Crítica: «Dragon Quest. Emblem of Roto 1». El inicio de una epopeya.

La saga Dragon Quest es una de las pioneras en el mundo del videojuego en los juegos de rol con combates por turnos y, junto a Final Fantasy, la más conocida y seguida fuera de su país de origen. Desde su primer título hasta la actualidad ha multiplicado sus versiones en todo tipo de consolas, ordenadores y han saltado al anime, los juegos de mesa, cartas y, como en el caso de hoy, ha tenido mucha presencia en el manga. Un vistazo a la actualidad de Dragon Quest nos llevaría a jugar la undécima entrega recién estrenada en PS4 con el título Dragon Quest XI: Ecos de un Pasado Perdido, también disponible en PC, Switch y 3DS… pero en el caso del manga que hoy traemos, tenemos que retroceder hasta el primer Dragon Quest… o mejor dicho, cien años después.

Dragon Quest: Emblem of Roto es el manga que publica Planeta Cómics en una nueva edición de lujo bajo el nombre Perfect Edition, que consta de 15 volúmenes y nos traslada al mundo mostrado en el primer videojuego, cien años después de lo allí visto (jugado)… La paz llegó al mundo tras la caída del Rey demoníaco Baramos y Loran y Karmen, los herederos del reino, dividieron el territorio en dos. Tras cien años de esplendor entra el manga que tenemos hoy entre manos, con el nacimiento de sendos herederos en cada uno de los reinos y el regreso de fuerzas demoníacas dispuestas a corromper la bondad gestada durante esta centuria.

El reino del sur, conocido como Karmen, se prepara para recibir la llegada del heredero al trono al que iban a llamar Arus. Sin embargo, las fuerzas de la oscuridad han movido sus planes en silencio y están a punto de apoderarse de la voluntad del pequeño Arus… pero un grupo de disidentes pondrá en peligro sus vidas para proteger al pequeño y llevárselo lejos del reino. El pequeño príncipe, con su inmenso potencial de poder, crecerá oculto mientras es entrenado por sus aliados esperando a recuperar su puesto y devolver la normalidad a su mundo. Suena mucho a argumento de JRPG, ¿verdad? Es el corta y pega de infinidad de títulos de rol japoneses y, sin embargo, se trata de una historia que no pierde épica ni intensidad pese a esa reiteración.

Muchos elementos ayudan a que así sea. Para empezar, un diseño de personajes imaginativo, que mezcla presencia y simpatía, marca de la casa Akira Toriyama, creador de los personajes y el mundo de las sagas Dragon Quest. Reconoceremos en el diseño del mundo y de los seres que lo habitan el trazo y el deje del maestro creador de Arale y Son Goku, y los artistas responsables del manga, Kamui Fujiwara y Chiaki Kawamata, saben respetar esa impronta y aprovecharla manteniendo los toques habituales de humor, cachondeo, epicidad e, incluso, drama.

El primero de los quince tomos arranca esta epopeya demostrando que se trata de una historia de largo recorrido y de personajes que van a crecer y evolucionar ante nuestros ojos, a los que vamos a acompañar en aventuras sin fin y con los que vamos a sufrir en tensos combates y momentos trágicos. Una auténtica odisea oriental con elementos fantásticos y mágicos nacidos de la desbordante imaginación combinada de su diseñador, Toriyama, y de su guionista y dibujante que adaptan sus habilidades a esta inmensa franquicia de videojuegos, que tiene seña de identidad y que ellos respetan profundamente.

Una historia que avanza sin pausa, llena de aventuras y personajes encantadores y con villanos terribles y crueles que no se detienen ante nada… pero repleta de infinidad de secundarios que, de un bando o de otro, enriquecen el conjunto con sus particulares personalidades, motivaciones y esa inconfundible marca Toriyama. Una de esas sagas en las que se se pueden encontrar todos los elementos habituales en las mismas y que no puede decepcionar, que engancha y magnetiza, una vez devorado su primer tomo. Una puerta de entrada a esta saga que lleva deleitando a los jugadores desde 1986 y que es capaz de reinventarse sin traicionar sus ingredientes clásicos. Un imprescindible para los amantes del videojuego y de las grandes aventuras.

La excelente edición que lanza Planeta Cómic viene acompañada de un marca páginas de curioso diseño, muy adecuado para la obra, además de que podemos encontrar, separando cada capítulo, bocetos de personajes y de páginas en los que vemos versiones previas de los protagonistas e incluso páginas descartadas de su edición final. Un manga muy a tener en cuenta rescatado de su edición nipona de hace más de doce años pero que por su género fantástico, su calidad y personalidad, resulta tan atemporal como recomendable.

• Dragon Quest: Emblem of Roto 01. Planeta Cómic.
• rústica con sobrecubierta. B/N y color. 376 pp. 16,95 €