Crítica: «Tomorrow Stories», ráfagas de ingenio que tiran a dar.
Resumen de la Crítica
General
Guión
Dibujo
Personajes
Historia
Edición
Imprescindible
La inventiva, el ingenio y la originalidad de Alan Moore al servicio del humor y la crítica.
Si le preguntas a algún aficionado al cómic por la línea America’s Best Comics de Alan Moore te elogiará el maravilloso Promethea, te recomendará el evocador Tom Strong o te hablará de lo diferente y mejor que es la versión cómic de La Liga de Caballeros Extraordinarios con respecto a su versión cinematográfica. Y si le apuras mucho, igual recuerda la fantástica serie policíaca Top Ten, donde los superhéroes llevan placa. En la mayoría de los casos dejaran para último lugar la otra serie que coexistía con ellas, que es la que hoy traemos: Tomorrow Stories. Vamos a hacerle un poco de justicia y vamos a exaltar sus virtudes y su estupendo, novedoso, irrespetuoso y magnífico concepto.
En origen, Tomorrow Stories fue una serie de doce números en grapa, publicados recientemente en un tomo de lujo por ECC, una edición a la altura de la colección. En cada uno de esos números se recogen historias cortas de distintos personajes, cada uno con unas características muy diferentes del resto, tanto en imagen, narrativa, concepto… Podemos encontrar aventuras de humor ácido y crítico, historias noir, humor absurdo, erotismo… y todo realizado con inteligencia, con estilo y con oficio. Marca Alan Moore, que sabe acompañarse de distintos artistas con los que personaliza y potencia todas estas creaciones. Cada uno de los protagonistas es un homenaje y tributo a un género, a un estilo o/y a un personaje. Pero lo mejor será detenernos en cada uno de los protagonistas que conforman este singular Tomorrow Stories.
Jack B. Quick. Se trata de un niño-genio que vive en la localidad rural de Queerwater Creek y es capaz de construir e inventar los artilugios más impensables para desesperación de sus padres y para inquietud de sus convecinos. Porque este crío es capaz de crear un sistema planetario en miniatura, de inventar motos voladoras o de capturar a los veloces fotones, que viajan a una velocidad tal que superan con mucho los límites marcados por las autoridades… y por ello deben ser juzgados. Llevando el genio del joven Jack a los límites del absurdo, Alan Moore escribe historias divertidas y memorables, con resoluciones imaginativas que le permiten lucirse mezclando ciencia, humor y exceso.
Los que hayáis leído la serie no os habéis olvidado de los gatos voladores y esa loca teoría que mezcla la capacidad del gato de caer siempre «de pie» y el dicho que asegura que una tostada siempre cae por el lado de la mantequilla. Y ahora estáis sonriendo. De la parte artística se ocupa Kevin Nowlan, con su trazo suave y preciso, recreando un ámbito rural perfecto y unos personajes ideales, sin excesos ni experimentos gráficos pero rico en detalles.
Camisa Gris es la parte noir de la serie. Se trata de un antiguo delincuente reconvertido en investigador y héroe local que se mueve entre las sombras de los callejones y entre los bajos fondos de Índigo City. Se parte la cara con mafiosos y delincuentes de poca monta y vive en una guarida secreta junto a su amigo/sirviente, su Alfred particular, de curioso aspecto como un brahman hindú, consejero y mentor. Las aventuras de Camisa Gris le llevan a vivir todo tipo de situaciones e, incluso, en una de ellas se experimenta con los viajes temporales en una historia memorable. Alan Moore despliega inventiva y se combina con el artista gráfico, Rick Veitch, para usar de manera portentosa el lenguaje particular que el cómic, como medio, ofrece. Y así experimentan con una «camara fija» dentro de un taxi, único punto de vista en la historia llamada ¿Qué tal conduzco?, por poner un ejemplo. También tenemos la curiosa aventura en forma de Musical, la que se desarrolla exclusivamente dentro de cuadros de pensamiento… Un prodigio de experimentación narrativa visual que, combinada con la prosa de Moore, es oro puro.
Telaraña también experimenta con el aspecto gráfico. Melinda Gebbie es la encargada de ilustrar a esta aventurera vaporosa, sensual, etérea… Son adjetivos que su ayudante, la voluptuosa Clarice, le repite en las distintas aventuras que corren salvando Indigo City de los malvados planes que pervertidos villanos traman en sus húmedas guaridas. El erotismo y la insinuación prima en estas aventuras, algo con lo que Alan Moore está familiarizado en otros trabajos suyos y para los que la mencionada artista se muestra ideal. Melinda Gebbie huye de recreaciones figurativas y opta por un dibujo de formas etéreas, volátiles, con muchas transparencias y pocas líneas rectas. También se permite la experimentación y podemos ver recreaciones de grabados, dibujos de corte falsamente infantil, etc.
First American y U.S.Angel es un puro disparate. Aquí es donde Alan Moore se desata y arremete con saña (y con gracia) contra los superhéroes, su derivación comercial, las editoriales voraces, la TV y los realities, los abusos de poder, el machismo… todo llevado al extremo y al ridículo, pero fácilmente identificable y acertadamente criticado con acidez y mala hostia. Aquí el dibujo es de Jim Baikie, que no intenta huir de un estilo pretendidamente convencional y fácilmente reconocible como el estandar usado en la industria del cómic de superhéroe. Ridiculiza a autores, personajes e industria misma, con total y absoluta crueldad, retorciendo la honestidad, la pureza y la valentía, tan comunes en estos personajes disfrazados, y convirtiendo esos nobles conceptos en perversión y decadencia. Tras el aspecto colorido y animado de su propuesta, First American esconde un sórdido mundo oculto. Vamos, como la realidad misma.
Salpicón Brannigan es otra locura más de Alan Moore que parece no quedarse contento con los palos y bofetadas que suelta en First American y necesita este otro personaje para insistir en su particular cruzada contra el medio. En realidad aparece cuando Jack B. Quick deja un espacio vacío en el cómic, a modo de sustitución, y lo que encontramos es un personaje hecho de tinta que cobra vida, tontorrón e inocente, que en realidad está manipulado por el editor de Kaput Comics y por su compañera, la señorita Salvapantallas, que trabaja a las ordenes de aquel, el señor Kaput. La crítica voraz y mordaz va aquí directamente a los trabajadores del medio y, ya de paso, nos divierten los autores con locas aventuras en las que Salpicón Brannigan se enfrenta a otros como él, monstruos y freaks víctimas del mercado editorial. Hilary Barta hace uso de un estilo caricaturesco que recuerda al cómic de humor, pero que llena con infinidad de detalles y está completamente plagado de referencias, guiños y sorpresas escondidos entre los fondos, realmente vivos y elaborados.
Un carrusel de historias cortas en las que podemos encontrar todo tipo de situaciones, que narran aventuras cortas de variopintos personajes pero que por regla general comparten siempre un toque concreto de genialidad, bien en la historia bien en el dibujo o, en muchas ocasiones, en ambos lados. Es cierto que algunas pueden ser tan intrascendentes como prescindibles, quizá a mitad del tomo sea cuando encontramos algunas de estas historias a las que parece faltarles esa chispa de genialidad… pero es algo pasajero y fugaz, porque el talento reaparece y permite que esta rápida sucesión de «micro-historias» sea una experiencia única y una sorpresa constante.
Y con todo, forman parte del universo creado por Alan Moore compartido por sus otras creaciones para America’s Best Comics. A Jack B. Quick y alguno más lo veremos en Tom Strong, entre ellos hay historias cruzadas, como la genialidad entre Telaraña y Camisa Gris… formando un mundo cohesionado en el que héroes tan impresionantes como Promethea comparten mundo con cínicos perdedores impresentables como First American. Eso solo lo puede conseguir Alan Moore.
Tomorrow Stories permitió a Moore realizar este tipo de creaciones arriesgadas y singulares. Sin afectar ni implicar a las otras colecciones pudo experimentar y divertirse, criticar y mofarse… siendo el resultado de todo ello esta antología de relatos que traspasa el medio y deja huella en el lector.
- Alan Moore. Tomorrow Stories. ECC Ediciones.
- Tomorrow Stories 1-12 USA. DC/Vertigo
- cartoné. 336 pp. color. 31,50 €