Crítica: “BATMAN, Final de Juego”. Starring: Joker.

Ya desde el principio, los prolegómenos de la etapa de Scott Snyder dejaban entrever la vocación ambiciosa y responsable del escritor con la serie. No tanto por las posibilidades que el relanzamiento conlleva para quemarlo todo y empezar de nuevo, sino por construir algo fresco y acorde a los tiempos audiovisuales actuales a la vez que respetuoso con la larga trayectoria del personaje. Con estructuras similares a lo largo de los distintos arcos argumentales, si algo prevalecía en todas ellas como común denominador era la proyección de una auténtica superproducción. Snyder renunciaba parcialmente al ámbito típico de ambientación nocturna del protagonista al exhibirle en cualquier franja horaria, dejando al lector una sensación fotográfica de espectacularidad transparente y sin filtro. Utilizando al dibujante perfecto para desarrollar imágenes impactantes a todos los niveles y con una claridad similar a la fotografía más cristalina, el escritor conseguía contagiar al lector de su rabiosa imaginaria visual de acción real fantaseando con el personaje en espectáculos traídos de Misión Imposible, La Jungla de Cristal, James Bond, Fast and the Furious, Mad Max, Heat, etc. No obstante, ese estilo grandilocuente lo llevó a perfiles de suspense en sus primeros intentos, con ejemplos como el Tribunal de los Búhos y la Muerte de la Familia. Aquí vuelve a llevar la serie a esos rincones oscuros del thriller, la conspiración y el terror, en una suerte de secuela de la segunda, pero sube la apuesta. Efectivamente, en Final de Juego coge lo anterior pero respeta toda la pirotecnia de los arcos posteriores sacando al Joker de su área sombría de confort para lanzarle en plena calle a cara lavada, para arrojarle a primera fila de acción, a la vanguardia del miedo y la violencia. El plan contra Batman llega a su fase final y no lo lleva a su terreno personal sin perjudicar a terceros. Lo lleva convocando a Gotham City a una barra libre de sangre, sudor y lágrimas. Joker se venga de la vida misma con la ciudad como arma definitiva.

El peso narrativo en su primer tercio descansa más en el apartado gráfico que en el escrito. Al margen de pequeños detalles en los misterios del resurgimiento del villano, los planes que se muestran al principio se aprovechan de los pesos pesados de la editorial. Una buena excusa para colocar a la Liga de la Justicia en la serie marcada por el toque Joker y para que Capullo componga una serie de páginas impresionantes a plena luz del día. Combates superheroicos en estado puro con maquinaría denominación de origen y utensilios copyright original de industrias Wayne. Cuando la noche hace acto de presencia, el siguiente escenario favorito del villano no es olvidado. Y por supuesto, para que el Comisario Gordon no se quede fuera de las tramas. El enfrentamiento Gordon versus Joker es ya todo un clásico y no defrauda. Pero lo significativo en este caso es la alternancia temporal de esta subtrama con una de Batman en otro extremo de la nueva producción del villano de juegos mentales. En efecto, sus nuevas ansias y motivaciones profundizan hasta el mismo origen del protagonista cruzando la frontera impuesta durante tantos años. Los secretos de uno y otro son explorados recíprocamente en un buen ejercicio de tensión dramática retrotrayendo la acción a la mitología creada en el Tribunal de los Buhós alrededor de la historia de Gotham. Snyder acierta de pleno al acordarse de su momento más inspirado en toda su trayectoria del personaje conectando al villano en una vertiente generacional de la propia ciudad que desde Grant Morrison no veíamos.

El hecho de llevar la acción a la calle provoca no sólo la aparición del grupo superheroico mencionado, sino la introducción de la batfamilia en su especialidad de acción, más explosiva e hiperbólica que su inclusión en La Muerte de la Familia al funcionar allí como recurso dramático para con Batman. Pero no podemos olvidar a los gothamitas. La colisión de la ciudadanía y el Joker nos ha dado los momentos más intensos en las distintas trayectorias históricas de la serie. Ya en los últimos años y olvidada la autocensura, el nivel de atrevimiento para mostrar las afecciones del villano en la población han ido aumentando. En el presente caso, teniendo Snyder todo el presupuesto del mundo, coloca al Joker en la cabeza visible de la versión batmaniana de “La Purga” (cine) o “Crossed” (comic).

El tomo se cierra con la historia de complemento de James Tynion IV, un thriller claustrofóbico llevado por una psiquiatra y su particular grupo de enfermos mentales que explora el impacto del villano en el mundo de la psiquiatría. Una pieza interesante que funciona fuera de plano a la trama principal e incita al lector a llenar la curiosidad de conocer el trasfondo emocional de un sujeto como este. Una historia tensa que no resta la calidad del volumen en su globalidad.

Batman (N52) 35-40, DC Comics. Batman: Final de Juego, ECC Ediciones. Cartoné. Color. 215 pags. Pvp: 22 €. Fecha de Edición: Febrero 2018.