Crítica: «Animosity vol 2. El Dragón», más que humanos.
Resumen de la Crítica
General
Guión
Dibujo
Personajes
Historia
Edición
Recomendable
La serie mejora considerablemente en este segundo arco, estableciendo mejor el nuevo mundo que narra.
Dejamos a Jesse y su perro Sandor a mitad de viaje, junto a un nuevo grupo de amigos, en la búsqueda del hermano de la pequeña que reside en San Francisco. Y lo que contaban los autores de Animosity en aquel primer tomo nos trasladaba a un mundo tan absurdo como terrorífico. En aquellos primeros números se producía el Despertar. Los animales tomaban conciencia y desarrollaban la capacidad de hablar, organizarse… e iniciaban una esperada venganza contra la hasta ese momento raza dominante: la humana.
Pero no todos los humanos se habían portado mal con sus mascotas o con el resto de animales. Por ejemplo, la pequeña Jesse siempre había tratado con cariño a Sandor y este, ahora, no iba a dejarla abandonada. Por eso, en un mundo nuevo sumido en el caos y la anarquía, Jesse no estará desvalida y su nuevo custodio velará por ella… y no estará solo. Todo esto nos lleva a la frase inicial de esta reseña. En ese punto nos encontramos.
El primer tomo se componía, como este, de cuatro números originales que apenas permitían explicar con coherencia lo que estaba pasando y daba en ocasiones la sensación de tener una narrativa atropellada y en exceso acelerada. Marguerite Bennet y Rafael de la Torre hacían cuanto podían por explicarlo todo al tiempo que incluían drama y acción, para que no perdiéramos interés. Y lo conseguían a medias.
Por suerte este segundo tomo viene a enmendar aquella historia inicial tan rápida que impedía empatizar con los personajes. Tenemos ahora tiempo de conocerlos mejor y de convivir con ellos, de conocer sus secretos y su pasado y de asistir al crecimiento natural de todos ellos, en especial Jesse. Una niña inocente que va madurando ante nuestros de manera dramática y descarnada. La serie comienza a tornarse más oscura y directa, abandonando el concepto inicial de «animales parlantes» que puede evocarnos sin querer una fábula infantil animada. Aquí la muerte y la crueldad, la supervivencia a toda costa, se abre paso a dentelladas y zarpazos… y al tiempo nos aleja de aquel subconsciente pensamiento. Ahora entendemos que esto no es El Rey León ni Madagascar… es el puñetero apocalipsis.
Marguerite Bennett se encuentra más cómoda ahora que ha explicado el mundo y su momento y se dedica a desarrollar los personajes. Ese es su fuerte sin duda, pues nos sorprende con intensos debates teológicos o con terroríficas decisiones por la supervivencia. Con una profundidad literaria prácticamente ausente en el tomo anterior que le sienta de maravilla a una serie como esta. Rafael de la Torre se muestra también inmerso en la serie, como él mismo manifiesta en el artículo que acompaña el volumen, consultando y estudiando infinidad de especies animales que ahora debe dibujar e incluso modificar para adaptarlas a su nueva situación. Sabe cuando narrar con agilidad, cuando detenerse en una conversación de peso o cuando imbuir de terror cada viñeta y cada página. Versátil y efectivo, sin lugar a dudas.
El tomo publicado está acompañado de necesario contenido extra con el que sus creadoras nos explican cómo está el mundo ahora que los animales se han adueñado de él. Mapas y fichas de personajes que nos aclaran muchas cosas y nos ayudan a situarnos mejor.
Aftershock tiene en su inventario un buen puñado de buenas series, varias de ellas en curso y esta es posiblemente la que mejor panorama tiene ante sí. Quizá sea odioso decir que Animosity es para Aftershock lo que Walking Dead para Image, pero pueden ir por ahí los tiros si las autoras saben mantener la serie al nivel que la han dejado con este segundo volumen. De momento, Planeta Cómic anuncia el tercero para dentro de un par de meses y, además, esperamos la publicación de una segunda serie ambientada en este mundo que explica y profundiza todavía más en el stau quo del mismo, se titula Evolution y también la traeremos por aquí.
Ahora que acaba la serie de Robert Kirkman encontramos en Animosity una buena sucesora.
- Animosity vol. 2. El Dragón. Planeta Cómic
- edición original. Animosity núms. 5 al 8. Aftershock
- cartoné. 128 pp. color. 14,95 €