Crítica: «Guardianes de la Noche: Las Crónicas de Hinokami» para PS4 – 鬼滅 の 刃!

¿Quién no conoce a estas alturas el que es quizás el shônen más laureado de los últimos tiempos? Ya sea en su versión manga, o anime (ya estamos disfrutando de su segunda temporada, empezando por los acontecimientos que nos relatase la película El Tren Infinito), Kimetsu No Yaiba a.k.a Demon Slayer a.k.a Guardianes de la Noche, es un pedazo de historia con aventuras, momentos melodramáticos y personajes de los que sin duda dejan cicatrices en el corazón.

Ahora, esa experiencia se traslada al mundo de los videojuegos gracias a Guardianes de la Noche: Las Crónicas de Hinokami, que hemos tenido ocasión de catar en su versión para Playstation 4. Y digo bien, que la experiencia se traslada a nuestros mandos porque si desde el principio hay algo que nos ha transmitido este título es la posibilidad de sumergirnos en la historia y de sentir que ocupábamos la piel de Tanjirō Kamado, desde el mismísimo momento de su adiestramiento con Urokodaki, el momento en que parte la roca, el instante en que se convierte en un cazador de demonios.

A partir de ahí, arranca una genial aventura cuyo desenlace serán los acontecimientos disfrutados en el film El Tren Infinito (¿se me volverá a salir el corazón del pecho por culpa de Rengoku?), empezando, claro está por la tremenda Criba Final y el enfrentamiento con el Demonio de las Manos, que personalmente tanto me impresionó la primera vez que leí el manga. El juego, desarrollado por CyberConnect2 y publicado por SEGA, me volvió a poner los pelos de punta. Se nota la experiencia del estudio con títulos de combate basados en series de anime, como los que durante años ha desarrollado para la saga Naruto o, más recientemente con el disfrutable Dragon Ball Kakarot.

Las Crónicas de Hinokami es en sí un Arena Fighter en el cual cada enfrentamiento es fluído, sencillo, con mecánicas la mar de asimilables desde el inicio y además poseedor de una espectacularidad digna de la animación de Ufotable (a veces incluso lo supera). Poco a poco se va desgranando la historia del jovenTanjirō en pos de devolverle la humanidad a su hermana Nezuko. Cada capítulo de esta historia videojueguil está compuesto por breves pero impactantes combates donde priman la agilidad, el dinamismo y la espectacularidad de ataques dignos del mejor jidaigeki junto con potenciadores o los característicos ataques especiales (asignados a un botón, aquí no hay lugar para complicarse la vida) de cada uno de los personajes de la obra (que hacen que esto sea más que un machacabotones), así como momentos espectaculares que aterrizan de la mano de vertiginosos Quick Time Events (yo soy de los que tiembla en el asiento con estos eventos en los que tu vida depende de pulsar triángulo o cuadrado en el momento adecuado) que le vienen que ni pintados a la historia, pues están justificados con el «hilo de apertura» o con determinadas técnicas de respiración por ejemplo. ¿En qué se traduce esto? En combates divertidísimos y superintuitivos donde la simplicidad es la clave que nos permite disfrutar de la espectacularidad de cada enfrentamiento.

¿Y entre batallas? Pues básicamente revivimos momentos de la historia yendo con nuestro personaje del punto A al punto B e interactuando con los escenarios y NPC que nos vamos encontrando a modo de un muy rudimentario RPG. De hecho, se echa en falta algo de complejidad en los escenarios, pero tampoco es para ponerse quisquilloso.

Pero el título no se queda ahí. Más allá de los ocho capítulos (10-12 horas) del maravilloso modo historia (ideal para quien se quiera iniciar en esta saga y fantabuloso para que los más fans del lugar revivamos momentos de leyenda) tenemos otros modos de juego, como el modo Batalla, para enfrentarnos a amigos en partidas locales u online, o partirnos la crisma contra la CPU. Y si lo que buscamos es perfeccionar nuestra técnica antes de salir a patearnos el Japón feudal de la era Taishō, también disponemos del modo entrenamiento, donde podemos decidir quién será nuestro sparring/sensei. Quizás el único handycap de estos dos últimos modos de juego sea que en un principio resultan algo limitados ya que son dependientes de nuestra evolución y avance en el modo historia, donde paso a paso iremos desbloqueando personajes que luego serán seleccionables para combatir o entrenar. Pero una vez finalizada la historia principal, tienes en tus manos un juegazo para repartir mandobles a diestro y siniestro. Ah, y no lo he dicho, pero dichos mandobles se reparten en pareja, teniendo la opciónde encadenar ataques, de alternar entre personajes, de salvarles la vida compartiendo stamina, de realizar combos duales… siempre controlando las distintas barras de vida y de ataques especiales, que es quizá donde reside la mayor de las estrategias de estos enfrentamientos.

Y volviendo al tema «desbloquear»… la cantidad de elementos desbloqueables en este juego es ingente. Personajes, vestimentas alternativas, citas, canciones… Una cantidad infinita y casi abrumadora para jugadores viejunos como un servidor, pero que seguro harán las delicias de los más coleccionistas del lugar. Y además, en estos coleccionables reside también una gran parte de la narrativa del juego desvelando por ejemplo escenas clave de la historia.

En resumen: Guardianes de la Noche: Las Crónicas de Hinokami para PS4 es una magnífica puerta al mundo de Kimetsu no yaiba tanto para quien lo desconozca como para quien ya lo ame. Pero ante todo, es un divertidísimo y épico juego de lucha con el que disfrutar de partidas interminables en casa (o a distancia) con los amigos (o con desconocidos del otro lado del planeta, up to you).