Crítica: “Batman: Bruce Wayne, ¿Asesino? 01″. Anatomía de un Asesinato.
Resumen de la Crítica
General
Guion
Dibujo
Personajes
Historia
Edición
“No importa lo que hayas hecho, con tu alma nunca me rendiré”
El tomo se le del tirón, cada episodio suma, apenas aprecio baches y cuenta con diálogos bien medidos y administrados. Todo a través de una historia que si bien no es original ni rompedora, tiene la suficiente pegada como para estar atentos a sus continuaciones.
Aunque la historia avanza a través de las dos colecciones principales del personaje, las series laterales de la batfamilia ofrecen una apariencia de continuidad lineal y cronológica (salvo ligeras excepciones como las de Nightwing y Robin) inédita en este tipo de formato editorial. Lo normal es utilizar una serie central que lleva el peso de la trama y que marca los hitos más importantes, utilizando el resto de colecciones para complementar la misma. Tampoco es el típico crossover en el que cada grapa es un episodio de toda la historia alternándose de forma simétrica entre las series, sino que esconden una vocación autoconclusiva cerrada con continuarás que no llegan por varios cambios de rumbo pero que recogen los ecos de lo contado anteriormente, un poco como la peli “Prisioneros”. La lectura funciona como puro entretenimiento introducido en cápsulas autocontenidas pero también cómo suministrador de ansia para seguir devorando sus páginas en pro de averiguar las respuestas a los continuos interrogantes que se lanzan desde el principio. A pesar que en el título se lea “Bruce Wayne” no pensemos que esto es una historia centrada en el protagonista en su rol civil, estaría bueno, esto es un cómic de Batman, el auténtico yo de Bruce Wayne. Simplemente se transforma en la excusa narrativa para mover a los personajes con motivo del asesinato de una de sus novias en el interior de la mansión. Como su única coartada es su paseo nocturno vigilante diario, no puede comunicárselo ni a las autoridades ni a su defensa.
Tras un primer episodio muy de Batman, bastante bien administrado por un Rucka que le ha tomado el pulso a la serie de maravilla, el foco de atención la tiene la buena narrativa de Rick Burchett a la hora de presentar a Batman y a su nueva socia de escapada, Sasha Bordeaux, repartiendo estopa por las calles de Gotham. Con un estilo muy efectivo, en función del ritmo y las composiciones me vienen a la cabeza influencias de Darwyn Cooke, Frank Miller y Tim Sale, entintados todos por Klaus Janson. La continuación directa del episodio de entrada cambia totalmente de registro a través de una lección de guion y narrativa de nota alta. Una grapa muy potente con inteligentes diálogos y conseguida tensión dramática, sin nada de acción superheroica. Como los acontecimientos remueven a todo el elenco secundario y en sus propias series, en ocasiones los mismos hechos se ven desde otros puntos de vista explicándose en otros de forma lateral, centrándose en historias propias de sus personajes como puede ser el caso de Nightwing y Robin, afectándoles por tanto dos subtramas, la de la serie propiamente dicha y la que afecta a sus respectivas producciones, pero que dan a entender que es probable que tenga íntima relación con el suceso Wayne.
En esta primera fase de la historia, la investigación del caso no es que avance mucho, puesto que estamos hablando de la detención, vista judicial preliminar para fijar medidas cautelares y su experiencia en prisión. Lo relevante se encuentra en observar como rebota el acontecimiento en el resto de personajes, ya sea para encontrar respuestas y esclarecer la verdad, ya sea para confirmar si efectivamente Bruce Wayne ha cometido el crimen. Cada episodio centra su atención en su personaje de cabecera salvo en “Gotham Knights”, donde es Alfred el que lleva la voz cantante en un cómic en el que predomina las claves procedimentales de juicios televisivos. En el resto observamos tratamientos distintos, pasamos al procedimental de investigación de “Birds of Prey” y al de suspense y agobio dramático en “Batgirl” resaltando el lenguaje gestual tan interesante y meritorio de Damion Scott (los recursos usados con la máscara se adelantan a la peli “Deadpool”) por ser el cómic un medio muy complejo para descubrir este tipo de estilo. Centrándonos en las series “Batman” y “Detective Comics”, se nota la buena sincronía entre Brubaker y Rucka, donde a pesar de ser un cómic de consumo rápido dejan claro que en ingenio dialéctico, tempo narrativo y momentos climáticos tienen muy pocos competidores.
El primer volumen de la saga me parece una agradable sorpresa. Encuentro muy pocos motivos para nombrar alguna grapa que sobre, quizá a lo mejor las de Robin, que se alejan más de la historia central tocándola más de refilón. Tengo alguna pega por las contradicciones internas en el personaje de Sasha al entender que la forma que tiene de encajar los interrogatorios y algunas de sus reflexiones contradicen el monólogo interior de la primera grapa en la que se la ve con una fuerza anímica que creo que no se corresponde con la reacción que va teniendo a lo largo del proceso. Y no me estoy refiriendo a que dude de su lealtad con Wayne, sino que sus sentimientos a la hora de encarar los problemas no coinciden con los de su punto de partida.
El tomo se lee del tirón, cada episodio suma, no aprecio grandes baches en su desarrollo, salvo alguna excepción como los dedicados a Robin (y tangencialmente) y cuenta con diálogos bien medidos y administrados. Todo a través de una historia que si bien no es original ni rompedora, tiene la suficiente pegada como para estar atentos a sus continuaciones.
Batman 10-Cent Adventure, Detective Comics núms. 766-767, Batgirl núm. 24, Nightwing núm. 65-66, Gotham Knights núms. 25-26, Birds of Prey núms. 39-40, Robin núms. 98-99, Batman núms. 599-600: Dc Comics. Batman: Bruce Wayne, ¿Asesino?, ECC Ediciones. Cartoné. Color. 352 pags. Pvp: 32,50 €.