Crítica: “Joker: Quien ríe el último, vol.1”. Zumo de Joker para todos.

Si Lex Luthor, Darkseid o Vandal Savage tuvieron la oportunidad de motorizar determinados eventos de la editorial, a Joker no le podía faltar el suyo. La obra, que se mueve entre el drama de acción y la comedia negra, lejos de construir la amenaza directamente desde el principio para que los héroes vayan de aquí para allá desde el minuto uno, presenta a un Joker manipulador que se sirve de la galería maligna residual de la juguetería deceíta para que la suma de las partes sea superior a la individual a fin de ampliar paulatinamente el grado de gravedad a la que se tiene que enfrentar por separado la galería heroica de este universo.

Varias cosas interesantes en este primer tomo. El choque de personalidades de Joker con el resto de villanos de la editorial en un entorno cerrado e inaccesible. Alcatraz o Shawshank se trasuntan en La Losa para ofrecer las extrapolaciones al cómic de superhéroes de los estereotipos y clichés de los dramas carcelarios (sobre todo en sus encarnaciones cinematográficas). Puesto que estamos en un cómic puro de superhéroes, los carceleros son también partícipes de todo el movimiento metahumano y si bien no tienen poderes de esta condición, si tienen ciertas habilidades que les hacen ser extraordinarios. En este caso los jefes de seguridad son Oráculo y Shilo Norman, representante del universo del Cuarto Mundo como suele ocurrir en todos los eventos anuales. A partir del conocimiento del plan de Joker es cuando vemos los enfoques de los villanos en conjunto para volver a explorar las posibilidades de las asociaciones de los malos, no solo para enfrentarse al supergrupo de turno sino como generador de situaciones más satisfactorias, ya sean por la amenaza que representa, ya sean por las interacciones entre sus miembros. En este caso hay un batiburrillo de todo esto que en mi opinión se encuentra entre lo mejor del volumen.

Tanto por manipular los acontecimientos que producen combates en el centro penitenciario entre los personajes que pueblan la misma, tanto por agruparlos para lograr sus fines, Joker lleva el peso del arco principal colocándose en el protagonista absoluto del evento, algo qué se opone al esquema tradicional de este tipo de planteamientos editoriales en el que el equilibrio entre la amenaza del villano y un grupo de héroes relevantes coinciden. Pensándose que Batman podría posicionarse como contrapartida natural, queda sustituido por la Batfamilia en bloque. En este sentido el antagonista natural de Joker en este evento sería Oráculo, quien asume toda la responsabilidad de lo sucedido sin perjuicio de la guerra fría que mantienen estos dos personajes desde La Broma Asesina.

En lo que al formato físico se refiere nos encontramos con el planteamiento clásico de estos acontecimientos editoriales, una serie propia en el que los principales planteamientos del evento se presentan y desarrollan y una serie de tie ins dónde se amplia los puntos de vista de la amenaza correspondiente abarcando a cuantos más colecciones de la editorial mejor. En este primer tomo se pasa Batman y sus dos colecciones más representativas, Superman, Aves de Presa, Nightwing, Batgirl, Impulso, Azrael y Orión.

Y hay de todo en este mosaico de episodios que interpretan la jokerización de los villanos llena de versiones novedosas y divertidas. Desde historias intrascendentes que no van a ningún lado a otras de corte más épico pasando por análisis psicológicos de la situación. La mayoría ofrece un entretenimiento más puntual y cerrado pero hay otros más desconcertantes si no se es conocedor de la serie utilizada. No obstante, tampoco la monotonía contagia la lectura, hay pequeñas joyas que creo merecen su reconocimiento. Si antes hemos mencionado a Orión como una de las colecciones afectadas por el evento y miramos su fecha de publicación, un nombre aparece ipso facto, Walter Simonson. Afortunadamente para la calidad del evento, esta cabecera ha sido contagiada por el suero de Joker para satisfacción de los admiradores de este legendario autor, siendo su episodio “Ríe y el mundo reirá contigo” de lo mejorcito del tomo, tanto por su contundente oferta de entretenimiento en su estado más puro cómo por la potencia y fuerza del dibujo y narrativa del autor. La rememoración de sus mejores tiempos consigue que nos pique el gusanillo para releer su grandiosa versión del Cuarto Mundo.

Muy rescatable es el episodio “Ciudad en llamas” de la serie Batman con un Scott McDaniel al dibujo muy solvente en un arco de corte negro muy característico del protagonista donde la presencia de la amenaza global es bastante sutil, elemento que coincide con “La cuchilla” en el Detective Comics de Greg Rucka en la que la amenaza del Joker queda como mera excusa para desarrollar psicológicamente a la villana que da nombre al episodio.

Respecto a la afección del gas venenoso en Superman, la curiosidad radica en ver una versión loca y desinhibida de Lex Luthor, coincidente además en su etapa como Presidente de Estados Unidos. Lógicamente menos Luthor que nunca al carecer de todo autocontrol. Impropio en el personaje, pero muy curioso.

“Joker: Quien ríe el último, vol.1” se convierte en una buena oportunidad para recuperar de forma global un evento editorial de un villano merecido. Los que gusten de crossovers a gran escala encontrarán en su reparto comiquero la alegría de un enfoque distinto a las amenazas características de este tipo de propuestas editoriales. No es un evento universal y sí muy local.

Joker: Last Laugh Secret Files and Origins 1 USA, Joker: Last Laugh 1-3 USA, Azrael 83 USA, Nightwing 62 USA, Birds of Prey 36 USA, Orion 19 USA, Young Justice 38 USA, Gotham Knights 22 USA, Batman 596 USA, Detective Comics 763 USA, Impulse 79 USA, Superman 175 USA, Adventures of Superman 597 USA, DC Comics. Joker: Quien ríe el último, vol. 1, ECC Ediciones. Cartoné. Color. Pvp: 36,50 €.