Crítica: «Roy & Al ¡Muy Machos!», crisis sexistencial perruna
General
Guión
Dibujo
Personajes
Historia
Edición
Muy Recomendable
Divertido, ácido y con ese punto de crítica y lucidez que el autor siempre esconde en su obra.
Ralf König es un talento europeo del humor gráfico y máximo exponente del cómic gay, alabado siempre por sus creaciones que se balancean entre el humor, la provocación y la reflexión. Ante una realidad existente de la que muchos apartan la mirada molestos, él la afronta con la naturalidad y la honestidad que merece y sacude los prejuicios a base de risas y gags. Su legión de fans es numerosa y cada nuevo lanzamiento se espera siempre con interés. Muy lejos queda ya ese Condón Asesino que nos lo descubrió a muchos como el gran autor que es y, desde entonces, jamás apartándose de su manera ácida y certera de contar historias, su producción ha crecido imparable.
Una de esas creaciones que ganó los corazones de los lectores fue Roy & Al, que allá por 2004 publicó Ediciones La Cúpula. La disparatada vida de dos perretes y sus humanos, rescatados ahora en un nuevo volumen que responde al título de Roy & Al ¡Muy Machos! Al es un terrier de diafragma alemán, de pura purísima raza mientras que Roy es un chucho orondo y callejero, tontorrón y bonachón. Al es un tiquismiquis al que todo le molesta y cuyos gustos refinados chocan con las maneras más burdas de su compañero… y ojalá todo quedara ahí para el pobre Al.
El humano de Roy y el humano de Al son gays y están liados. Claro, al irse a vivir juntos no solo se llevan sus ropas y sus objetos personales, también sus mascotas. Así que ahora le toca a Al no solo lidiar con un compañero perruno de baja estofa, sino con un par de homosexuales que dan rienda suelta a su pasión sin cerrar la puerta del dormitorio… ¡vaya escándalo! Y como dicen que a perro flaco todo son pulgas… os podéis imaginar que la vida de Al se torna pesadilla cada vez que sus humanos organizan una fiesta (con eróticos resultados), cada vez que se van a pasar el día fuera, cada vez que reciben una visita…
El cómic se compone de varias historias cortas en las que Al siempre resulta ofendido y sus exquisitos modales le llevan a perder, siempre, cuando no los nervios la dignidad… o ambas. Las situaciones hilarantes se suceden con celeridad y en ocasiones no puedes evitar soltar la carcajada ante la desesperación del (antes) mimado terrier. Marca del autor, el humor se mueve entre lo escatológico, lo sexual y lo absurdo… siempre buscando la risa y consiguiendo su objetivo (es imposible no disfrutar a lo loco de este cómic)… pero ojo, que debajo de las bromas y las risas se esconde la mirada directa y acusadora a la intolerancia y a los problemas que, desgraciadamente, aun van unidas algunas de estas conductas sexuales. Porque Al no deja de ser esa parte de la sociedad reprimida y acomplejada que mete sus narices (su hocico) en el dormitorio ajeno, solo para ofenderse y denunciar algo ya superado a estas alturas.
La acidez y agudeza de la denuncia jamás pasa a primer plano, permanece supeditada a la comedia loca que es la vida de Al, porque no se trata de dramatizar ni victimizarse… sino de reírse y saber diferenciar quien, en realidad, tiene el problema. Y a estas alturas casi resulta absurdo contar que Ralf König domina ese tipo de humor y ese tipo de narrativa. Con sus dibujos y composiciones sencillas construye personajes entrañables a la vez que exagerados, caricaturizados y ridículos a veces. Las nerviosas posturas y gestos de Al, los ojos inocentones de Roy, el paquetazo de su dueño marcando calzoncillos o la locaza del amigo que les visita vestido estrafalario para salir de noche, para pasmo de Al… Todo fluye en imágenes coloridas y escenas fluidas donde lo estrambótico y lo irreverente se conjuga para hacernos reír, aunque sea a costa del pensamiento conservador y reprimido del pobre perrete.
Lo peor del cómic es su duración. Es tan divertido que unas 60 páginas se nos tornan insuficientes y queremos más, que aquí no vale eso de «lo bueno si breve…» Queremos más Ralf Konig, más de su cómic trasgresor y provocador, de sus bromas disparatadas y libres… y más de este par de perritos tan encantadores como diferentes. La extraña pareja de cuatro patas con la que hemos pasado algunos de los momentos más divertidos que hemos leído últimamente en cómic.
- Roy & Al ¡Muy machos! Ediciones La Cúpula
- rústica con solapas. 68 pp. color. 14,50 €