Crítica: «El Día más largo del Futuro», muda profecía.
Resumen de la Crítica
General
Guión
Dibujo
Personajes
Historia
Edición
Muy Recomendable
Genial trabajo que se apoya solamente en las imágenes para contar una historia futurista con mensaje
Muchas veces se describe al cómic de una forma parecida a «una secuencia de imágenes y palabras que combinadas crean una historia». Y sin embargo, son numerosas las obras que no utilizan ni una sola línea de guión en ninguna de sus viñetas. Así sin pensar mucho, y dejando el manga Gon a un lado, me vienen a la cabeza dos obras que hemos comentado aquí en Hello Friki. Una es esa maravillosa Un Poco de Madera y Acero del maestro Chabouté… la otra es la tierna y grandiosa Un Océano de Amor, que comentamos en el podcast del enlace. En ambos casos la excelencia es notoria.
Ediciones la Cúpula acaba de reeditar otra obra de mismo estilo, 100% visual y sin un solo texto a lo largo de sus páginas. Se trata de El Día Más Largo del Futuro, del autor argentino Lucas Varela. El cómic llegó hace un par de años, pero por su temática, trasfondo y concepción, se trata de una obra atemporal que permanece vigente y, por desgracia por el mensaje que trasmite, lo seguirá estando durante mucho tiempo.
Un poco de que trata este singular cómic… nos encontramos en un futuro lejano, en el que la vida se ha vuelto una rutinaria y cotidiana mediocridad dominada por dos grandes corporaciones. El capitalismo en su máxima expresión: se trabaja sin descanso para una de esas dos macro empresas, para ganar un dinero que invertir en los productos que esas mismas empresas venden. Y solo hay dos. O estas conmigo o estás contra mi. O perteneces a una o perteneces a otra. Una sociedad absolutamente maniqueísta que lleva al adoctrinamiento más absoluto de la adoración ciega hacia tu marca versus el odio sin paliativos hacia la marca contraria.
Hasta aquí, el mensaje es evidente y claro. Es un zarandeo sin escrúpulos a nuestro propio mundo y no quedará ni un solo lector sin darse por aludido. Pero la cosa evoluciona… un ser llega del espacio exterior y trae con él un curioso objeto: un maletín que encierra suculentos secretos. Por supuesto, las dos corporaciones se pondrán en movimiento para utilizar la curiosa y ventajosa nueva tecnología… no para mejorar la vida de los suyos, sino para destruir la de los contrarios.
Ahora entran en escena los dos protagonistas circunstanciales y casuales de la historia: un anodino oficinista que vive con su anciano padre y un robot pacifista creado para pelear en combates clandestinos. Sus destinos se cruzan, en manos de las dos organizaciones, que sin miramientos ni escrúpulos harán cualquier cosa con tal de lograr sus fines.
Contar todo lo que cuenta Lucas Varela en esta obra es un prodigio de narrativa y, basándose exclusivamente en las imágenes, ese prodigio se maximiza hasta límites poco vistos con anterioridad. Porque cada viñeta rebosa información y se puede ver multitud de detalles en los gestos, las vestimentas, los fondos… En este último caso podemos captar información tanto de espacios cerrados (laboratorios, oficinas, viviendas) como de grandes panorámicas que muestran la ciudad y sus calles, sus gentes, la invasiva publicidad que todo lo llena. Es, en definitiva, un detallado muestrario de un mundo futuro que consigue, con su escrupulosa puesta en escena, tornarse sólido y creíble.
El dibujo es sencillo y claro, como exige una obra de estas características. El mensaje es únicamente visual y el autor economiza en este aspecto ciñéndose a lo esencial para no dificultar su comprensión. Aunque la composición de las páginas es, por lo general, habitual y natural, se permite algún que otro juego con el lenguaje visual del cómic, saltando entre viñetas, rompiéndolas, etc. lo que consigue que la «lectura» sea más animada y entretenida.
Otro elemento destacable es el color. Parco en tonalidades, centrándose en una paleta restringida a colores fríos y metálicos. Un futuro en el que el individuo es manipulado y usado por grandes poderes se presta a ello y podía ser retratado con más acierto que con esta elección de colores… tristes, fríos, desoladores. Pocos errores se le pueden encontrar a este Día Más largo del Futuro. La apuesta por el «cómic-mudo» es sin duda arriesgada, pero un autor solvente como Varela sale muy bien parado del desafío y nos regala una manera poco usual de leer un cómic, apoyado por una historia sólida y con mensaje. Una obra muy recomendable incluso para quien no esté familiarizado con este medio.
La decisión de Ediciones La Cúpula de reeditarlo dos años después no es solo meritoria sino de agradecer. Una obra como esta puede pasar desapercibida muy fácilmente entre la brutal oferta que cada mes llega a las librerías, así que refrescarla en las estanterías se convierte en una necesidad. Ojalá hayamos contribuido a despertar vuestra curiosidad y le deis una oportunidad a este cómic… tan heterodoxo como maravilloso y tan silencioso como profundo y, esperemos que no, premonitorio.
- El Día Más Largo del Futuro. Ediciones La Cúpula.
- rústica con solapas. 140 pp. color. 19,50 €