Crítica: «Project Zero: Maiden of Black Water», fotografía post-mortem

El Monte Hikami es sinónimo de misterio. Turbias leyendas de asesinatos y apariciones rodean el lugar, antaño paraíso turístico, convertido ahora en centro de visitas para viajeros morbosos atraídos por su creciente y truculenta fama. Por si esto fuera poco, actúa como un imán para los suicidas, que deciden acudir a sus inmediaciones para quitarse la vida… contribuyendo todavía más a su negra leyenda.

Últimamente se están produciendo desapariciones de jóvenes y nosotros, a modo de tutorial, vamos a tomar el control de una de ellas… conociendo en primera persona qué es lo que les ha pasado y dando inicio a una pesadilla que tendremos que desentrañar. Si nuestro corazón aguanta.

Esta es la sugerente y sobrecogedora premisa inicial de Project Zero: Maiden of Black Water, un juego que fue lanzado en Wii U allá por 2014 y que llegó a nosotros un año después. Su intención era aprovechar el Game Pad de la consola como Camara Obscura (luego explicamos lo que es) para dar nueva inmersión a la conocida mecánica que tiene esta saga. En Koei Tecmo han decidido rescatarlo para las consolas actuales y el 28 de Octubre de 2021 sale su nueva versión, que se trata del juego original remasterizado, con todos los añadidos y una suculenta lista de novedades que os detallaremos luego.

Lo tenéis disponible en PS4, PS5, Xbox One, Xbox SerieS/X, Switch y PC… y nosotros lo hemos disfrutado, desfibrilador a mano, para poder contároslo en todo detalle…

Turismo del misterio

Como decíamos al principio, nos encontramos en las inmediaciones del Monte Hikami, conocida como la Montaña de la Muerte. Leyendas y sangrientos dramas se entremezclan para hacer de este un paraje sobrecogedor: avistamientos nocturnos de extrañas mujeres vestidas de manera ceremonial, suicidas que acuden al lugar y sus espectros que se aparecen después para repetir sus últimos momentos, gritos, lamentos, susurros y seres ectoplasmáticos dispuestos a abalanzarse sobre nosotros. Pasear por los umbrosos alrededores del monte y por sus abandonadas edificaciones es toda una pesadilla… pero vamos a tener que hacerlo.

Controlamos a tres personajes que protagonizarán alternativamente los capítulos de los que se compone el juego. Tenemos a Yuri Kozukata, Miu Hinasaki y Ren Hojo. Cada uno de ellos explorará las localizaciones del monte siguiendo determinados objetivos que, en conjunto, nos ayudarán a componer el puzle que conforma el misterio y la maldición del lugar. Nos enfrentaremos a espíritus atormentados en la mayoría de las ocasiones… pero cuidado con esa(s) Dama del Agua Negra que dan título al juego, pues ellas tienen la clave y supondrán los enemigos más duros de vencer.

Los movimientos de los personajes y de la cámara son algo acartonados o bruscos, heredados de la consola para la que fue creado, pero no es algo que llegue a molestar porque, cuando pasamos a manejar la cámara, todo se vuelve más fluido y mucho más manejable… y menos mal.

En cada capítulo tendremos que completar una misión o un objetivo que nos llevará a recorrer diferentes lugares del Monte maldito. Iremos descubriendo así, poco a poco, el misterio que envuelve el lugar gracias a aquello que «vivimos» y a las notas y diarios que encontramos aquí y allá. La historia es fascinante y nos recuerda al mejor «terror japonés» que tan de moda se puso hace unos años. Hemos disfrutado a golpe de susto (que los hay, y muchos) mientras hemos ido desvelando el reguero de tragedias y sucesos que envuelven el lugar.

Fotografías post mortem

Para enfrentarnos a estos seres del más allá haremos uso de la Cámara Obscura. O mejor dicho, de distintas versiones de este objeto, pues cada personaje tiene la suya, con unas características concretas. Se trata de una cámara de fotos capaz de «ver» a los seres del otro lado. Es decir, que mirando por la cámara podremos ver a los fantasmas y, realizándoles fotos, seremos capaces de exorcizarlos y darles descanso. Pero no es tan sencillo…

Cada vez que logramos una buena fotografía (hay que encuadrar al espíritu y procurar que salga bien) se desprenden de él unas esferas espirituales que orbitan alrededor del ente. Si logramos meter al fantasma y a las esferas en el mismo plano con una fotografía, el daño que le hacemos es definitivo. Ni que decir tiene que hay espíritus más complicados de vencer (como esos niños fantasmales que corren que se las pelan, o el suicida ahorcado que se abalanza sobre nosotros desde arriba, por poner dos ejemplos) así que tendremos que ir afinando nuestras dotes de «fotógrafo del misterio». Menos mal que por el camino también encontramos items como hierbas medicinales o carretes de foto mejorados que hacen más daño y son más eficaces. También hay diferencia entre las Cámaras Obscuras de los protagonistas pues, mientras una hace un disparo y recarga en poco tiempo para realizar el siguiente… otra lanza ráfagas de fotos, pero tarda una eternidad en cargar. Con las cámaras también podremos descubrir objetos ocultos o desvelar determinados secretos, que no todo va a ser tirar el corazón por la boca cada vez que activamos la cámara.

El monte es un personaje en sí mismo, imponente y amenazador… y sus fantasmales moradores son los perfectos habitantes. El terror está servido. Otro elemento a tener en cuenta es el agua (no está en vano en el título) porque, además de ser determinante en la leyenda/maldición del lugar, es un elemento climático más… e importante también a nivel jugable. Cada vez que entremos en lugares con agua, o la lluvia nos empape, aumentará un medidor de humedad (en la imagen de arriba está abajo, a la derecha). Si este llega a llenarse, seremos más vulnerables a los ataques de los espíritus y más fácilmente detectables.

Contamos también con una especie de don, de sexto sentido, que nos permite percibir los entes espirituales y nos servirá de ayuda para guiarnos en algunos de los escenarios. Estos no son demasiado complicados, pero en ocasiones se tornan laberínticos (como por ejemplo, el bosque) y ese poder nos permitirá localizar el camino correcto a seguir. Este peculiar don también tiene una utilidad interesante… e inquietante. Cada vez que vencemos a un espectro, su atormentado eco quedará unos segundos en el lugar, dándonos las gracias por liberarlo. Durante esos segundos podemos acercarnos y tocarlos… y entonces nos asaltarán escabrosas escenas de sus últimos momentos. Son imágenes muy perturbadoras que, si bien nos ofrecen cierta información, también contienen un mal rollo importante.

Con el corazón en un puño

Preparaos, porque el juego no te da tregua. Además de tener un entorno ideal para el terror, mezclando localizaciones naturales tenebrosas y llenas de vegetación amenazante con interiores de edificios calcinados o desolados… han sabido incorporar cada aparición y cada enfrentamiento en el lugar concreto, pensado a mala idea, para que estemos siempre en constante tensión. Ahora pasas por un lugar y aparecen los pies de un ahorcado… luego vas a coger un item y una mano blanca te agarra… o hay un cambio de plano y vemos una presencia pegada a nuestra nuca… los sobresaltos están asegurados y no es un juego para susceptibles.

Volviendo al aspecto jugable, el título ofrece la posibilidad de repetir las misiones para mejorar puntuaciones… aunque algunas no apetece repetirlas, del mal rato que se pasa. Podemos ver en todo momento las fotografías realizadas, incluso consultar los fantasmas que vayamos descubriendo en una especie de álbum fotográfico que se incorpora como novedad en esta nueva edición del juego. Y de novedades viene bien servida esta remasterización. Una de las que más llama la atención es su novedoso Modo Foto que nos permite pausar el juego y mover la cámara libremente, poner y quitar fantasmas y buscar el mejor encuadre para obtener la instantánea más impactante que seamos capaces de hacer.

Susurros del más allá

Un elemento importantísimo en este juego es el aspecto gráfico. Ser capaz de representar entidades espirituales, traslúcidas, amenazantes, variadas, que nos sorprendan y asusten por mucho que avancemos en el juego… no es tarea fácil. Y el juego aprueba con nota, sobre todo porque los gráficos están mejorados y puede pasar por un título actual… tanto en las escenas cinemáticas (uno se pregunta como puede verse así de bien un juego de la Wii U) como en el motor propio del juego, con ese ambientación sobrecogedora y esos múltiples detalles. Junto al clima y tensión inherente al titulo cobra gran importancia la música y efectos de sonido… una porque acompaña y sabe enfatizar sin molestar y la otra, porque es absolutamente impecable. Imaginaos: susurros que no sabes de donde vienen, gritos en la lejanía, lamentos, confesiones y disculpas a media voz cuando un espíritu es vencido… además de la sensacional labor actoral de los profesionales que han prestado sus voces para los protagonistas (eso sí, en inglés o japonés). Una lástima que el juego no llegue en español, porque la historia vale la pena comprenderla en su totalidad y, aunque es cierto que no se trata de algo muy complejo, si es interesante impregnarse en ella para vivir la experiencia que ofrece el título

Gracias a esta actualización es el mejor de la saga, sin duda. Un juego que te pone los nervios de punta y consigue sobrecogerte en cada misión pero, lejos de querer salir corriendo, te invita a profundizar en el horrible misterio que rodea el Monte Hikami. Los aficionados a los títulos de terror tienen aquí un imprescindible y, los que lo disfrutaron en su día, una gran oportunidad de revisitarlo y disfrutarlo como nunca, además de contener todos esos añadidos (nuevas ropas y modelos, incluso).

Makoto Shibata es la mente detrás del producto, un genio perturbado que desde luego destila un algo de sadismo. Todo su talento al servicio del terror, una bendición para aquellos que disfrutamos pasándolo mal y nos gusta sumergirnos en uno de esos juegos que saben aterrorizar… pero también entretener y maravillarnos. Por historia, calidad, personajes y mecánica, tiene todos los elementos para tenernos horas y horas en tensión.

Visita el Monte Hikami y descubre su secreto… si te atreves.