Crítica: «Santa Familia», Piel, Agua y Tierra.
General
Guión
Dibujo
Personajes
Historia
Edición
Muy Recomendable
Un buen retrato de familia extrapolable a cualquiera. Mirada auténtica y realista, aunque cómica, a las vidas de sus protagonistas.
Todos venimos de familias disfuncionales. Esa es la realidad: la familia ideal que nos venden las películas o la publicidad, no existe. Todos tenemos o hemos tenido nuestras «cosillas» y en el interior de una casa, con la convivencia diaria, surgen los problemas. Que sí, que el amor familiar o fraternal o como sea, existe… pero no deberíamos camuflar siempre la realidad en su faceta más cruel o amarga. Recordamos las teleseries americanas donde las familias conviven felices, con un disgusto o dos por episodio, pero que al final todo son besos y abrazos. Al igual que con el mito del amor romántico, la armonía y paz familiar eterna es una quimera. Hay que aceptarlo.
Esto lo cuenta muy bien el maravilloso cómic que tenemos entre manos, Santa Familia. Obra de Eider Rodríguez y Julen Ribas, se publicó por Ikastolen Elkartea, en 2018, ganando el Premio Euskadi de Literatura 2018 en la categoría Literatura infantil y juvenil (algo que dice mucho de cómo se considera el cómic en nuestro país, porque no se trata de una obra orientada a ese público aunque pueda leerlo y disfrutarlo, claro)
Lo recupera Grafito Editorial y lo lanza en un formato europeo que le sienta de maravilla, lo que nos da la opción de disfrutarlo y traerlo para todos vosotros. Porque vale la pena recomendarlo.
Desde la primera viñeta nos presentan a sus protagonistas: Sorkunde Garai, una mujer de 40 años (desde hace tiempo, cada aniversario, sigue habiendo un «40» en su tarta). Y en las primeras páginas se nos describe, con una precisión maravillosa y una sensibilidad que no está reñida con el humor, como es su vida y como llegó a conocer y a casarse con su esposo, Teodoro. El relato salta a este y a su periplo hasta conocer a Sorkunde. Acto seguido el cómic nos presenta a Nora, hija única del matrimonio. Y así, encadenando sucesos y personajes, los autores nos muestran una familia tan típica y estrafalaria como la de cualquiera.
La narración es prodigiosa y excelente en esta novela gráfica. Porque sin darte cuenta y a través de simpáticas y (en apariencia) sencillas escenas cotidianas, nos han pintado con todo detalle el presente y el pasado del trío protagonista. Apenas una docena de páginas nos han bastado para conocerlos en profundidad, por dentro y por fuera, sus defectos y sus cualidades. A través de sus diálogos y de los dibujos, en todos los detalles que se muestran y se cuentan, está la esencia de estos tres convivientes. Esa es la asombrosa habilidad artística de Eider y Julen. Y es solo el principio de la obra, porque llegará una sorpresa por boca de Nora, la hija, que dejará pasmados a los padres y sorprendidos a los lectores. Pero eso no lo contamos.
A través del humor y del realismo más patético se nos cuenta esta sencilla historia que relata mucho más de lo que parece. Desde ese extraño gato hasta la psicóloga, todo está puesto ahí para que le demos una vuelta, porque insistimos: leer sobre esta irreal familia es un poco vernos a nosotros mismos. Eider Rodríguez es una gran escritora que sabe adaptarse al medio que es el cómic, algo bastante complicado y que suele jugar malas pasadas a muchos escritores llegados de otros medios. Sin embargo, ella sabe ceder espacio a la ilustración, que también cuenta cosas, a su manera, y entrar al trapo cuando hace falta con diálogos inteligentes y certeros. Adecuados siempre.
Julen Ribas es un consagrado ilustrador que se apoya en la línea clara del BD para incluir personajes de complexión muy real pero con leves retazos cercanos al cartoon. Con un uso del color y de la luz siempre correcto y enfocado a la narrativa sencilla y comprensible. Con algunas páginas inolvidables (ese traumático desayuno con la imagen congelada y el cambio de luz) y con momentos memorables… y no falta el guiño al friki a través de, por ejemplo, las camisetas que gasta el tontorrón de Teodoro.
Santa familia es un cómic que nos ha pillado por sorpresa y nos ha encantado en todo su conjunto. Su cuidada edición, su increíble narrativa literaria y gráfica, lo convierten en una obra de obligada recomendación. El problema más grande que tiene esta obra es su extensión, pues en menos de 50 páginas se acaba esta maravilla y, tal como empezamos a leerlo, lo devoramos del tirón. Hubiéramos querido que durase más, aunque digan que lo breve es dos veces bueno. Meterse dentro de la casa de esta familia es una delicia, con ellos compartimos risas y momentos ridículos… ternura y amor sincero y, a veces, destructivo.
Vamos, casi casi como en la casa de cualquiera.
Recordad que se puede adquirir desde la web de Grafito (hasta el 27 de Marzo es la pre-venta, con regalos y añadidos) y en librerías a partir de Abril.
- Santa Familia. Grafito Editorial
- cartoné. 48 pp. color. 16 €