Crítica: «Wonder Girl 1», buscando su lugar

La primera aparición de Yara Flor como nueva Wonder Woman se produjo en Estado Futuro y suponía una toma de contacto con el personaje tanto para la artista que se iba a encargar de ella en su nueva serie, como para los propios lectores. En aquellos dos números se dejaba bien claro el potencial de esta fuerza de la naturaleza, temperamental e indomable… pero se explicaba poco de su origen. Ahora llega su serie regular, que ECC Ediciones ha decidido publicar en tomos de tres números y que, por desgracia, sigue sin esclarecer demasiado.

Joëlle Jones ejerce como artista completa, guion y dibujo, con la ayuda en ocasiones de la ilustradora Adriana Melo. Es, por tanto, cómic de autor. Como ya sucedía en aquel evento donde la pudimos conocer, el trabajo visual que realiza la artista es absolutamente impresionante. Yara Flor se muestra tan encantadora y arrebatadora como poderosa, con dibujos y composiciones sólidos y bien construidos. La historia se desarrolla a ritmo lento y sin demasiadas explicaciones…

Yara vuelve a su hogar, Brasil, buscando respuestas a sus orígenes y, de paso, ofreciéndonoslas a nosotros como lectores. Pero eso solo es su intención, porque el viaje quedará truncado con la aparición de ciertos personajes que van detrás de ella… y no con intenciones demasiado amistosas. Parece que la misma existencia de Yara supone un peligro, pero nada se cuenta sobre esto. Y es lo peor de este volumen, porque en solo tres números no nos da tiempo a entender lo que está pasando. Faltan cómos y porqués, quedando una aventura muy trepidante pero en la que nunca terminamos de entrar. Y da algo de rabia, porque la lectura es muy gratificante y disfrutable… pero también desconcertante.

Encontramos un variopinto elenco de personajes que interactúan unos con otros, pero al no acabar nunca de rematar en explicaciones, nos sentimos muy intrigados… hasta llegar a ese abrupto final. Quizá hubiera sido mejor publicar el arco argumental entero y no partirlo a mitad, para conseguir una lectura más satisfactoria

Hemos dicho que en algunas páginas la dibujante Adriana Melo se encarga de sustituir a Joëlle Jones. El cambio es significativo y toda la personalidad y fuerza del trazo y composición de Jones se diluye en el estilo de Melo, mucho más convencional aunque no exento de fuerza.

La entrada de esta nueva Wonder Girl en el Universo DC es realmente satisfactoria. Ya intuíamos un personaje poderoso y prometedor, que se confirma con estos primeros números de excelente composición… pero que son insuficientes para hacernos una idea cercana de quién demonios es Yara Flor. Esperamos que la autora tenga las ideas bien claras en su mente y DC le deje trabajar al personaje, su próxima llegada a la Liga de la Justicia y sus apariciones en otras series (va a ser cada vez más habitual) auguran que ha llegado para quedarse. Desde luego no le falta encanto ni potencial.

La clave en la edición de ECC Ediciones está en su periodicidad. Este formato elegido, que parte los arcos argumentales justo por la mitad, es totalmente anticlimático y solo se salva si no hay un lapso de tiempo demasiado largo entre número y número. Nosotros ya estamos cautivados con Yara y, cuando vuelva a las librerías, también lo hará a nuestra web.