Crítica: «Dungeon Encounters». Sencillo pero tremendamente adictivo.
Historia.
Jugabilidad.
Gráficos
Duración.
Un juego muy adictivo y entretenido que ofrece mucho más de lo parece a simple vista.
¿Quién puede resistirse a una buena mazmorra repleta de tesoros, sorpresas y enemigos?. Yo no, y por eso precisamente voy a contaros mi experiencia con el nuevo juego de Square Enix. Dungeon Encounters es un RPG clásico de estrategia y combate por turnos que está disponible para PS4, PC y Nintendo Switch. Koch ha sido la encargada de traerlo a España en formato digital y solo está disponible con textos en inglés y en japonés.
Detrás de este juego tenemos a gente muy conocida. Está dirigido por Hiroyuki Ito, responsable de Final fantasy IX y creador del sistema Active Time Battle. El productor es Hiroaki Kato, que estuvo involucrado en Final Fantasy XII: The Zodiac Age. El diseño de los personajes corre a cargo de Ryoma Ito, y la banda sonora ha sido supervisada por Nobuo Uematsu. Juntos han ideado este juego, que aviso desde ya, no es para todos los públicos.
Primeros pasos.
El juego comienza con un pequeño texto en el que brevemente nos explican que en un pueblo ha aparecido un laberinto lleno de monstruos terroríficos que han acabado con la vida de la hija de Guyselblanc, uno de los héroes del lugar. Para combatir a estos enemigos tan terribles Guyselblanc ha construido La Academia, un lugar donde varios aventureros se han reunido para combatir el mal que habita en ese laberinto y descubrir los secretos que ocultan sus mazmorras. El primer paso a realizar será elegir a los 4 valientes que te acompañarán en tu aventura. Una vez hecho iremos a la Academia, que está situada en el nivel 00, donde tras un breve tutorial podemos visitar las tiendas para comprar armas, armaduras y prepararnos antes de comenzar a descender niveles y comenzar realmente el juego.
Cada nivel está formado por cuadrados unidos entre sí que forman un laberinto. Cuando pasamos por encima de esos cuadrados cambian de color, y el objetivo es cambiarlos todos y encontrar la casilla que te permite descender al siguiente nivel. No es tan sencillo como parece a simple vista ya que hay casillas especiales que contienen números y letras que pueden ser blancas o negras.
Las casillas blancas son buenas para nuestros héroes. Pueden ser casillas donde recuperar los puntos de vida, quitar venenos y otros encantamientos, o casillas que te teletransportan de un nivel a otro. En las casillas blancas también encontraremos puzzles, que tras resolverlos, obtenemos botines bastante suculentos. Conforme avanzamos en el juego vamos reconociendo estas casillas y aprendemos que la 04 y la 05 recuperan los puntos de vida y resucitan a los héroes caídos en combate, o que deberemos ir a la 03 para habilitar las habilidades nuevas que hemos aprendido.
También encontraremos casillas especiales que son de color negro, pero a diferencia de las blancas solo significan una cosa, problemas, ya que al pisarlas se desencadenan los combates. Cada héroe puede llevar dos armas, dos piezas de armadura y un accesorio. Todos los personajes da igual que sean amigos o enemigos disponen de 3 barras. La de Defensa Física, que solo puede ser derribada con armas que produzcan daño físico como espadas o lanzas. La segunda barra es la de Defensa Mágica, que al contrario que la anterior solo puede debilitarla los hechizos y encantamientos. La tercera barra es la de los puntos de vida, que no empieza a descender hasta que no hemos acabado con alguna de las dos defensas.
Lo ideal es equiparnos con un arma física y otra mágica. No hay que preocuparse por los puntos de maná o puntos de magia ya que aquí los ataques mágicos son ilimitados. Las batallas en los primeros pisos son sencillas, para que nos vayamos familiarizando con el sistema de juego, pero conforme desciendes niveles, los enemigos son cada vez más poderosos y te obligan a estrujarte los sesos pensando en la mejor estrategia para atacar en ese momento. Es la mejor parte del juego, valorar tu mejores opciones de ataque, elegir el arma adecuada, cualquier cosa que nos permita salir victorioso y con las menos bajas posibles. Cuando ganamos un combate adquirimos puntos de habilidad, dinero, y si hay suerte, algún equipamiento para nuestros héroes.
No solo de batallas vive el gamer.
Además de los combates, el juego esconde más sorpresas ya que en algunos niveles hay puzzles escondidos. Podemos encontrarnos casillas aisladas del resto a las que a las que a simple vista no podemos acceder, o un mapa con una x que marca un lugar, o descubrir unas coordenadas de un botín que está escondido unos niveles más abajo. Eso sí, aquí no disponemos de ningún mapa que nos ayude a ubicarnos en la mazmorra, solo las coordenadas en las que nos encontramos, así que me he visto en más de una ocasión tomando apuntes de la ubicación de lugares importantes. Los puzzles son un quebradero de cabeza maravilloso que proporcionan mucha satisfacción cuando son resueltos y que además, aportan variedad al juego.
Esta aventura homenajea a los clásicos RPG de tablero y los gráficos son acordes a este tipo de juegos. La propia Square Enix ha declarado que querían unos gráficos muy sencillos para que el jugador se centre en la aventura y en la resolución de los puzzles. Entiendo perfectamente la propuesta y la veo acertada, pero han escatimado tanto en detalles que el resultado es algo sobrio. El juego prácticamente no tiene historia, ni una intro propiamente dicha ya que comienza con un cartel en el que dice que hay una mazmorra llena de malos. Es un juego de cuadrículas en 2 dimensiones, podemos desplazarnos arriba/ abajo y derecha/izquierda y solo vemos en pantalla a un personaje de los 4 que llevamos, ni siquiera vemos al grupo entero avanzar. Los laberintos están situados sobre un fondo que se repite durante bastantes niveles y lo mismo sucede con los fondos de las batallas. Los combates son estáticos y salvo alguna animación de rayos o flechas cuando se lanza un ataque, solo disponemos de una foto y las barras de energía de cada participante. Entiendo que un juego de este tipo no haya cinemáticas de invocaciones espectaculares ni nada por el estilo, pero sí que echo en falta algo más para que los escenarios no queden tan vacíos. La banda sonora es prácticamente inexistente mientras exploramos la mazmorra, solo escucharemos algún sonido de viento o una gota de agua cayendo al suelo. La música sonará durante los combates, en los que suenan riffs de guitarra que acaban siendo cargantes por su repetición.
Resumiendo.
Es un juego que he disfrutado mucho, en serio, aunque entiendo perfectamente que no sea atractivo para un público mayoritario. No tiene historia, el tutorial es demasiado básico, tan básico que me enteré de casualidad de que al subir al piso 00, La Academia, se guarda la partida. Os aseguro que saber eso me habría ahorrado mucho tiempo ya que si pierdes la batalla y mueren tus personajes tienes que volver a empezar el juego de 0. Sobre el apartado gráfico y la banda sonora no voy a repetirme, son mejorables. Entonces ¿Qué es lo que lo hace tan bueno?. Pues la respuesta es muy simple, es un juego tremendamente adictivo. La parte estratégica de los combates es muy buena y aunque sean por turnos, sentía la misma tensión y apretaba tan fuerte el mando como en un combate al uso. La enorme satisfacción que sientes cuando resuelves los puzles aunque en algunas ocasiones me han llevado por la calle de la amargura. La alegría que sientes al completar el nivel y querer bajar enseguida a explorar el siguiente, a ver que sorpresas y enemigos vas a encontrarte esta vez. Eso es lo que lo convierte en un juego tan bueno que consigue que las horas pasen volando mientras juegas, y eso no es nada fácil de conseguir.