiones podemos encontrar algún que otro tiron en zonas con muchos enemigos.

La curva de aprendizaje es accesible, con tutoriales integrados en la exploración. No obstante, la repetición de mecánicas de combate y puzzles similares en fases posteriores puede generar un poco de agobio. Hubiese estado bien introducir un modo cooperativo local, con el fin de dar un poco más de vidilla al juego.

Gráficos.

A nivel gráfico destaca el estilo artístico. Inspirado en la cerámica china antigua, los entornos y personajes lucen texturas que imitan la terracota, con detalles erosionados que sugieren el paso del tiempo. La paleta de colores oscila entre ocres apagados en cámaras subterráneas y tonos vibrantes en áreas mágicas, como jardines iluminados por linternas rojas, pero todo ello aderezado con un pixel art muy bien ejecutado.

Los diseños de enemigos son bastantes buenos, con soldados con grietas brillantes, tigres espectrales y jefes colosales como un dragón de porcelana. En Switch, la resolución se mantiene estable en 1080p en dock y 720p en modo portátil, aunque algunas texturas se ven bastante pixeladas en pantalla grande. Los efectos de iluminación, especialmente en escenas con fuego o energía mística, añaden profundidad al ambiente.

Sonido.

El apartado sonoro destaca por una banda sonora, compuesta por Sergio Ronchetti, fusionando instrumentos tradicionales chinos (guzheng, erhu) con atmósferas orquestales. Las melodías son sutiles en exploración, intensificándose durante combates para dar más emoción a los momentos álgidos.

Los efectos de sonido refuerzan la inmersión, pudiendo escuchar el crujir de la terracota al moverse, el chasquido de flechas y los gruñidos guturales de los enemigos. Los gritos de batalla y murmullos en chino antiguo aportan autenticidad.

Al comenzar la partida se nos aconseja utilizar auriculares, ya que nos aportarán una mayor inmersión en el juego, pudiendo detectar los enemigos de una forma más efectiva.

Conclusión.

Terracotta es un título que brilla por su originalidad temática y por su arte a la hora de ser plasmada en la pantalla. Su narrativa ambiental y combate estratégico atraerán a jugadores pacientes que disfruten de la exploración meticulosa. Sin embargo, la repetitividad en mecánicas y algunos problemas técnicos en Switch lastrarán su potencial. Aún así, estamos ante un título entretenido y con un estilo artístico que merece la pena ser descubierto conforme avanzamos con su historia. Además, los textos están traducidos al español.

Si os gusta la cultura china, el pixel art, la resolución de puzles y la acción basada en la cautela, este es un título que os dará unas cuantas horas de diversión y quebraderos de cabeza.

Y si soís amantes del formato físico, la edición que se ha currado Tesura Games, es todo un lujazo, como podréis apreciar en las imágenes que acompañan este análisis.