Crítica de The Karate Kid: Street Rumble, para Xbox Series S.
Valoración
GRÁFICOS
SONIDO
JUGABILIDAD
DURACIÓN
Divertido para un rato.
The Karate Kid: Street Rumble es un título que podría haber dado más de si. Por un lado tira de la nostalgia ochentera, pero por otro nos ofrece un arcade bastante plano a la larga.
Karate Kid fue un éxito innegable del cine de los 80. Quien más y quien menos quiso imitar aquella posición de la grulla, con la doble patada con impulso que dio la victoria a Danny Larusso tras su mítico entrenamiento con el Señor Miyagi.
Una saga histórica.
Las películas posteriores intentaron seguir la estela de la primera, aunque únicamente la segunda tuvo cierto éxito, ya que la tercera fue en decadencia.
Después se intentó relanzar la saga con Hilary Swank como nueva aprendiz de Miyagi, pero todo quedó un poco empañado, y ya en 2010 tuvimos una especie de reboot, con Jackie Chan como maestro y Jaden Smith como alumno…
Aquellos que, como yo, conocemos la saga original, quedamos emocionados ante el lanzamiento de la serie Cobra Kai, disfrutando del aspecto actual de los protagonistas de la saga y reviviendo los recuerdos de antaño con júbilo.
Un nuevo yo contra el barrio.
¿Y por que os cuento todo esto? Pues para introduciros en el título que hoy os traemos. Se trata de The Karate Kid: Street Rumble, un título que bebe de la nostalgia ochentera, a la vez que surge para atraer a aquellos que han picado también con el tirón de la serie Cobra Kai, ofreciéndonos un repaso por la trilogía original de un modo muy prometedor, pero que tiene algunas carencias, tal y como podréis comprobar en las siguientes líneas.
Desarrollado por Odaclick Game Studio y distribuido en formato físico en España de la mano de Meridiem, tenemos disponible para Nintendo Switch, PlayStation 4, PlayStation 5, Xbox One, Xbox Series X|S y PC (Windows), un título arcade con un aspecto retro que nos acerca a los típicos juegos de lucha al más puro estilo Streets of Rage o Final Fight, por poner un ejemplo.
Atrae visualmente.
Ya de primeras contaremos con un menú bastante ágil, en el cual podremos jugar el modo historia, elegir otros modos(hordas, arcade y contra los jefes finales) que se irán desbloqueando al acabar el modo historia o contenido extra, que nos permitirá escuchar la banda sonora y ojear un libro de arte con diseños del juego.
Luego dispondremos de una opción que nos explicará como se juega, así como realizar ajustes del juego, o bien acceder a los créditos.
El modo historia nos permitirá vivir la historia de la trilogía inicial de Karate Kid, desde la primera hasta la tercera película, siguiendo más o menos la historia original a base de secuencias animadas con dibujos estáticos y textos, las cuales quedan un poco desangeladas en su conjunto. Pero bueno, tras esas secuencias accederemos a un escenario, donde nuestra misión será ir avanzando a base de mamporros contra ingentes cantidades de enemigos y algún que otro jefe intermedio y jefe final.
Mejor en compañía.
Podremos jugar hasta cuatro jugadores simultáneos, dándonos la opción de elegir a Danny Larusso, Miyagi, Alli, Mills y Kumiko, cada uno con sus cualidades de combate.
Con una vista lateral y unos gráficos muy al estilo pixel art, deberemos abrirnos paso entre los diferentes niveles, pudiendo dar golpes básicos, otros más fuertes, agarres y esquivas, a la vez que mientras vamos golpeando, se nos cargará una barra que nos permitirá realizar un ataque especial cuando esté al máximo.
Conforme vayamos avanzando, conseguiremos mejorar a nuestro personaje en experiencia, lo cual se traducirá en un mayor poder de lucha y ataques especiales. También podremos saltar y dar golpes aéreos para acabar con nuestros rivales.
Algunos minijuegos divertidos.
Entre escenario y escenario también encontraremos minijuegos, con los cuales ganar puntos de experiencia a base de cazar moscas con palillos, o practicar el golpe de la grulla en la playa, entre otros.
Destaca el hecho de que los escenarios evocan las escenas conocidas de las películas, pudiendo recorrer el barrio de Daniel Larusso, la playa, pasar por los recreativos o escapar después de mojar con agua a Johnny en halloween.
A nivel jugable, The Karate Kid: Street Rumble queda como un título resultón, en el cual no paramos de machacar botones e intentar seguir avanzando, quedando un poco repetitivo el hecho de encontrarnos multitud de personajes iguales entre si una vez y otra vez, lo cual consigue a la larga hacerse un tanto tedioso y aburrido, con falta de una dinámica que enganche y nos meta de lleno en la experiencia.
Pero le falta algo más…
Hay ocasiones en las cuales el control no se ve con el punto cogido, ya que no parece que todo fluya, aparte de que los saltos, que o no llegan o se pasan. Luego, a la hora de golpear objetos o cajas, cuesta ver el punto para acertarles, al igual que en ocasiones a los enemigos, quedando todo un poco confuso.
Se echa de menos poder usar objetos para atacar, o una mayor variedad de golpes, así como una mayor variedad de enemigos y situaciones en los niveles, de manera que consigan dar un poco más de vida a nivel general.
Gráficos.
Los gráficos son bonitos, acercándose al pixel art, pero con unos decorados que contienen un poco más de detalle, contrastando con una mezcla que no queda del todo mal en su conjunto.
Los protagonistas tienen unos diseños bastante buenos, con unas animaciones interesantes, pero que deslucen un poco por el hecho de enfrentarnos a tantos enemigos a la vez, al tiempo que siguen unos patrones muy básicos, teniendo únicamente que limitarnos a aporrear a un lado y a otro para acabar con ellos, a la vez que acabamos deseando finalizar un nivel para ver si el siguiente nos aporta algo más, pero no… Todo sigue igual, incluso cuando aparece un jefe final, no aportando un reto muy grande.
Sonido.
Pasando al apartado sonoro, no se oyen voces, tal vez algún pequeño grito al fondo, pero poco más. Los golpes y algún efecto en ataques especiales o rotura de objetos no desentonan del todo.
Luego tenemos la banda sonora, movidita pero un tanto repetitiva a nivel general, intentado crear un ambiente de recreativa, pero quedando un poco flojo en el intento.
Conclusión.
No estamos ante un mal juego, pero peca un poco de conformista y plano. Consigue por un lado traernos la nostalgia de la saga, así como diversión inicial, sobre todo en compañía, pero a la larga, se queda en un título que no invita a volver a jugar, más allá de mostrarlo a algún amigo en plan anecdótico.
Teniendo en cuenta la multitud de títulos de este estilo que gozan de una calidad y una tirada mucho mayor a nivel general, tenéis con The Karate Kid: Street Rumble una propuesta que tira más de fan service que de otra cosa, pero bueno, siempre se le puede dar una oportunidad...