Crítica: A Plague Tale: Innocence. Un pequeño juego que se ha colado entre los grandes.

Es muy gratificante cuando cae en tus manos un juego de un estudio independiente y logra sorprenderte. A plague tale: Innocence es uno de esos casos, un juego que salió hace apenas unas semanas sin mucha repercusión y que gracias al boca a boca está llegando a muchos jugadores. La distribuidora Focus Home Interactive junto al modesto estudio francés Asobo Studio, nos presenta una aventura que podría pertenecer perfectamente a un estudio de primera liga porque su historia, los personajes y su nivel técnico lo merecen.  Un juego que salió a la venta el 14 de Mayo y que está disponible para PS4, Xbox One y PC.

Argumento, historia, personajes…

La historia está ambientada en Francia en el año 1348. En ese momento, la Guerra de los 100 años hacía estragos entre la población. La peste y las plagas de ratas diezmaban rápidamente a los supervivientes y la Inquisición acampaba a sus anchas aplicando su “justicia divina” entre los infieles. Bajo esta premisa tan desalentadora conocemos a Amicia, una niña de unos quince años, perteneciente a una familia noble de clase alta, que vive y juega feliz en un enorme caserón ajena a la miseria que rodea los pueblos cercanos. Amicia vive con sus padres y un hermano pequeño de 5 años llamado Hugo al que prácticamente no ha visto debido a una enfermedad que padece y que le obliga a vivir aislado del resto de la familia. Tampoco ve mucho a su madre, ya que pasa todo el día cuidando de Hugo y rebuscando entre documentos para intentar hallar una posible cura para la enfermedad del pequeño.

Un día, unos hombres a caballo entran en el caserón de la familia buscando su hermano. Al ver como esos hombres asesinan al cabeza de familia y sabiendo que será la siguiente en morir, la madre le pide a Amicia que huya de allí con Hugo y lo lleve a casa de Laurentius, el médico amigo de la familia que ha tratado la enfermedad de Hugo desde que nació, y le pidan ayuda.

Así comienza la terrible huida de estos dos pequeños que aunque son hermanos, prácticamente no se conocen. Amicia tiene una honda que puede usar para despistar a sus enemigos o incluso abatirlos, pero pronto descubrirán que eso no es suficiente. Existen muchos peligros ahí fuera y solo su ingenio y astucia conseguirán mantenerlos a salvo. Por suerte no estarán solos mucho tiempo, por el camino descubrirán a otros niños perdidos como ellos y juntos colaborarán para salir de ese infierno.

Estilo de juego, jugabilidad…

A Plague Tale: Innocence es una aventura narrativa en la que vamos explorando el terreno, resolviendo los puzles que nos encontramos en el camino y que al completarlos, nos permiten seguir avanzando. Para ello Amicia cuenta con una honda y piedras que encuentra a su paso que ayudará a nuestros protagonistas tanto a defenderse de sus enemigos, como a lanzar piedras con ella para acertar a un objetivo concreto y así resolver el puzle. Durante la aventura, lo que prima es el sigilo y la estrategia y aunque hay alguna que otra pelea que consigue que la aventura sea más variada, no es la tónica general del juego. Por el camino encontramos objetos como jarrones, que podemos utilizar para arrojarlos lejos de nosotros y así distraer a los soldados y pasar cerca de ellos sin que nos descubran. También encontraremos cuero, cuerdas, plantas y otros materiales, que podremos usar en los diferentes talleres que encontraremos dispersados por el mapa y que nos permitirán mejorar nuestra honda o crear bolsas para poder transportar mas objetos. Uno de los niños que acaba acompañándonos en nuestra aventura es Lucas, un aprendiz de alquimista que con las plantas y materiales que encontramos puede preparar recetas que ayudan a mejorar a Amicia. También podemos fabricar otros tipos de munición que nos permitirán desde encender antorchas a matar a nuestros enemigos sin llamar la atención.

La aventura es lineal, posee unos límites muy marcados en el recorrido que no nos permiten explorar demasiado los escenarios, pero esto que a priori parece una pega no lo es en absoluto. No le resta diversión a la aventura, al contrario, nos obliga a exprimirnos el cerebro y resolver el acertijo con lo poco que tenemos a nuestra disposición.

Controlar a Amicia es muy sencillo y durante el juego nos van recordando los controles importantes que debemos pulsar. Amicia y Hugo van cogidos de la mano y se mueven juntos, pero en cualquier momento podemos decirle a Hugo que se quede en un lugar mientras Amicia va sola a otro. También podemos pedirle que realice alguna acción que ella no pueda realizar, como por ejemplo, colarse por el hueco de una casa y abrir una ventana para que ella pueda entrar. Todo esto es muy sencillo de realizar y solo con una orden Hugo ya sabe qué hacer. Lo mismo ocurre con el resto de compañeros, con solo pulsar el botón de dirección podemos interactuar con un personaje u otro según los necesitemos.

El juego está dividido en 17 capítulos y según los vamos completando, la historia va creciendo y la relación entre nuestros personajes también. No es un juego excesivamente largo ni difícil, aunque es cierto que alguno de sus puzles nos pondrá a prueba más de una vez.

Gráficos…

El apartado gráfico es excelente y es lo que más llama la atención debido a su realismo. Las armaduras tanto de los soldados franceses, como los ingleses o las ropas de la Inquisición son muy detalladas y veraces históricamente. Hay muchísima labor de documentación detrás de este trabajo y no solo en las ropas, también los pueblos, monasterios, castillos y los diversos escenarios donde ocurren los hechos están igual de cuidados. En nuestro avance observamos la miseria de la gente, sentimos su miedo, vemos centenares de cuerpos descomponiéndose llenos de moscas en los campos de batalla, sangre, vísceras, miembros amputados… y no se cortan ni un pelo a la hora de mostrarnos esa barbarie.

Los movimientos de Amicia en algunas ocasiones pueden parecer algo torpes, pero no es nada grave y que hay que recordar que esto ocurre hasta en los juegos de los grandes estudios y por supuesto, no entorpece nada la experiencia.

Parte importante de esta aventura son las ratas, que son el símbolo de la peste y es una plaga que se oculta en los lugares más oscuros y recónditos de los edificios. Temen a la luz y se esconden durante el dia pero cuando anochece, salen a devorar a cualquiera que encuentren a su paso. En un principio las ratas no estaban incluidas en el proyecto, fueron añadidas posteriormente y se convirtieron en todo un reto ya que fueron una de las partes más complicadas de realizar. En ocasiones hay en pantalla hasta 5.000 ratas juntas, que aunque se comportan como si fueran una manada en cuanto a movimiento, cada una de ellas tiene su propia IA.

La iluminación está muy bien trabajada. Esto se nota especialmente en el uso de las antorchas y faroles, que son nuestra principal herramienta para hacerles frente. También lo apreciamos en los ojos de los animales, que cambian de color según la luz incide sobre ellas. Es un gran acierto por parte del equipo haberlas incluido.

También me gustaría resaltar el aspecto sonoro. El juego está en inglés con subtítulos en castellano. Las voces de los niños están realizadas por niños de verdad, lo que consigue darle mucha calidez a los personajes, te encariñes con ellos y realmente temas por sus vidas. La banda sonora está muy acorde con el juego. Es sutil y suave en los momentos más tranquilos y relajados, pero inquietante en los momentos más peligrosos, lo que ayuda mucho a la hora de crear tensión en el momento adecuado.

Impresiones finales…

A Plague Tale: Innocence es un juego que he disfrutado muchísimo por su historia, por su jugabilidad, por sus escenarios tan impactantes y su final tan sorprendente. Nuestros protagonistas son dos niños que han tenido una vida fácil, no son fuertes guerreros, nunca han tenido que huir para salvar sus vidas y no están preparados para el drama que se les viene encima. Durante todo el juego tenemos la sensación de miedo y angustia de no perder a Hugo de vista, de protegerlo, porque sin nosotros Hugo estaría muerto. Dos hermanos que son dos desconocidos, con una relación que al principio es fría y distante y que conforme se van conociendo, se va estrechando. Es una gran historia con grandes personajes.

En el tráiler de lanzamiento el actor Sean Bean (Ned Stark en Juego de Tronos), participó recitando un poema del poeta William Blake llamado The little boy lost, que es una absoluta maravilla. Lo podéis disfrutar en el siguiente vídeo.

Lo mejor

• Los gráficos.
• La sensación de amenaza constante.
• Los personajes y la historia.

Lo peor

• Algunos movimientos de los personajes.
• Las rutinas de los enemigos son muy sencillas.