Crítica de Monster Jam: Showdown, para Xbox Series S.

Los títulos del equipo italiano de Milestone siempre han sido sinónimo de simuladores de conducción y títulos de carreras apasionantes. No en vano, uno de sus mayores referentes corresponde a Moto GP, a nivel de simulación y a la franquicia Hot Wheels, como referente en títulos más arcade.

Un salto a lo grande.

Hoy damos un salto acrobático para presentaros Monster Jam: Showdown, un título que nos permitirá disfrutar de la espectacularidad de esos vehículos de ruedas gigantescas, tanto en carreras contra otros vehículos como en desafíos acrobáticos, con el fin de que mostremos todo lo que somos capaces de realizar con nuestro Monster Truck.

Comenzando a jugar dispondremos de una especie de tutorial, en el cual se nos irán comentando las diferentes técnicas de manejo, con el fin de afianzar nuestro control con este tipo de vehículos. Y es que, hay que tener en cuenta que los Monster Truck se caracterizan por su gran tamaño, así como su potencia, aparte de su tracción total a las 4 ruedas y la posibilidad de girar tanto las ruedas delanteras como las traseras, pudiendo de este modo realizar derrapes, giros y acrobacias que pueden dejar boquiabiertos al público presente en cada uno de los eventos que estos vehículos pueden llegar a protagonizar.

Comenzando a competir.

Una vez tengamos un poco tomado el control, podremos acceder a la primera de las tres zonas de las que dispone el juego, pudiendo competir en Colorado, Alaska y Death Valley, donde iremos desbloqueando diferentes eventos conforme vayamos avanzando por los que en un principio se nos vaya ofreciendo.

De este modo, podremos disfrutar de carreras contra otros vehículos, distribuidas en las más típicas de recorrer un circuito en varias vueltas, otras donde podremos cruzarnos en intersecciones con los otros contendientes, o bien jugar un modo cazador, donde deberemos dar caza a los contrincantes para ir eliminándolos y quedar como los primeros.

Por otro lado, se nos presentarán también carreras Head to Head, en las cuales deberemos ganar contra otro vehículo en circuitos simétricos, con la finalidad de llegar a la meta antes que nuestro rival.

El último de los modos que podremos encontrar en el juego se corresponde al Freestyle. En él apareceremos en un estadio, debiendo realizar todas las acrobacias que podamos en un tiempo límite, recibiendo puntos por su espectacularidad y debiendo vencer a los otros contrincantes en puntos.

Saltos, destrucción, espectacularidad…

Dependiendo de la zona donde estemos compitiendo, disfrutaremos de escenarios desérticos, bosques frondosos o zonas nevadas, teniendo el hándicap de la dificultad de manejo dependiendo de uno u otro terreno. Aparte, nos acecharán diferentes eventos climáticos, pudiendo pasar por tormentas de arena, lluvia o ventiscas, así como carreras nocturnas o diurnas, dando un punto de emoción a las carreras y eventos disponibles en todo momento.

Si no tocamos las opciones del juego, veremos como en un principio todo nos resulta de lo más fácil, ya que contaremos con ayudas en la frenada, derrape, etc., haciendo que la experiencia sea sencilla hasta para un niño de 9 años (doy fe de ello). Pero si tocamos un poco las opciones, así como la dificultad, la cosa cambiará notablemente, debiendo medir cuando frenamos, como giramos y contra qué nos golpeamos, ya que podemos acabar con el vehículo destrozado, aparte de quedar de los últimos en las carreras.

Una simulación para todos los públicos.

Aunque no estamos ante un simulador al 100%, ya que el equipo de Milestone nos trae una mezcla entre la simulación y el arcade, la experiencia sin ayudas requerirá de un poco de empeño por nuestra parte si queremos manejar correctamente nuestro vehículo y avanzar victorioso por las diferentes competiciones disponibles.

Tanto en las carreras como en los modos Freestyle, gozaremos de la espectacularidad al destrozar algunos objetos, o bien realizar saltos, con pirotecnia explotando alrededor… Todo está diseñado para exhibir la espectacularidad de este tipo de vehículos.

Conforme avanzamos y vamos sumando victorias, se nos irán dando nuevos aspectos para personalizar nuestros vehículos, así como desbloqueando otros Monster Truck para nuestro disfrute, pudiendo contar con hasta 40 vehículos diferentes a lo largo del juego, pero con un montón de personalizaciones que nos permitirán hacer que las posibilidades se multipliquen exponencialmente. Hay que tener en cuenta también que en breve se lanzará un DLC con nuevos vehículos y más añadidos para el disfrute de los amantes de esta disciplina.

Aparte del modo un jugador, también tendremos disponible el modo multijugador online, así como un modo de pantalla partida, para compartir carreras con amigos en modo local. Tanto solos como en compañía, disfrutaremos de un buen puñado de horas enzarzados en carreras, exhibiciones, personalización de vehículos y adquisición de otros nuevos, lo cual resulta bastante divertido a nivel global.

Gráficos.

A nivel gráfico, el título luce bastante bien gracias al uso de Unreal Engine 5, pudiendo ver la textura del caucho de las ruedas de los Monster Trucks, con sus brillos y sus animaciones de movimiento. Aparte, el diseño de la estructura de los vehículos queda realista, con su chapa y sus lunas ofreciendo su brillo inicial y pudiendo ver como se va deteriorando, mojando o ensuciando en cada uno de los eventos, con el añadido de poder quedarnos sin el envoltorio de los vehículos y ver como quedamos únicamente con las barras interiores anti-vuelco.

Los circuitos y entornos tienen también un buen diseño, aunque en ocasiones se notan un poco faltos en alguna que otra textura, dándonos como un quiero y no puedo que podría haber quedado algo más pulido para un mayor realismo. Aún así, la experiencia a nivel global, no queda del todo mal en su conjunto.

Lo único que falla un poco son las físicas, con colisiones poco realistas y algunos efectos que no acaban de convencer al 100%. Por otro lado, hay ocasiones en las cuales la cámara no queda del todo afinada, haciendo que la experiencia se lastre un poco.

Sonido.

Pasando al apartado sonoro, disfrutaremos de melodías que pegan bastante bien con el tipo de competiciones que iremos afrontando a lo largo del juego. Aparte, los sonidos de motores, derrapes, golpes, etc., consiguen crear una atmósfera muy bien acertada a nivel general.

Dispondremos de voces en español latino, sobre todo en la parte de las explicaciones iniciales de los controles de los vehículos. En las carreras escucharemos en muchas ocasiones voces en inglés, gritando y exaltando algunas de las acciones que se van realizando.

Conclusión.

Estamos ante un título bastante divertido, sin llegar a ser la panacea de los juegos de carreras pero aportándonos grandes dosis de diversión y espectacularidad de principio a fin, acordes al tipo de vehículos que se nos presentan.

Por ello, y pese a tener puntos por pulir, estamos ante un buen título para disfrutar solos o en compañía. Que rujan los motores, y prepararos para emociones fuertes. ¿Estáis preparados?