Crítica: “BATMAN, Reptil”. Killer Croc no estaba amortizado.

Uno de los principales valores de Batman es que encaja en todo tipo de géneros sin forzamientos. Detectivesco, criminal o policial, por supuesto. Pero ciencia ficción también, por los cachivaches y los conocimientos científicos de Wayne en varias materias. Incluso en el espacio o en el fondo de las profundidades no rechina. Y no lo menciono por la JLA, sino por esos derivados cienciaficcioneros en la que cualquier invención le permite manejarse en estos ámbitos. Quizá el tema sobrenatural le puede desencajar pero si a Spiderman le funcionó sin problema, porque a bats no. Obviamente, sus villanos son los que permiten estos campos de acción, sobre todo en lo primero, pero como muchos exprimen hasta el final conceptos muy de ciencia ficción, todo encaja. Por lo tanto, el terror y el suspense o el thriller no pueden ser menos. En cualquier caso, en personajes así con todos sus posibilidades y galería de villanos, cualquier combinación es posible. Pero con Batman es con quien más se puede elegir género. Superman es raro verle en una historia de asesinos en serie y a Green Arrow en el espacio (salvo si le acompaña Hal Jordan, como O´Neil y Adams dejaron bien claro) pero Batman no, sólo o acompañado. Pero sin duda en el terror y el suspense es donde se maneja igual que en el policiaco y criminal, en realidad casi van de la mano, pero cuando nos referimos al terror de verdad aún con elementos de otros géneros, Batman sobresale igual que Constantine o Demon, por ejemplo. Porque sus villanos son terroríficos solo con verlos. Killer Croc es uno de ellos. Y en esta obra, más que nunca. Lo bueno es que no es tanto por el enfoque a priori de su mitología sino por un giro en esta. Por una barrabasada de Ennis que analizada una vez leída es un movimiento de avispero de estos que muchas veces se piden a gritos. Huye de convencionalismos y de presentar una “nueva historia de” más de lo mismo y conservadora para desarrollar un nuevo enfoque y posibilidades nunca vistas sobre Croc. Pero de un alucinante que parece irreal. Una ideaza que lejos de chirriar y de patinar, tiene unos encajes muy sólidos y sorprendentes.

Además es un Ennis contenido y sobrio, con algún chascarrillo de humor negro y pose artificial molón en Batman, pero bastante equilibrado. Sobre todo engrandeciendo el statu quo desarrollado en Croc para que aparezca verosímil en cuanto a las reacciones de los encartados. Las situaciones provocadas por este nuevo rumbo no pueden caer al vacío y las réplicas y contestaciones de los personajes, sobre todo de Batman y Killer Croc tienen la inteligencia del escritor irlandés.

Y a partir de aquí y de una idea tan potente por la que nunca veremos igual al clásico villano de la serie, pues de todo. Apariciones de los principales villanos, aterrados y sobrepasados por los acontecimientos, criminales de perfil muy bajo como conejillos de indias para mayor disfrute de Wayne y unos momentos terroríficos de monstruo tipo “Alien Resurrection” brutales.

Una historia de esta naturaleza y ambiente, y además sin chorradas verbales ni visuales, requiere un autor que maneje muy bien el tono e iluminación que una historia tan oscura necesita. Liam Sharp utiliza aquí su registro fotorrealista y pictórico para alegrar la vista a unos lectores abrumados y anonadados por la potencia de la historia y situaciones. La propuesta del escritor cala tan al fondo gracias y la interpretación del artista. La sensación gráfica obtenida es la de que todas las páginas están en negro salvo por el hilo de luz que permite ver casi a escondidas la acción.

Reptil no es otra obra de más de Batman, ni siquiera otra más en su faceta más terrorífica o de suspense. Ya no sólo por los cambios planteados sino porque deja claramente señalado que las buenas ideas y enfoques originales están y estarán en Batman o en cualquier serie, aunque sus personajes cumplan ochenta y cinco años o los que sean.

Batman: Reptilian 1-6, DC Comics. Batman: Reptil, ECC Ediciones. Cartoné, 160 págs. Color. Pvp: 19,95 €.