Crítica: “Salitre”. Las dos tragedias de Mariló López.
General
Guion
Dibujo
Historia
Personajes
Edición
Emoción pura.
Sucinto análisis de dos épocas unidas por la tragedia.
Si a primera vista parece que la obra nos embauca en una historia generacional de una familia radicada en Cádiz, utilizada para mostrar los usos y costumbres de distintas épocas y la composición sociológica de la provincia a medida que pasan los años, realmente me encuentro con dos historias independientes entre sí conectadas por un mismo personaje y los setenta años que abarcan pero entrelazadas por la tragedia, dos golpes terribles en su vida. Eso es lo que despista, porque hay más personajes que llaman la atención, pero desde luego la clave de todo es la historia de Mariló en dos momentos históricos muy diferentes y ubicados en un mismo lugar.
La historia de la niñez de Mariló, donde la preeminencia de la mala relación entre su padre y su tío es lo que la mueve a través de la Cádiz de esa época que revienta por la tragedia de la explosión del polvorín de agosto de 1947, está llena de costumbrismo y melancolía narrativa interrumpidos por grandes planchas y estampas fijas llenos de momentos íntimos y cotidianos que tiene un deje nostálgico y contemplativo para con sus personajes. Si hay momentos en los que la acción transcurre con normalidad y se cuenta mucho en pocas páginas, entremedias nos encontramos con momentos descomprimidos marco a marco, ralentizando pausada y lentamente el tiempo de la lectura entre acontecimientos de peso en la vida de sus protagonistas, como por ejemplo un niño nadando en el mar o el paso lento de una procesión por el se que aprovecha un padre para hablar con su hijo.
El tono visual de la primera parte es muy oscuro, con el gris en diferentes texturas como metáfora del ánimo de ese tiempo, resaltado además por la tristeza que produce el nulo vínculo entre hermanos, y choca frontalmente con el colorido de la segunda parte. Una paleta de colores muy viva como dando a entender que las fotografías de la anterior época son en blanco y negro y han sido superados por las imágenes a todo color. Cuando parece que el trauma de su niñez corta abruptamente el ritmo para adentrarnos en una intrahistoria familiar con un elenco más coral, es cuando poco a poco se aprecia la segunda tragedia en la vida de Mariló. Si por el siniestro del 47 no perdió físicamente a su madre pero mutiló cualquier esperanza de tener buenos recuerdos con ella para siempre, resulta que entrada en la mediana edad sufre la tragedia personal más dura.
El recurso del tiempo detenido se repite pero aquí con momentos más difíciles y crudos, además con recursos visuales más abstractos en unos y metafóricos en otros. Como si pretendieran simbolizar el pesimismo constante y que germina con las escasas posibilidades de futuro de su descendencia.
José Luis Vidal presenta una obra con mucha fuerza y muy contundente en lo emocional, donde la simple mirada de hechos desconectados y autónomos entre sí realmente son puntos conectados hacia el desastre. Uno de forma lineal y otro de forma retroactiva.
El arte de Jorge González es muy rico en registros. Por un lado hay facetas muy plásticas y pictóricas, sobre todo en las páginas completas, como cuadros de momentos pero con diversos estilos pictóricos, pero también hay geometrías y cosas tipo pop art. Incluso las secuencias más puramente narrativas tienen en momentos una composición muy fotográfica.
La edición es exquisita. Página de alto gramaje para sostener las masas negras de una parte y las coloridas de otra, pero sin la sensación de que parezca que estamos delante de una pantalla digital con imágenes escaneadas. La dimensión del libro es perfecta para contemplar la fuerza narrativa de las cosas que pasan y de las que no se muestran explícitamente pero apreciándose la congoja del momento.
Salitre es más que la historia de una familia y sus épocas, es la vida sin más, llena de malos momentos pero donde entremedias los hay buenos, para tomarlos y seguir adelante.
Salitre, Spaceman Project / ECC Ediciones. 216 páginas. Color. Cartoné. Pvp: 35,00 €.