Análisis de Enotria: The Last Song, el mundo es puro teatro

No repetiremos por enésima vez aquello de que los soulslike están de moda y todo eso, aunque vendría muy bien como introducción. Enotria: The Last Song surge por y gracias a los grandes del género (o subgénero), imitando mecánicas y maneras directamente de los mejores trabajos de From Software pero dándole una seña original. No puede competir directamente con los pesos pesados de la «reina de los soulslike», pero tampoco le hace falta porque, realmente, es uno de los mejores souls que han llegado este año y, en parte, nos recuerda a Lies of P. Como aquel, mantiene una personalidad propia y, sin ser un Dark Souls, se convierte en un buen referente. Pero lo que nos ha parecido más importante: es el mejor soulslike que un jugador recién llegado al género puede probar.

Son muchos los argumentos positivos que refuerzan la recomendación de este Enotria: the Last Song, desarrollado por el estudio italiano Jyamma Games. Llegó a PC en septiembre y desde el 12 de diciembre está disponible también en Xbox SerieS/X, donde nosotros lo hemos podido disfrutar.

Acompañadnos en esta original y asfixiante aventura que hace del mundo un escenario…

Somos el actor de las mil máscaras

Fiel al género que representa, Enotria nos brinda una historia difusa y compleja porque está contada «de aquella manera». Nos queda claro, eso sí, que formamos parte de un mundo en el que los Autores, una especie de dioses caprichosos, lo han convertido en una función infinita. Los habitantes de este mundo interpretan un papel eterno, condenados para siempre a estar encerrados en esa infernal obra teatral que ellos tejen/escriben. Pero ha surgido el Desenmascarado, el personaje que nosotros controlamos y que no tiene ningún papel en esta obra. Por eso somos libres de deambular por el mundo a nuestro antojo y de adoptar la máscara que queramos, el papel que queramos… siempre que venzamos a alguien que la tuviera antes.

Como el Desenmascarado tendremos que enfrentarnos a los Autores y acabar con esta pesadilla… pero ya os imagináis que no va a ser fácil. O sí… al menos va a ser más fácil que otros soulslike.

El sistema de máscaras

Explicamos un poco como se juega a Enotria… En cuanto a funciones de combate no innova y recuerda a cualquier soul, es decir, ataque normal, ataque fuerte, salto, finta y botón para bloquear que, si lo hacemos en el momento justo, realizamos parry. Pulsando un gatillo se abre un submenú para las «magias» y disponemos de otros botones para, por ejemplo, usar objetos. Hasta aquí nada original… pero sí hay detalles únicos en el juego. Fijaos…

A lo largo de nuestra aventura y tras vencer a los enemigos más fuertes podremos usar sus máscaras y adoptar sus papeles en esta obra de teatro cruel. Es decir, que podemos no solo imitar su apariencia sino utilizar sus armas y la habilidad ligada a su máscara. Aunque tendremos varias en nuestro inventario, «solo» podemos usar tres a la vez y las podemos cambiar incluso durante los combates. Es decir, que a mitad de un intenso duelo, si el enemigo es débil a determinado poder, podremos cambiar instantáneamente.

Este sistema de máscaras es divertido pero presenta un pequeño problema: el desnivel entre unas y otras. Las que conseguimos al principio quedarán eclipsadas por las que conseguimos tras vencer a los poderosos jefes finales y no querremos volver a contar con ellas. También conseguiremos máscaras tras acabar con determinados enemigos menores, como la máscara del pescador, la máscara de la cazadora, etc… Pero no las usaremos mucho por el problema citado.

En los ataques y combates debemos tener en cuenta el sistema de colores de cada enemigo pues, combinándolos con el de la máscara que usamos, podremos hacerles daño adicional o, por el contrario, serán inmunes. Estos colores simbolizan «elementos» y son una de las premisas más importantes en el juego.

Por su lado, los ataques especiales se utilizan tras seleccionarlos en el menú y equiparlos en una ranura concreta. Tardan un tiempo en cargarse y no nos aseguran la victoria, pero si sabemos usarlos nos darán grandes ventajas como atacar a distancia, abrir nuevos caminos o envenenar al enemigo. La gran variedad de armas (más de 100) y los 45 hechizos, hacen que las combinaciones de ataques sean prácticamente ilimitadas.

El otro elemento vital en el combate es el parry. Los enemigos tienen la habitual barra de postura que, cuando se la rompemos tras hacerles parry, quedan expuestos para que les golpeemos con saña. Imprescindible dominarlo y, si lo conseguimos, el juego se volverá realmente mucho más sencillo.

Un soulslike ideal para principiantes

Quizá esa sea la pregunta del millón. Los soulslike se caracterizan por su extrema dificultad y este Enotria no es una excepción, aunque podemos afirmar que, salvo contados enfrentamientos, es de largo el juego más sencillo de cuantos hemos disfrutado dentro del género. Por eso lo consideramos el mejor y más apto para aquellos que quieran entran por primera vez en el apasionante y exigente mundo de los soulslike.

Y como es fiel a su género, también tiene los puntos de guardado (aquí llamados Cuerdas) donde podemos descansar y recuperar la vida y los viales, donde hacer viajes instantáneos a otras Cuerdas, donde podemos subir de nivel empleando los recuerdos que acumulamos tras cada batalla y donde podemos mejorar nuestras máscaras, de manera individual, con nada menos que cuatro árboles de habilidades. En este aspecto el juego es profundo y brillante, al igual que pasa con las armas.

En Enotria podemos usar un sin fin de armas de mano, desde espadas o espadones hasta martillos gigantescos, lanzas o numerosas armas más, con distintas habilidades basadas en ese sistema de colores/elementos que mencionábamos antes

Un buen diseño de niveles. Imprescindible

Otro elemento común al género y que aquí nos ha encantado es el diseño de los mapas. Menos complejo y ambicioso que sus «hermanos mayores» pero muy inteligentemente ideado. Con pueblos repletos de calles por donde te pierdes, con puertas cerradas que abrirás tras dar un rodeo o tras subir por un ascensor que has encontrado de casualidad. Escenarios laberínticos y enormes que poder recorrer a placer repletos de secretos y lugares a descubrir. Os pasará más de una vez que veis a lo lejos un lugar inaccesible al que llegaréis más tarde, sin daros cuenta, y desde allí encontraréis la forma de volver al principio.

Y todo sembrado de enemigos que, por lo general, no presentan mucha dificultad. De vez en cuando un semi-jefe o una sorpresa en forma de monstruo o caballero, que nos pondrán las cosas un poco, solo un poco, más difíciles.

Los jefes de zona no nos han dado demasiados quebraderos de cabeza y hemos podido vencerles en unos cuantos intentos. Sus patrones de combate no son tantos ni tan erráticos como en otros souls pero, en contrapunto, hemos encontrado algún enemigo formidable por su potencia de ataque. Algo descompensado en ese aspecto.

La hermosa y luminosa Italia

Gráficamente el juego cumple muy bien con los estándares actuales y muestra unos escenarios bellos, luminosos, inspirados en la Italia mediterránea con pueblos costeros y casas bajas, con campos cultivados o zonas pesqueras llenas de elementos. No faltarán otros lugares más… oscuros y terroríficos como catacumbas o interiores de castillos. Y todo acompañado por unas melodías épicas que encajan con esa idea de «obra de teatro eterna» que quiere contagiar el juego.

Las voces, que recomendamos ponerlas en italiano por aquello de la inmersión, son perfectas y más numerosas y elaboradas de lo que encontramos en otros souls. Eso sí, perfectamente localizadas con subtítulos en castellano.

Pero ojo, que no todo es perfecto en Enotria…

Un juego no exento de fallos

La falta de solidez en los escenarios hará que nuestro protagonista se mezcle con algunos de los límites del mismo dando lugar a ese molesto clipping… o el mismo escenario nos «empuja» cuando no podemos avanzar, tras chocar con una pared o muro y esto puede dar con nuestro personaje cayendo por un abismo o expuesto a un ataque… O momentos en los que la tasa de frames cae y hace que se resienta la calidad de la imagen de manera notable. Tampoco nos han convencido las escenas renderizadas que usan el mismo motor del juego y pierden muchos puntos de espectacularidad en la presentación de un jefe o en un momento importante.

Esto se hace más patente en la versión de Xbox SerieS, que impide disfrutar del juego con el tope gráfico y de resolución que sí tiene en la SerieX. Aun así, para este lanzamiento en la consola de Microsoft se han corregido numerosos factores y se han incluido varias mejoras (disponibles también en las versiones PS5 y PC mediante actualización). Estas mejoras influyen en la iluminación, el sonido, en la exploración, el viaje rápido y varios factores más.

En los combates también encontramos algunos problemas. La cámara baja demasiado cuando fijamos un enemigo como objetivo, eso hace que lo perdamos de vista, tapado por nuestro personaje, y no podemos ver cuando nos ataca para hacerle parry. Algunos ataques, sobre todo los especiales, tardan demasiado en ejecutarse y los enemigos tienen tiempo de golpearnos a placer. Son dos pegas que parecen menores pero que en pleno frenesí de la partida se convierten en frustrantes maneras de fallar y de morir.

Conclusiones

Es un soulslike Doble AA y como tal presenta algunas carencias… pero en cómputo general se trata de un juego absolutamente recomendable. Divertido, absorbente, con propuestas originales, con un diseño de niveles trabajado y un arte más que elogiable. La primera incursión de Jyamma Games en el género es un aprobado con nota y, aunque tiene mucho margen de mejora, han conseguido sacar un título que nos mantiene pegados a la pantalla hasta el final.

Los más expertos han conseguido acabarlo en menos de 15 horas, pero si exploras todo su mundo y si te atascas en esos (pocos) enemigos intratables, te durará bastante más. Al final, la calidad no la determina su duración sino lo que hayas disfrutado mientras lo juegas y, con Enotria, terminarás disfrutando de esta obra de teatro infinita, como actor involuntario y como liberador del resto de actores. Exigente pero divertido, desde el principio hasta que cae el telón.