Crítica: «Broken Sword – Shadow of the Templars: Reforged» para Xbox
Historia
Jugabilidad
Gráficos
Regalo visual en forma de nostalgia
Necesaria actualización de la aventura gráfica que hizo historia
Justo dos años después del lanzamiento de una nueva aventura de Monkey Island (el 19 de septiembre de 2022 Terrible Toybox hizo la boca agua de los más nostálgicos con aquel ‘Return to…’), llega, como si de un pulso se tratase, lo ‘nuevo’ de Revolution Software: una remasterización de ‘Broken Sword: Shadow of the Templars’.
El pasado 19 de septiembre el estudio sacaba a la venta una aventura de mismo título que el multipremiado clásico point and click de 1996 para todas las plataformas: PC, PS5, Xbox Series X/S y Xbox One (a Nintendo Switch llegará en noviembre). Pero esta vez con un ‘reforjado’. Tras una campaña en Kickstarter por parte de Revolution Software que cumplió su objetivo en apenas 30 minutos, la compañía conseguía relanzar la aventura creada inicialmente por Charles Cecil, dando el salto esta vez también al formato físico y a la edición coleccionista.
Y es que ‘Broken Sword – Shadow of the Templars: Reforged’ no es sino una remasterización del aclamado juego (que ya tuvo remake allá por 2010, principalmente para plataformas táctiles) con su ‘Director’s Cut’. Pero, esta vez, con algunos elementos nuevos.
‘Broken Sword – Shadow of the Templars: Reforged’ es la aventura de los años 90 que lleva a sus protagonistas, George Stobbart y Nicole Collard desde las calles de la capital parisina a las montañas de Siria, en un viaje cargado de misterios a través de varios rincones del mundo.
Para los profanos en esta aventura, la historia nos sitúa en el París de finales del siglo pasado, en el momento en que un turista, George Stobbart, ve interrumpidas sus vacaciones por el atentado de un payaso en el interior de un bar. La curiosidad de George (y el hecho de haber sobrevivido a la explosión) nos llevará a investigar el caso y pondrá en nuestro camino a la fotoperiodista Nicole Collard y a un gran número de personajes de lo más variopintos, todo cargado de una buena dosis de sentido del humor.
El controvertido modo fácil
Misma historia, misma esencia. Pero los desarrolladores no han estado ajenos al creciente gusto por las novelas visuales. Y qué mejor forma de acercar esta aventura a un nuevo público que dándonos a escoger entre diferentes modos de juego.
- HISTORIA: esta opción es la equivalente al controvertido ‘modo fácil’ de los videojuegos que muchos puritanos querrían que jamás hubiese existido. Pero existe. Hasta para una aventura gráfica. Incluye incluso pistas automáticas que nos van indicando el camino a seguir en cuanto nos atascamos un poco. ¿Menos mérito? Puede ser, pero la trama y el contenido artístico los vamos a disfrutar como lo haríamos de una película, solo que de forma más inmersiva.
- CLÁSICO: como su propio nombre indica, se trata de una mecánica fiel al modo de juego de la aventura original. ¡A romperse los sesos se ha dicho!
Pixel Art o 4K
Más allá del modo de juego, es el apartado visual lo que más llama la atención en este ‘reforjado’. Y es que, ¿cómo remasterizar una aventura clásica en 480p, ahora en 4K, sin pérdida de calidad? Pues redibujando. 28 años después de su lanzamiento original, el equipo de Revolution Software ha reilustrado desde cero los personajes, sus expresiones, los escenarios (siempre empleando su diseño original). En cuanto al sonido, Revolution mantiene las voces originales (viene completamente doblado en inglés, francés, italiano, alemán y español), incluyendo algunos diálogos inéditos, y ha conservado uno de los aspectos más emblemáticos del juego: su banda sonora (con sustanciales mejoras).
Y si no podemos hacernos una idea de lo respetuoso que ha sido el equipo con la obra original, el juego cuenta con un detalle muy curioso: tan solo pulsando un botón del mando la aventura cambia a la estética original, de forma que podríamos jugar, si así lo quisiéramos, al mismísimo clásico de los noventa; pueden compararse las mejoras en cualquier momento o jugar en este modo clásico lleno de píxeles si somos unos nostálgicos.
¿Era necesario?
Pero, alabando el apartado técnico, nos viene a la cabeza que poco se puede contar ya del desarrollo de historia de esta aventura porque probablemente sea una de las más relanzadas (al menos de las point and click) de todos los tiempos.
Salta la pregunta entonces de: ¿era realmente necesario? Y en un primer momento, mientras se está jugando y se piensa ‘esta historia la conozco, es otra vez volver a lo mismo’, dan ganas de achacar el proyecto a la fiebre actual por sacar productos para fans, que en otro tiempo eran niños o adolescentes y ahora se han convertido en adultos con poder adquisitivo.
Puede ser este uno de los motivos, no lo dudo. Pero viendo el cariño con el que se ha tratado el material, y el trabajo que ha conllevado tras de sí para devolver a los fans su aventura favorita con la calidad que merece en los tiempos actuales, suena más como un homenaje y un regalo que como una estrategia de márketing.
‘Broken Sword – Shadow of the Templars: Reforged’ es traer nuestras memorias a un presente donde la calidad visual cobra vital importancia; es colocar una de las mejores aventuras gráficas de la historia a la altura de las novelas visuales de la actualidad, dando la oportunidad a las nuevas generaciones de adentrarse en este género y tomarle tanto cariño como hicimos muchos de nosotros.