Crítica: «Los Muertos Vivientes 32», Descanse en Paz.
Resumen de la Crítica
General
Guión
Dibujo
Personajes
Historia
Edición
Muy Recomendable
El final de un cómic que ha marcado época. Trágico y esperanzador al tiempo.
Todo tiene un final. Aunque sea una obviedad tiene sentido cuando hablamos de un cómic como este. The Walking Dead lleva más de quince años publicándose, llegando al número 193. Una vida tan longeva para una serie publicada de modo independiente no es ni de lejos habitual. Además, el autor (Kirkman) había manifestado en varias ocasiones su intención de alcanzar el número 300… pero llegó a un punto álgido en el que comprendió que poco más se podía contar sin desgastar historia y personajes. Por eso todo tiene un final y, en el caso de las grandes historias… debe tenerlo.
Este tomo 32 de Los Muertos Vivientes que publica Planeta Cómic contiene los números 187 al 193, los últimos de la colección. Aquí, por tanto, acaba The Walking Dead. Fin.
Las últimas páginas del tomo son una nota escrita por Robert Kirkman explicando el porqué de un final así, sin avisar. Pilló de improviso y por sorpresa. Como todo ha sucedido en esta serie, en la que los giros y muertes de personajes sucedían cuando menos lo esperabas, dejando siempre al lector a contra pié y provocando todo tipo de sensaciones. Eso buscaba con el final abrupto: sorprender y confundir, dejarnos desconcertados… y desde luego que lo consigue.
No os preocupéis, que no vamos a hacer spoiler. Los que conocéis la serie a través de sus versiones televisivas, sabed que la serie «madre» está llegando a su final… aunque otras tres series paralelas seguirán su propio rumbo. Los seguidores del cómic, es posible que no hayáis leído todavía su final, porque tuvimos la mala suerte de ver como coincidía la publicación de este último tomo con el inicio del confinamiento por el coronavirus y el cierre de librerías. Es ahora el momento de recuperar este inesperado final…
La pregunta del millón es si está a la altura. La respuesta es un monumental SÍ. Para empezar, el tomo 32 publicado por Planeta Cómic contiene más páginas de lo habitual, de largo, y el precio apenas aumenta (buen gesto) y en cuanto al cómic en sí, continúa con los sucesos en la Commonwealth, esa megaciudad desde la que la Humanidad tenía la oportunidad para reconstruirse con garantías. No era precisamente una sociedad utópica, así que la llegada de Rick y los suyos tenía todas las papeletas para cambiar la situación. Eso se gestaba en el tomo anterior y se produce en este… con dramáticas consecuencias.
La trama reúne y usa a todos los personajes que siguen activos en la serie, todos tienen su momento y su importancia y la historia transcurre de manera fluida hacia un final que no desmerece la larga historia de Los Muertos Vivientes.
Rubrica el tomo y la serie un episodio último que es mucho más que un epílogo. Es un cariñoso gesto de los autores hacia los lectores que han seguido fieles tantos años. Ata cabos mucho más allá de lo que explica el final de la serie y es un vistazo al futuro, con sus luces y sus sombras… con su esperanza y su inevitable miseria. La Humanidad es como es y el mundo zombi de Los Muertos Vivientes sacó lo mejor y lo peor de la gente, creó monstruos más allá de los zombies y héroes decididos a reconstruir la civilización. El legado de estos es lo que nos queda al final. Un final absolutamente a la altura de la serie, donde Kirkman y Adlard no han perdido pulso e impacto. Esa es la ventaja de cerrar la colección en este punto, sin acusar cansancio ni entrar en una dinámica descendente. Acaba donde y cuando debe.
Ha sido un final inesperado, pero ni defrauda ni es decepcionante. Los zombies no han acabado con la vida, ni el tedio con la serie. Los Muertos Vivientes ha llegado a su final, y lo ha hecho en su mejor momento. Como los seres que protagonizaban sus páginas, este cómic no morirá.
- Los Muertos Vivientes 32. Descanse en Paz. Planeta Cómic
- edición original. The Walking Dead 187-193 USA. Image.
- rústica. 232 pp. B/N. 8,95 €