Crítica: «Horizon Forbidden West», la leyenda de Aloy
Historia
Jugabilidad
Gráficos
Duración
Imprescindible si tienes PlayStation
La continuación del Mítico Horizon es todo lo que se puede esperar... y más. Un prodigio técnico y narrativo. Un gran juego.
Guerrilla Games lleva realizando exclusivos para Sony desde hace ya varios años. Su saga Killzone, que empezó en 2004 para PS2, ya destacaba por su calidad… pero estábamos muy lejos de saber hasta donde iban a llegar. Este Horizon Forbidden West se sitúa entre lo más alto del catálogo de exclusivos para PlayStation y, de momento, es el juego más potente (con todas las connotaciones que tiene esa palabra en el plano «videojueguil») que hemos disfrutado. Si su versión para PS4 te puede dejar con la boca abierta, la evolución que marca en PS5 es totalmente alucinante.
Pero vamos a ir paso a paso, intentando no olvidar nada, en esta modesta review de uno de los juegos más tremendos que hemos tenido posibilidad de disfrutar.
Para empezar, su predecesor ya marcaba barreras prácticamente inalcanzables para otros títulos y otros estudios. Horizon Zero Dawn era un despliegue de técnica y de narrativa, absorbente y sensacional. Sus mecánicas, que no innovaban sino que reutilizaban (sabiamente) cosas tales como el sigilo, la fabricación de pociones y armas/munición, el combate y el uso del arco como arma principal… sus mecánicas, digo, estaban implementadas de manera exquisita para integrarse en una historia y un mundo que, ahora sí, marcaba una palpable diferencia en cuanto a originalidad y plasticidad.
Su narrativa, que se apoyaba en un apartado técnico sobresaliente y en una sensacional localización de textos y voces, creaba el entorno perfecto para atrapar al jugador más exigente, que caía rendido ante esa puesta en escena y su gran y accesible jugabilidad. La historia nos contaba como Aloy, la protagonista, una paria Nora, realizaba una cruzada particular en busca de respuestas. Nos encontramos en la Tierra, mil años en el futuro y con una civilización reducida a tribus y clanes, mal-aprovechando los pocos recursos tecnológicos que han sobrevivido. Una especie de Neo-Era de las Cavernas. Y todo está infestado de máquinas salvajes, a modo de animales imposibles que en vez de piel, huesos y músculo tienen cables, engranajes y placas de metal.
El viaje de Aloy se convertía en un crecimiento del mismo personaje al tiempo que íbamos conociendo cómo y porqué el mundo había llegado a ser así. De donde venían las máquinas y quién o qué las había construido. De una paria descastada a la gran heroína salvadora de Meridian. Pero tras las largas horas de juego del primer Horizon no todas las preguntas quedaban contestadas… ni todos los conflictos resueltos.
Seis meses después de aquellos acontecimientos arranca, ahora sí, Horizon Forbidden West.
Lo primero que vamos a comprobar es el salto gráfico. Salta a la vista la evolución y el tiempo (y el dinero) invertidos. No solo Meridian y este extraño mundo se ve mejor, más vivo y colorido y luminoso, sino que los personajes gesticulan y se mueven con una naturalidad asombrosa. El largo prólogo sirve para ponernos en situación y marcar el objetivo central del juego: debemos viajar al Oeste Prohibido para encontrar la salvación del planeta y cerrar, de una vez, todo aquello que quedó pendiente en el título anterior. Por supuesto, no vamos a contar nada de los giros y traiciones, de las sorpresas que nos vamos a llevar en nuestro largo peregrinar por las peligrosas nuevas tierras que se extienden más allá del terreno conocido. Porque las hay a raudales.
Si en Meridian y el Este Aloy es una leyenda que todo el mundo respeta con entregada devoción, en esas nuevas tierras volvemos a partir de cero y sentiremos auténtico desamparo. Los tenakth se encargarán de ello. Son los salvajes que habitan esas tierras, divididos en clanes y con una sed de violencia que no es normal. A veces, las máquinas-animales que encontramos, son el menor de nuestros problemas. Y esos solo será al principio, porque nada entrar en los terrenos prohibidos, la historia dará un giro radical.
Personajes conocidos y otros nuevos se cruzarán en nuestro camino, todos recreados con la perfección que rebosa en el título… incluso reconoceremos algunos de los actores y actrices a los que han sometido a capturas de movimiento y de rasgos faciales. Estos ayudarán a conformar la genial historia que se irá desplegando ante nosotros conforme avancemos por el juego. A veces serán ellos los que nos ofrezcan las misiones (principales, secundarias o encargos), así como facilitarnos armas, armaduras u objetos o las pistas para fabricarlos.
En este aspecto hay que apuntar que el juego ofrece las mismas armas y flechas que en el título anterior… y las amplía con varias más. ¡Necesitaremos todo el poder de fuego posible para sobrevivir en el Oeste Prohibido! Pero en esta ocasión, para fabricar armas, mejorarlas, etc. no podremos hacerlo en cualquier sitio, sino que debemos buscar un banco de trabajo. Otra novedad es la cocina… pues podremos consumir suculentas recetas culinarias que mejorarán nuestros atributos de manera temporal. Otro aspecto mejorado para la ocasión es el árbol de habilidades. Dividido en categorías como «cazadora», «guerrera», «trampera», etc. nos permitirán aprender técnicas y/o mejorar cualidades, de una manera más completa y compleja, potenciando el aspecto RPG del juego.
Otra de las cosas que pronto descubriremos (y que agradeceremos) será la capacidad de planear. En determinado momento «robaremos» a los enemigos un artefacto que nos permitirá descender suavemente desde grandes alturas y, de paso, cubrir grandes distancias. Gana así es juego el verticalidad, ya no estamos con Aloy siempre a ras del suelo y los cielos pasan a formar parte del mapa… sobre todo cuando aprendemos a cabalgar animales-máquina voladores. Espectacular.
Otra novedad: podemos bucear con Aloy. Y esto, que parece algo básico y poco trascendente, se convierte en un potente componente del juego por dos razones. Primero porque gráficamente las profundidades del agua y los movimientos de buceo de Aloy son increíblemente realistas y un regalo para los ojos. Y segundo porque, con otro elemento que adquirimos durante la aventura, podremos mantenernos bajo el agua sin penalización por respirar. Se abre así un nuevo entorno jugable que se suma a los mencionados (terrestre y aéreo), como es el medio acuático. Parece que no le falta nada a este Horizon Forbidden West.
Quizá la pregunta sea si vale la pena jugarlo en PS4 o solo la versión de nueva generación ofrece todas estas increíbles mejoras. Evidentemente, este juego está pensado para ser disfrutado en todo su esplendor, con la nueva máquina de Sony. A la evidente mejora gráfica, aumento de fps y demás, hay que añadir los casi inexistentes tiempos de carga o la sensación del mando háptico. En PS4 tardan unos segundos en cargar algunas texturas, hay más niebla y algún pequeño error puntual de los controles que hemos detectado. Pero eso es todo. La aventura de Aloy se puede disfrutar perfectamente en PS4 aun a costa de sacrificar temas de resolución o esas pequeñas molestias (tiempos de carga y demás). En este aspecto, el esfuerzo que debe haber hecho Guerrilla Games para adaptar este juego a la consola anterior debe haber sido titánico. Y resumiendo… si aun no posees la PS5, este juego te hará disfrutar de tu (ya) vieja consola como parecía imposible llegar a hacerlo. Otro punto a destacar es que la versión de PS4 puede ser actualizada gratuitamente a PS5.
El primer Horizon presentó un mundo y una historia sensacionales… y esta secuela se encarga de afirmarlo como una IP consolidada y con futuro. Un trabajo tan perfecto en todos los niveles es más que suficiente para llevar a Aloy y su mundo a formar parte indivisible de la historia de los videojuegos. La sensación de recorrer Meridian y el Oeste Prohibido es alucinante, un mundo absolutamente vivo con su vegetación y fauna, con sus máquinas vivientes y con su mapeado colosal, repleto de secretos y lugares por visitar donde nos espera cualquier cosa. Un territorio lleno de aventuras y personajes que van confeccionando la historia que cuenta el juego, que es sensacional… pero que también van dando forma a un universo tan particular y original como rico y atractivo.
Cuando se conjugan todos los aspectos en un viedo-juego para sumar… factura técnica y jugable impecable, narrativa dinámica e interesante, etc… no podemos más que rendirnos ante él y disfrutarlo al máximo. Una de esas experiencias en videojuego que te hace amar el medio y da sentido a tantas horas frente a la pantalla.
Y, por supuesto, esta no es la ultima vez que veremos a Aloy ni su extraño mundo futuro. Además de los proyectos que hay abiertos os aseguramos que le queda cuerda para rato.