Crítica de Beholgar, para Nintendo Switch.

Los amantes de los juegos del estilo metroidvania están de enhorabuena, ya que Serkan Bakar Games ha desarrollado un título que bebe de lo retro para presentarnos una aventura divertida y repleta de peligros.

Vuelta a la nostálgia.

Publicado por Dolores Entertainment y en formato físico por Tesura Games para PS4 y Nintendo Switch, nos llega Beholgar, una aventura inspirada en Las mil y una noches que nos transportará a un mundo en peligro, donde un malvado hechicero ha invocado a un terrible dios para sembrar el caos y la desesperación en el mundo.

Aquí aparecerá nuestro protagonista, un Bárbaro que acaba de regresar a su hogar, encontrándose con el peligro y debiendo adentrarse por cavernas, castillos y bosques, en aras de restaurar la paz eliminando toda amenaza.

Beholgar es un título que se nos presenta con un pixel art 2D de la vieja escuela, haciéndonos sentir como aquellos tiempos, cuando jugábamos en alguna recreativa a títulos como Rastan, o Haunted Castle, o bien en consolas de 8 bits, a juegos como Castlevania, Metroid o Ninja Gaiden, por poneros un poco en contexto de lo que podréis encontrar en este título que hoy os presentamos.

Un Bárbaro contra todos.

Nuestro protagonista tiene un aspecto al más puro estilo Conan, con su larga melena, bien musculado y con una espada como arma principal en un principio, así como diferentes tipos de armas arrojadizas a distancia. Así, podremos movernos con un scroll lateral, avanzando por diferentes ubicaciones y debiendo orientarnos para seguir avanzando, o bien volver a desandar el camino en ocasiones, con el fin de abrir una puerta o acceder a una ubicación concreta que no hemos podido explorar anteriormente.

Uno de los puntos interesantes del juego se basa en este aspecto, el de no depender de niveles que tenemos que ir superando para avanzar, si no que podremos ir prácticamente donde queramos, siempre que podamos acceder a una zona concreta con nuestro personaje, lo cual no será tarea fácil.

Como hemos comentado anteriormente, en un principio contaremos con una espada y diferentes tipos de armas arrojadizas que podremos ir recargando conforme eliminemos enemigos, ya que estos soltarán monedas, joyas, vida, antídotos y armas a distancia. Mas adelante podremos conseguir algún que otro arma más potente para acabar con los enemigos, o algún que otro jefe final que intentará acabar con nosotros.

Avanzar y guardar.

Dispondremos de una barra de energía, la cual se irá agotando conforme recibamos daño o caigamos en alguna trampa (cosa muy probable a lo largo de la aventura). Si morimos, deberemos empezar de nuevo desde el último punto de control que hayamos encontrado, estos puntos se representan en forma de hogueras con calderos, siendo muy importante encontrarlos para ir almacenando nuestro progreso.

Y es que el juego es difícil, dado que iremos encontrando zonas repletas de plataformas, algunas de ellas de las típicas que se deshacen cuando saltamos sobre ellas, y otras que desaparecen y aparecen continuamente, obligándonos a calcular nuestros saltos para alcanzar un determinado lugar.

Habrá zonas que en un principio parecerán inalcanzables para nuestro personaje, pero conforme avancemos, conseguiremos unos anillos que nos irán dotando de nuevas habilidades, como la de engancharnos a los bordes, cosa que no podremos hacer de primeras, o crear bloques donde saltar hacia zonas que parecían imposibles de alcanzar, entre otras.

Un mundo extenso.

A lo largo de un extenso mapeado nos encontraremos con todo tipo de peligros, con un total de 50 enemigos diferentes, trampas, fuego, fosos de pinchos… Todo un compendio de dificultades que pondrán a prueba nuestras habilidades a los mandos, saltando, esquivando y eliminando enemigos, activando plataformas o encontrando las llaves de alguna puerta, alguna zona oculta repleta de tesoros o zonas difíciles de acceder que no nos llevarán a ningún lugar al alcanzarlas. Todo es posible en esta aventura.

Encontraremos algunos personajes a lo largo de la aventura, algunos de los cuales nos irán contando un poco más de la trama, y otros que nos permitirán comprar diferentes armas, pócimas curativas, etc. Siempre que dispongamos de suficientes monedas para tal fin.

Personalmente, pese a que la duración total del título es de unas 4/5 horas, aconsejo probar una y otra vez sin desanimarse cada reto que se nos presenta, pues es probable que nada más empezar quedemos abrumados por la dificultad de avanzar por plataformas y eliminar enemigos al mismo tiempo. Con paciencia y perseverancia siempre obtendremos la recompensa de avanzar un poquito más y poder guardar nuestra partida en el punto de control, lo cual será toda una satisfacción para nuestros sentidos.

Gráficos y sonido.

A nivel gráfico, el juego cuenta con un pixel art muy bien realizado, con unas animaciones del protagonista y los enemigos bastante bien conseguidas, así como el mapeado de cada uno de los diferentes niveles a los que iremos accediendo, todo ello con una paleta de colores muy vistosa que los amantes de este tipo de títulos retro sabrán apreciar de principio a fin.

A nivel sonoro, contaremos con una banda sonora compuesta por 8 temas, gracias al talento de Andrea Baroni, que nos transportará a aquella época de los 8 bits, donde la música nos deleitaba con melodías épicas que hacían volar nuestra imaginación. Por otro lado, a nivel de efectos de sonido, podremos escuchar golpes, explosiones, gritos y efectos mágicos, los cuales completarán la experiencia al 100%.

Conclusión.

Y no quiero extenderme más, pues como habréis comprobado, el título tiene todos los ingredientes para sumergiros en una aventura como las de antes, de esas que se disfrutan a golpe de mando, repitiendo patrones y buscando la forma de avanzar, con esa satisfacción de encontrar una nueva pantalla que explorar…

Mi experiencia ha sido más que satisfactoria, pues me ha traído momentos de nostalgia y diversión a raudales. Es por ello que os aconsejo darle un tiento a este título, estoy seguro de que si os va lo retro, lo vais a disfrutar a tope.