Crítica Cómic Western 9: “Marshal Bass, Vol. 2. Asesinatos Familiares”
Resumen de la Crítica
General
Guion
Dibujo
Personajes
Historia
Edición
“Las buenas acciones nunca son gratuitas. Nosotros compartimos nuestra cena y tu compartes a tu hermana”
Marshall Bass es un ejemplo de la categoría máxima que un equipo creativo puede alcanzar cuando su compenetración es total.
Darko Macan retoma las lecciones sucias y oscuras del western. Si en el primer volumen apreciamos los excesos e injusticias sobre los indefensos, en este caso los autores hacen más compleja su presentación a través de una colección de seres miserables en una competición de malignidad total. La supervivencia como excusa para justificar la violencia sigue flotando, la única diferencia en este caso es que en lugar de pistoleros nos encontramos con asesinos en serie, y por partida doble. El punto de partida además no puede ser más intenso, ya que ambas personalidades retorcidas y malvadas coexisten en el mismo lugar provocando una potencia en la lectura muy alta. Un asesino en serie de mujeres portando el cadáver de un bebé contra los abuelos colonos de la familia de Leatherface forman un crossover con el suficiente gancho que entrar de lleno en la lectura es inevitable. Como en Black & White ya se nos presentó a River Bass y pudimos conocer diversos aspectos de su personalidad, entramos en la obra aprendidos respecto a él. Ahora será la actual coyuntura lo que aportará nuevas matices del personaje en un escenario espacial más corto en kilómetros cuadrados pero más largo en distancias, encontrándonos con grandes extensiones de terreno para mayor gloria de Igor Kordey. Y a partir de aquí la suerte de nuestro protagonista y del resto de secundarios se cruzarán con desigual resultado para todos. Y hay que reconocer que con independencia de los motivos nobles y los motivos criminales, el miedo no es ajeno a ninguno aunque cueste empatizar con auténticos canallas cuando se les ve sufrir, puesto que aquí el enemigo de mi enemigo no es mi amigo, sino un enemigo peor.
Cómo pasaba en la anterior ocasión, el humor negro se presenta en cada acto. Es asombrosa la capacidad de Macan para ridiculizar auténticas situaciones dramáticas y verdaderos salvajes gracias al uso inteligente de la violencia, demostrando el escritor que es uno de los creadores más infravalorados de la industria. Pero no solo el humor velado y sutil son los elementos capitales del relato, también lo es la credibilidad histórica de pura supervivencia que pone a prueba los límites de la condición humana y que con independencia de que las decisiones sean bien o mal intencionadas, no es inhabitual pensar que se conviertan en dolor y muerte.
En lo que al personaje central se refiere, proseguimos con su lograda y fascinante evolución personal. Su inteligencia y recursos profesionales ya fueron vistos en el anterior volumen demostrando en este que lo que entendimos no era fruto de la casualidad, sino de su ingenio y altas capacidades. Lo que se pone a prueba en este caso es su corazón, encontrándonos con un giro bastante inesperado en este sentido, que da pie a muchos más matices que veremos en futuras entregas.
En cuanto al aspecto formal y visual, el formato álbum franco-belga 240×320 mm resulta perfecto para facilitar la inmersión total en estos ambientes, gracias a la grandeza de muchas panorámicas y al escrupuloso detalle de lo más nimio. Y es este detalle realista, tanto de la naturaleza como de la arquitectura y mobiliario, lo que arroja un perfecto fondo de pantalla para el desenvolvimiento anatómico crudo y feísta de sus personajes, en clara proporcionalidad con la maldad que encierran sus almas. Cuanto peor es el personaje, más grotescas, redondas y caricaturescas son sus facciones y cuanto más bondadoso y justo es el sujeto, más limpia y realista es su forma. Como nos ofreció en la entrega anterior, Igor Kordei se reserva toda una doble página para ver al completo el recorrido de un pueblo del oeste norteamericano como si hubiera utilizado la grúa de Sergio Leone en “Hasta que llegó su hora”. Es tal el nivel de detalle de la extensa lámina, que la suspensión de la lectura es obligatoria para analizar cada centímetro de la misma, es hacer un “¿Dónde está Wally?, donde Wally está en todas partes.
Marshall Bass se ha convertido en una auténtica revelación de este año que ya termina, un álbum totalmente recomendable dentro de la sección comercial del comic franco-belga. La recuperación del western en el comic queda confirmada con esta nueva entrega, un respeto y homenaje absoluto a las obras maestras que el cine y la literatura han dado sobre el género y un ejemplo de la categoría máxima que un equipo creativo puede alcanzar cuando su compenetración es total.
Marshal Bass 02. Meurtres en famille, Éditions Delcourt. Marshal Bass: Asesinatos Familiares, ECC Ediciones. Cartoné. 56 págs. Color. Pvp: 12,95 €.