Crítica: “LOIS LANE, Enemiga del Pueblo”. Retrato de una Dama.

Recopilada la maxiserie en un único volumen, quizá a primera vista pueda antojarse como el formato idóneo para disfrutar de la misma. Pero echándole otro vistazo, llego a la conclusión que con independencia del gancho principal que arrastra a los personajes a lo largo de sus doce grapas y que son imprescindibles para unir los puntos, es que cada episodio puede funcionar con autonomía. Y ello porque cada hito en el tour de force de Lane (como el de Renee Montoya, coprotagonista de la obra, esto es un team up en toda regla) tiene una serie de paradas costumbristas que presentan distintos matices introspectivos que se suelen difuminar en episodios o sagas de calibre más superheroico o de grandeza en la acción. Estas pequeñas estaciones, en cuanto a Lois Lane, permiten explorar y conocer su vigente relación con su marido, con su hijo, con su padre, con su editor, así como sus inquietudes vitales en lo social, político, económico y en el estatus de Superman en la vida de la gente. En general, es una puesta a punto absoluta del personaje cuando no se han tenido oportunidades más profundas de análisis en el pasado. Lo mismo pasa con Montoya, si bien en menor medida, porque su rol es llegar a donde la periodista no puede y porque lleva la mochila del componente superheroico de la serie que impide que se escarbe menos en su trasfondo personal. Estas surgen cuando interactúa con Lois (que al revés también pasa, aunque sin forzar), pero aún así son momentos que permiten rascar las capas superficiales de nuestra querida Question. Otra puesta a punto a partir de las claves creativas que Rucka inició en “Gotham Central” y en “52”.

De ahí que el escritor se vuelva a sumar un punto a su marcador profesional como hábil narrador de thrillers políticos y criminales con retratos humanos acertados en entornos de fantasía. Añádese que consigue de forma coherente volcar sus tramas a entornos místicos y sobrenaturales sin que la narración chirríe ni se desmorone. Y desde luego, volverse a destacar como escritor de roles femeninos fuertes e inteligentes, sin que suene a estadística bienrollera.

Los elementos principales donde las dos protagonistas van a expandir todas las posibilidades a las que me he referido antes combinan el noir, la política ficción y periodística, las relaciones familiares y la fantasía sobrenatural y superheroica.

En el dibujo se encuentra Mike Perkins, elección bastante acertada según el tono del texto de Rucka al imprimirle su estilo tan realista y expresivo. Las atmósferas tan negativas de los ambientes favorecen su buen hacer en la iluminación incluso en entornos más normales como puede ser la habitación de un hotel o un bar. Se aprecia un filtro visual que oscurece todos los lugares y paisajes en sintonía con el contexto y los hechos planteados. Como la historia descubre gran cantidad de tramas corruptas y criminales, los alardes coloristas muy características de trazos más limpios quedan descartados. Como su arte recuerda mucho a autores tipo Neal Adams y Brent Anderson, parece que estamos leyendo una historia de DC pasado por el rasero de Astro City. Y no está mal.

Finalizo destacando el episodio sexto, que profundiza con los efectos del evento “El Incidente Leviatán”. A pesar de que se nota que esta saga editorial entra con calzador en la historia, interrumpiéndola, como ya antes se habían manejado conceptos familiares para Lois en el binomio Kent/Lane, esta casualidad encaja a la perfección, al permitir la reflexión de sus sentimientos hacía su padre. Como las consecuencias de este personaje son trascendentes para su hija, que mejor que aprovechar que precisamente hay una serie dedicada a ella para tomar una salida auxiliar y ahondar más con el perfil creativo desglosado de Lois. Un capítulo absolutamente coherente con el rumbo de la serie. Soberbio y muy emocional.

Lois Lane 1-12, DC Comics. Lois Lane: Enemiga del pueblo, ECC Ediciones. Cartoné. 304 páginas. Color. Pvp: 32 euros.