Crítica: «20th Century Boys vol.3», de Kabukicho a Umihotaru.
Resumen de la Crítica
General
Guión
Dibujo
Personajes
Historia
Edición
Imprescindible
Una serie que no pierde fuelle y cada número supone una sorpresa constante. El mejor Urasawa.
No me cansaré en la reseña de cada uno de sus tomos de repetir que 20th Century Boys es un cómic imprescindible y un manga absolutamente genial. Una de las obras de lectura obligada para cualquier aficionado al medio y un motivo para engancharse a la lectura de este noveno arte. A Naoki Urasawa no hace falta presentarlo, siendo uno de los talentos del manga más reconocidos fuera (y dentro) de su país… ya solo por eso, esta obra valdría la pena ser leída, pero es que nos encontramos en el tercer volumen de esta edición definitiva que publica Planeta Cómic, ya casi mil páginas y con todas las cartas sobre la mesa… y aun así la emoción, la tensión y la fantástica narrativa, no hace más que crecer.
Si hasta ahora los saltos temporales se dividían entre el pasado y el presente, entretejiendo en ellos con sumo cuidado una historia coherente, ahora se incorpora un nuevo tiempo narrativo: el futuro (bueno, el presente para nosotros, ya que se habla del año 2014 y la obra se escribió y se publicó a finales de los ´90 y principios de los 2000). El grupo de amigos liderados por Kenji se enfrenta a la peligrosa organización Amigo, ya infiltrada en todos los estamentos del Estado, en la policía, la política, la Justicia… planeando ataques terroristas simultáneos para acabar con el mundo y establecer un nuevo orden. Y en el momento crítico… corte y a otro tiempo, al futuro. Urasawa nos impide ver qué ha pasado y nos planta 14 años después de lo que estaba contando, debemos leer atentamente los nuevos capítulos y seguir con atención a la joven protagonista que parece haber tomado el relevo de Kenji.
Es esta una parte maravillosa donde Urasawa se recrea dibujando y mostrando los bajos fondos de Tokio, donde malviven comerciantes honestos que deben lidiar con la mafia local. Personajes tan entrañables como Britney o como el pardillo policía novato, Chono, son tratados de manera exquisita y profunda para que empaticemos con ellos y nos sumerjamos más profundamente en la fenomenal historia. Y cuando los problemas llegan a nuestros nuevos y carismáticos personajes, Urasawa vuelve a jugárnosla y traslada la acción a la infame prisión de Umihotaru, donde las reglas narrativas cambian de nuevo y otros personajes aparecen como protagonistas.
La maravilla aparece cuando a lo largo de la lectura vas atando cabos a través de las pistas que el autor va soltando, a modo de impacto, al final de cada capítulo… o cuando en medio de una conversación reconoces que están hablando de personajes que han aparecido en otros capítulos, llegando a estar todo conectado por hilos invisibles que Urasawa está tejiendo con destreza. Porque eso es lo que muestra 20th Century Boys. Si das unos pasos atrás y miras la obra con distancia, reconoces un mastodóntico puzle que se pierde en un tiempo y un espacio concretos, ideados en la cabeza del autor y que, plasmados en las páginas de la obra, van saltando, pieza a pieza, hasta tu cabeza… asombrado lector.
Tampoco me voy a cansar de repetir la excelencia literaria que posee Urasawa, capaz de impregnar a cada personaje de una personalidad propia, destacada, diferente, palpable… y ojo, que estamos hablando de muchos, muchísimos personajes que, rizando el rizo, aparecerán en distintas épocas de su vida. Sumarle a esta virtud de escritor la incontestable habilidad en el dibujo. Con trazo fino y delicado nos retrata distintas épocas en distintos escenarios de una manera exhaustiva y obsesiva, desde oscuros callejones al interior de un restaurante a una panorámica de la ciudad o unas lóbregas celdas en la descorazonadora prisión de Umihotaru. Esa misma virtud artística destaca en el diseño y dibujo de los personajes, en su expresión corporal y facial y en todos los detalles imaginables que ayuden a confeccionarlos y perfilarlos ante nosotros, siendo una descripción de los mismos redonda y que completa la parte literaria.
Mantener el ritmo narrativo a través de escenas tan dispares aumenta todavía más el mérito de la serie. Nos pueden narrar una escena de juegos infantiles para saltar a una vivencia totalmente cotidiana e intrascendente o a un combate o a una escena de tensión o misterio… esa variedad que se alterna de manera tan ágil convierte la obra en un interesante frenesí argumental. Pocos elementos negativos se pueden esgrimir en contra de 20th Century Boys, siendo además la actual edición, la Kanzenban que presenta Planeta Cómics, la que una obra de esta magnitud merece.
Pronto volveremos con el tomo 4, atrapados como estamos por esta maravilla y por saber como continua todo.
- 20th Century Boys vol.3 Planeta Cómics
- rústica con sobrecubierta. 430 pp. B/N y color. 15,95 €