Crítica: «Inmersión». Joe Hill en estado de gracia.
General.
Guión.
Dibujo.
Historia.
Edición.
Sin lugar a dudas, el mejor tomo publicado hasta la fecha por Hill House Comics.
ECC acaba de publicar el último tomo de la editorial Hill House Cómics, que como sabéis, está dedicada al terror. Cada volumen es una historia autoconclusiva, compuesta por diferentes equipos creativos, cuya calidad hay que reconocer que ha tenido sus altibajos a lo largo de este año, pero que finaliza con una historia realmente interesante. Inmersión está escrito por Joe Hill, dibujado por un impresionante Stuart Immonen al que acompaña el colorista Dave Stewart, cuyo trabajo hemos visto recientemente en Gideon Falls.
La historia comienza en la isla Attu en Alaska. Tras un tsunami devastador una base naval americana comienza a recibir señales de auxilio de un barco. No es nada extraño, tras el tsunami están recibiendo muchas, lo que sí es extraño es que pertenece a un barco de exploración llamado Derleth, que desapareció en 1983, hace 40 años.
Analizando la señal descubren que el Derleth está encallado en Sinnick, un atolón por el que disputan Rusia y EE. UU.. Enviar al ejército a investigar el barco podría ser tomado como una ofensa por parte de los rusos, pero el barco pertenece a una empresa americana y tienen derecho a ir a por él, así que para evitar crear un conflicto político, contratan a una empresa externa que pertenece a los hermanos Carpenter, especializada en rescatar tesoros submarinos. En esa misión de rescate también participará la bióloga marina Moriah, y David Lacome, un alto ejecutivo de la empresa a la que pertenece el Derleth. Juntos irán a investigar por qué desapareció el barco e intentarán recuperar los cuerpos que encuentren, porque el Derleth llevaba a bordo una tripulación de 22 personas cuando desapareció. El problema comienza cuando lo que encuentran allí, no son muertos precisamente.
Mas que un cómic, tenemos la sensación de que estamos ante una película de terror de los 80. Al final del tomo hay una entrevista a Joe Hill donde cuenta que se inspiró en La Cosa, de Carpenter, para realizar esta obra y podemos ver varios guiños a ella a lo largo del cómic. Estamos ante una historia muy bien contada, en las primeras páginas conocemos a los protagonistas, que son personajes sólidos y bien construidos, y con apenas unas pinceladas nos presentan sus relaciones y motivaciones para que desde el principio nos centremos en el misterio. Hill combina escenas más pausadas con otras repletas de acción, y aquí es donde se nota la experiencia del guionista ya que logra que ambas resulten igual de interesantes, consiguiendo que el ritmo de la narración no decaiga y vaya in crescendo conforme avanzan las páginas.
Ya he comentado que este trabajo se parece más a una película que a un cómic, y esto se debe en gran parte al trabajo de Immonen a los lápices, que es simplemente espectacular. Cuando Joe Hill contactó con él para proponerle este trabajo llevaba un año retirado del cómic. La propuesta de Hill le pareció tan interesante como para que dejara su retiro, y menos mal que lo hizo ya que este tándem de autores funciona a las mil maravillas.
En una entrevista que hay incluida al final del tomo, el dibujante comenta que nunca antes había dibujado terror y he de decir que ha entrado al género por la puerta grande. Si analizamos el cómic, observamos que casi todo transcurre en lugares cerrados como un barco o una cueva. Incluso cuando los protagonistas están en tierra firme es en una isla y no pueden escapar de ahí. Estar encerrado constantemente crea una sensación claustrofóbica que te mantiene en tensión en todo momento. La composición de página es clásica, casi parece más un storyboard que un cómic. Los paisajes son inmersivos y detallados cuando tienen que serlo, cuando aportan información a la escena. La caracterización de los personajes también es excelente y son muy expresivos, incluso los que aparecen de fondo que no aportan nada a la trama. El trabajo de Immonen es impecable y combinado con el color de Stewart, el resultado mejora todavía más, ya que al utilizar colores oscuros y apagados todavía refuerzan más el tono de terror y angustia que posee la obra.
En este tomo, Joe Hill nos reafirma lo buen escritor que es. En tan solo 6 números que componen este tomo, tenemos una presentación de personajes con la suficiente información y desarrollo como para que los conozcamos y suframos con ellos, se plantea un misterio muy interesante y tenemos un desenlace, que si bien no es redondo del todo y nos suena a otros productos que ya hemos visto antes, es más que aceptable. Perfecto para quien quiera disfrutar de una historia de terror.
- ECC Ediciones. Cartoné. 168 pp. color. 19,95 €