Crítica: “Más allá de Flashpoint”. Queremos más del Batman Flashpoint.
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Flashpoint para siempre
Combina la espectacularidad del género con el misterio y suspense del Batman de toda la vida, aunque sea Thomas Wayne
Geoff Johns regresa a Flashpoint alejándose más de la espectacularidad del género que de los suspenses o thrillers que también pueden encontrarse en estos ámbitos. Más propio en Batman que en Flash, de ahí que si había alguna duda sobre si esto volvía a ser otro team up sacacuartos entre el de Keystone City y el de Gotham, para nada. Esto va sobre Thomas Wayne flashpoinesco y toda la riqueza que puede producir este pequeño universo desarrollado en la serie original y sus miniseries. Otra cosa es que para explicar el porqué volver a todo esto sí utilice al Batman canónico. Sí es verdad que podría haber obviado el recurso de introducir a nuestro Bruce Wayne, a Rip Hunter y a Los Señores del Tiempo, presentando una historia nueva de este universo. Como si el reseteo tras Flashpoint no hubiera ocurrido y el final de la saga para Thomas Wayne hubiera sido un error en el matrix olvidando que en otra linea temporal su hijo sigue vivo y se está tomando la misión desde unos parámetros más suaves, alejado del Wayne padre que parece más el Vigilante que Batman. Pero creo que las molestias de Bruce para mantener viva la realidad de su no-padre consiguen una trama secundaria bastante inmersiva, tanto por el toque sentimental en lo filial como por el rubicón que acaba de cruzar colocando a Rip Hunter como una amenaza bastante chunga. Un melón que para próximas historias puede dar grandes momentos.
En cuanto a Thomas, decir que bajo la supervisión directa de Johns tenemos un personajazo para siempre. Aparte de saber más su vida como vigilante justiciero letal y su organización, entre filántropo y señor del crimen, tiene delicias que dan para serie regular. La decisión de tomar al Pingüino como versión oscura de Alfred, tanto en servicio como en consejo, es demasiado brillante para agotarlo en breves interludios entre actos. La introducción del hijo de Harvey Dent como personificación redentora de los dos personajes amplía todavía más el dramatis personae de estos dos y demuestran que Johns sigue siendo un escritor como la copa de un pino.
Y desde luego vuelve a demostrar que en puzzles mentales y misterio con un punto de policíaco, el tío es más que competente. Se mueve como nadie en la espectacularidad conceptual del género en plan Sinestro Wars, pero en ámbitos noirs con elementos de ci-fi, es brutal.
En lo que respecta a la intriga y al misterio, la parte principal del arco, destaca la nueva versión de Dos Caras y Robin. No hay historia alternativa de cualquier superhéroe diferencial que gire conceptualmente lo máximo posible a sus principales secundarios y villanos. Aquí lo mismo, y si ya comprobamos lo que pasó con el Joker en la miniserie Batman Flashpoint, pues eso, sorpresas continuas, pero con sentido, cariño y saber hacer.
Eduardo Risso se encarga del capítulo cero en el dibujo, la introducción en los planes del Batman de la línea temporal tradicional, el Batman Flashpoint y el enemigo en las sombras. Un asesino de individuos ligados a lo espacio temporal que obsequiarán al lector con momentos cliffhangers y de auténtico impacto. Como la obra empieza con un ambiente tan opresivo y cruel, con situaciones de auténtico drama, todo muy negro y gris, Risso es perfecto para esto. Al margen obviamente de que fue quien se encargó del dibujo de la pedazo miniserie Batman Flashpoint.
El grueso en el apartado tráfico lo dirige Xermánico, un profesional bastante eficaz en el campo superheroico y en sagas corales, con mucho pijameo alrededor. Como la excusa de la historia mueve a Thomas por todo el universo flashpoint, los encuentros con la crisis Themyscira- Atlantis sacan momentos muy jugosos en lo dramático que su arte representa a la perfección con splash page muy molones. Como una de las tramas laterales es una potencial invasión kryptoniana, Superman tiene su hueco y por tanto, la espectacularidad visual también. Y habrá más sorpresas.
El grueso en el apartado tráfico lo dirige Xermánico, un profesional bastante eficaz en el campo superheroico y en sagas corales, con mucho pijameo alrededor. Como la excusa de la historia mueve a Thomas por todo el universo flashpoint, los encuentros con la crisis Themyscira- Atlantis sacan momentos muy jugosos en lo dramático que su arte representa a la perfección con splash page muy molones. Como una de las tramas laterales es una potencial invasión kryptoniana, Superman tiene su hueco y por tanto, la espectacularidad visual también. Y habrá más sorpresas.
Esperemos que Johns vuelva con más de su Thomas Wayne y siga reimaginando el universo de este Batman más allá de Flashpoint.
Flashpoint Beyond 0-6, DC Comics. Más allá de Flashpoint, ECC Ediciones. 232 páginas. Color. Cartoné. Pvp: 30 €.