Crítica: «Adicción», historias cruzadas con un solo destino.

Cualquiera de nosotros es susceptible de padecer (o de estar padeciendo ya) una adicción. Tendemos a pensar en adictos imaginándonos a gente destrozada por las drogas o arruinadas por el alcohol… y no nos solemos parar a pensar que una adicción es algo que abarca muchas cosas más. Podemos ser adictos al juego o a las compras, a la TV o al sexo, al deporte o a la «alimentación sana». Todo aquello que nos causa un sentimiento de satisfacción tendemos a desearlo y repetirlo tantas veces como podamos o nos dejen. En la mayor parte de estas conductas no somos conscientes de nuestra adicción y, aunque muchas de ellas son inofensivas, otras tantas nos pueden llevar a tener problemas serios.

Ey, pero ya vale. No quería extenderme demasiado y solamente intentaba crear un marco para hablar de la fantástica obra que Grafito Editorial acaba de publicar en nuestro país. Se trata de Adicción, escrita por Josep Busquets, dibujada por Pedro J. Colombo y coloreada por Aintzane Landa. Fue publicada en Francia por Akileos (ahí es nada) y ahora la podemos disfrutar en esa cuidada edición con la que Grafito nos tiene acostumbrados.

Los autores nos cuentan las historias cruzadas de seis personajes que sufren distintos tipos de adicción. Algunos de ellos sin conocerse, la acción nos hace pasar de uno a otro con habilidad y talento, avanzando por la trama de todos ellos a la vez, de manera natural, y reservando para cada uno sus momentos de protagonismo. Berta es adicta al trabajo y no se da cuenta de ello… bueno, lo hace cuando las innumerables horas que pasa en su puesto son las que roba a su propia familia, a la atención de su hijo y su marido. Andrés no puede despegarse de su móvil y todo lo graba y lo sube a las redes sociales. Pero su obsesión por ganar likes y amigos virtuales le llevará a grabar y subir lo que no debe, metiéndose en serios problemas que le pondrán en verdadero peligro.

Y así hasta seis… aunque de soslayo se nos presentan algunos secundarios con sus propios enganches, pero los protagonistas están definidos con claridad. No solo el móvil o el trabajo son el foco de los problemas para los personajes, también se exploran otros más evidentes como el juego y otros menos claros, como la mentira y el engaño con afán de notoriedad. El viaje cruzado a través de las vidas de estos seis es apasionante porque se trata de un recorrido sin pausa. Cada uno de los seis se va a ir turnando para protagonizar escenas encadenadas que en no pocas ocasiones se confunden y entremezclan. Nosotros somos los privilegiados «voyeures» que asistimos a la totalidad de la historia desde la distancia que da estar al otro lado del papel.

Sin pretender ser moralizante ni aleccionador, nos muestran un espejo en el que ver reflejados problemas y conductas reales. Preocupante pero tristemente cotidiano. Además, el cómic consigue que ese viaje a través de las distintas adicciones de cada personaje tenga un final concreto para cada uno de ellos… y no todos van a ser agradables, como es de esperar.

¡Que bien escribe Josep Busquets! En serio, cada personaje es identificable por sus maneras de hablar y por su carácter… por su comportamiento y por aquello que dice, y que hace. Los diálogos naturales y cotidianos funcionan de maravilla en un cómic de corte tan real. Pero una de las cosas más prodigiosas de Adicción es la narrativa que tiene la obra, como se construye la historia global a costa de «trozos» de la vida de cada uno de los seis. Ir encadenando esas pequeñas escenas y crear con ellas un relato mayor, global y coherente, solo está al alcance de un gran guionista… y de un gran ilustrador. Pedro J. Colombo tiene mucha culpa en esto. Planos cortos y rostros de tensión o confundidos para encumbrar los momentos en los que los personajes sienten el «mea culpa»… largas viñetas horizontales que amplían el plano y recogen en una sola imagen a dos de los seis personajes… escenas que se desarrollan con vertiginosa rapidez en sucesivas viñetas, ofreciendo momentos de acción… y podríamos seguir con muchos más ejemplos de versatilidad y talento narrador (ojo a la viñeta encima de este párrafo!). Lo que no podemos hacer es seguir sin mencionar el color, trabajado por Aintzane Landa y centrado en enfatizar cada momento, con una paleta restringida de colores que ponen énfasis en la soledad angustiosa en la que cada uno de los seis vive por culpa de su adicción… aunque de vez en cuando podremos notar un atisbo de luz, de calidez, en los breves momentos que estos personajes pueden escapar a su problema.

Terminamos insistiendo en la edición que, como hemos dicho, sigue la línea de las otras publicaciones de la editorial, ya sabéis, impresión de alta calidad y extras, interesantísimos extras en los que los autores nos cuentan algún detalle de la producción y nos muestran bocetos de personajes y algunas de las innumerables portadas con las que vendieron el proyecto (todas fantásticas, por cierto). Y como siempre, la adquisición del cómic a través de la web de la editorial conlleva regalos exclusivos y la ausencia de gastos de envío.

No nos queda más que recomendar encarecidamente Adicción. Un cómic en el que se unen los autores para crear una historia sólida y coherente, profunda y con múltiples ángulos que, en el fondo, cuentan lo mismo… la esclavitud a la que podemos caer sin darnos cuenta por una de estas adicciones, por muy inofensiva que parezca.

• Adicción. Grafito Editorial
• rústica con solapas. 96 pp. color. 16,00€