Crítica: «DIRT 5», rally arcade al límite.
Historia
Jugabilidad
Gráficos
Muy Recomendable
Clara muestra de un género y una franquicia en estado ascendente. Puro arcade con una factura técnica de lujo.
Evolution Studios pasó a formar parte de Codemasters y, con la experiencia de haber creado MotorStorm y DriveClub, se lanzan a desarrollar uno de los títulos de referencia en esto de los rallys, siendo los responsables del juego que aquí os traemos: DIRT 5. DIRT es heredera de la mítica saga de juegos Colin McRae que, dividiéndose a su vez en dos sagas, cuenta ya con casi la veintena de títulos. DIRT es la saga más orientada al arcade y presenta, con este quinto lanzamiento, su despedida en una generación de consolas (PS4 y Xbox One) a la vez que su primera aparición en otra (PS5 y Xbox Series)
Como es habitual en los actuales juegos «fronterizos» entre generaciones, podemos actualizar a las nuevas consolas si ya compramos su versión anterior. Con ello ya os adelantamos que ganamos en calidad visual, estabilidad de frames y definición… pero sobre todo se nota en los inexistentes tiempos de carga. Por lo demás, DIRT 5 es un juego plenamente disfrutable sea cual sea la plataforma que utilices.
En nuestro caso ha sido PS4 y las horas de diversión que nos ha aportado este título han sido antológicas.
Carreras y desafíos por todo el Mundo
Para empezar, el apartado visual o sonoro te recibe con aires estridentes de fiesta, invitándote a comenzar una carrera rápida mientras termina de instalarse el resto del juego. Una vez abierto el menú inicial encontramos una nutrida lista de opciones con las que interactuar…
Trayectoria. Se despliegan ante nosotros un montón de circuitos distribuidos a lo largo de todo el Mundo y en los que tendremos que obtener la victoria (a veces no hace falta, basta con quedar en una buena posición) para poder pasar a la siguiente carrera. También nos pedirá cumplir ciertos requisitos en cada carrera, que no serán determinantes pero sí aumentarán las recompensas obtenidas al finalizar la misma. Son del tipo derrapar x veces, lograr saltos de cierta longitud, etc. Alicientes, a fin de cuentas, que aumentan la diversión y la tensión en cada carrera sin llegar a molestar y que, para bien y para mal, aumentan la sensación de arcade sacrificando realismo.
La variedad de pistas y terrenos hace que cada carrera sea distinta y la conducción tenga que adaptarse dependiendo de muchos factores… no es lo mismo una carretera en la arena del desierto en Marruecos o una pista helada (Ice Breaker). Incluso existen circuitos en los que no se ve claramente la carretera, por ser una pronunciada subida de una rocosa montaña. Diversión y puro arcade de velocidad que hará las delicias de los aficionados a este genero… pero que quizá decepcione a los más puristas ya que la dificultad no es excesivamente alta y está pensada para incentivarnos en nuestro progreso y competición.
Que gozada es conducir bajo el Cristo de Corcovado, bajo la lluvia en una noche cerrada o durante una puesta de sol en China, al ladito de las Murallas. Visualmente el juego cumple con creces y saca partido de las consolas a estas alturas de generación, en su final, exprimiendo prácticamente todo su potencial. Pero sigamos con los modos de juego…
No falta la diversión con amigos on y offline
En Online podemos jugar en distintas competiciones con hasta 12 jugadores simultáneos, multiplicando la diversión y las horas de vida del juego… además de poder hacerlo en modo offline, a pantalla partida con tres amigos más. Esta opción no es habitual en el género y se agradece que sea incluida por fin… máxime cuando en las carreras no solo se nos permite competir entre nosotros sino colaborar con los otros jugadores para lograr ciertos objetivos.
El siguiente modo de juego hará que no nos acabemos este DIRT 5. El llamado Playgrounds es un editor de circuitos divididos entres categorías: Gymkhana, Smash Attack y Gate Crasher. La primera es bien conocida por los seguidores de la franquicia y se trata de encadenar puntuaciones a base de hacer piruetas y equilbrios con nuestro vehículo. Smash Attack nos hará combatir con otros vehículos al tiempo que conducimos y encontramos el mejor trazado y con Gate Crasher podremos crear circuitos contra reloj.
Lo mejor de todo es que el manejo para la creación de las pistas es sencillo e intuitivo, rápido de asimilar y de compartir. Sí, vamos a poder compartir nuestras creaciones con la comunidad y jugar las creadas por otros usuarios… incluso probar las ya ideadas (con muy mala leche, por cierto) por los propios desarrolladores del juego.
Las dos últimas opciones del menú aluden a nuestro vehículo y desde ellas (desde el modo Garaje) podemos optimizar estéticamente nuestro coche y comprar nuevos vehículos… teniendo más de 60 disponibles sin contar los que vendrán. El tuneo estético nos permite incluir pegatinas para decorar nuestro vehículo, consiguiendo que lo personalicemos no solo en el color o con añadidos más convencionales. De esta forma podemos lucir modelos exclusivos con los que jugar también con (y contra) nuestros amigos.
Gráficamente el juego cumple de sobra y la sensación de competición y la tensión de cada carrera se benefician de su impecable aspecto visual. Las luces y sombras, el terreno tan variado (y variable) y la suavidad y velocidad de cada carrera están perfectamente recreados. Incluso el juego, al inicio, nos pide que elijamos si queremos más estabilidad de imagen o más detalle. Dado el carácter del juego, aconsejamos optar por la estabilidad… porque de definición va bien servido.
El juego llega doblado al castellano, recreando las voces de dos locutores (podcasters) que nos animan a jugar y nos ponen al corriente de lo que nos esperan con grandilocuentes frases, muy viscerales y teatrales. Porque la puesta en escena del juego es así, colorida y estridente, movida y frenética… no en vano tendremos fuegos artificiales o bengalas durante las carreras o escucharemos temazos de The Killers o The Chemical Brothers.
DIRT 5 no pierde jamás de vista su esencia y sacrifica realismo en la conducción por espectacularidad y competición, animándonos a completar y mejorar los distintos circuitos. Basa también su diversión en la variedad y versatilidad de las carreras, predominando la conducción agresiva que propicia accidentes espectaculares y piques que, sumados a su dificultad asequible, consiguen mantenernos enganchados al mando. Disfrutando.
En definitiva, un juego de conducción que no terminará de convencer a los puristas pero que hará las delicias de los amigos de la conducción arcade. Divertido, visualmente impecable y asequible. Una gran despedida para una generación de consolas a la vez que una inmensa presentación de cara a la nueva. No nos imaginamos como serán los próximos.
Lo Mejor
- Asequible en su dificultad
- Espectacular y divertido
- Sus variadas opciones de juego
Lo Peor
- Algunas carreras son muy poco exigentes
- Si eres purista de las carreras no te va a convencer
- En su amplia variedad de vehículos faltan los clásicos del Rally