Crítica: «Mientras Duermes». Miedo a la realidad
Resumen de la Crítica
Valoración
Así es César (Luis Tosar) un conserje cuya incapacidad para ser feliz y su poder sobre
las vidas de los vecinos lo llevan a desarrollar la oscura afición de hacer daño a los demás.
Y su obsesión sé centra en la nueva vecina del 5 B, Clara (Marta Etura), que lo irrita enormemente con su carácter alegre y su perpetua sonrisa.
Se trata, más que de un film de terror, de un thriller psicológico narrado desde el punto de vista de este villano interpretado por un brillante Luis Tosar, que si bien parece haberse encasillado en este tipo de papeles desde "Celda 211", lo cierto es que lo clava, provocándonos la reacción de animadversión y repugnancia que el director busca en el espectador; el horror de ver que tales atrocidades son posibles más allá de la fantasía, en un mundo tan cercano como el de nuestra propia vida cotidiana.
Según palabras del propio director "es una manera de enseñar cómo el mal puede contaminar la normalidad".
Y la originalidad de la obra reside en esto y en el hecho de que, aunque los personajes siguen los cánones del bien y ell mal, de depredador y víctima, Balagueró nos invita a seguir los pensamientos y actos del psicópata; su falta de empatía y vacío inicial, su desesperación en busca de sentir algo mediante el sufrimiento ajeno. Y su modus operandi, basado en conocimientos adquiridos mediante series y películas de crímenes y en su situación de poder sobre los demás.
Todo aderezado con personajes como mínimo curiosos, como Úrsula, la odiosa cría que vive enfrente de Clara (pedazo de descubrimiento el de Iris Almeida) y que, consciente de las fechorías del portero, lo chantajea económicamente y acaba por constituír uno de los problemas con los que se encuentra el villano, complicando la culminación de su plan.
Escalofriantes resultan también las visitas que César hace a su madre semicomatosa y que nos hacen vislumbrar un resquicio de la terrible relación que ambos pudieron compartir en un pasado. Tan perturbadora como lo es en sí esta brillante película con la que Balagueró nos demuestra las maravillas que pueden hacerse con un gran guión, dos o tres actores y un director que roza la genialidad.
Multimillonario Hollywood, aprende.