Crítica: «Tom Strong vol.3», de piratas, héroes y leyendas que llegan a su fin.

El tercer volumen de Tom Strong marca el final de la serie y, tal como pasaba en Promethea, marca también el final de America’s Best Comics. Sin embargo, la llegada a la meta en este caso se produce de manera distinta pero sin salirse jamás del tono de homenaje que la colección siempre ha mostrado. Aventuras imposibles, ciencia inverosímil y personajes, entornos y vehículos fantásticos permanecen inalterables como seña de identidad y como tributo eterno al pulp. Alan Moore y Chris Sprouse ceden las riendas de la serie en este tercio final para que otros autores disfruten creando sus propias historias en el universo científico de la familia Strong. Y menudos autores son los que llegan… y menudas historias nos narran…

Mark Schultz y Pascal Ferry llevan  Tom strong y esposa hasta la estratosfera donde unos seres ancestrales reivindican su lugar en el planeta y el precio que el hombre debe pagar por su abusos. Steve Aylett y Shaw McManus exploran el mundo de los sueños donde habita una soñadora que hace de portal entre la realidad y lo onírico. Brian K. Vaughan y Peter Snejbjerg exploran el pasado de Strong y la relación con su fiel Pneuman. Estos son los tres primeros cómics que inician el tomo, un derroche de imaginación con un torrente de ideas y desvaríos geniales con los que son capaces de construir inolvidables historias en muy pocas páginas.

Las siguientes aventuras ya tienen una extensión mayor… Ed Brubaker y Duncan Fegredo llevan a Tom Strong y Tesla hasta unas ruinas precolombinas para enfrentarse al científico loco Morovia, pero todo se complicará cuando el plan del viejo villano transmute la realidad y deje atrapado a nuestros héroes en un mundo imaginario. Agarraos fuerte para la siguiente aventura, escrita nada menos que por Michael Moorcock y dibujada por Jerry Ordway. El afamado escritor creador de Elric y Corum transforma a la familia Strong en piratas que surcan los mares. Los guiños y referencias son constantes y podremos encontrar trasuntos del propio Elric hasta versiones del capitan Silver o Barba Azul.

Steve Moore, Joe Casey y Peter Hogan se encargan de cerrar y atar los últimos cabos sueltos en la saga de los Strong, antes de la llegada de ese gran final que Alan Moore y Chris Sprouse nos regalan en el capítulo final. Todo llega a su conclusión… el reencuentro con viejos amigos y enemigos, las reconciliaciones, el cara a cara con Promethea y el saludar afectuosamente al lector, testigo y compañero, protagonista también, que ha formado parte de la obra.

A nivel artístico se trata de un tomo ciertamente desconcertante, los estilos de dibujo y las maneras de narrar las historias son tan distintos y personales como se espera de los grandes nombres que hemos citado. Esa diferencia no resta valor al conjunto de la obra, porque se trata de grandísimas narraciones con identidad y estilo propio pero que destilan un mismo sabor… en ningún momento se salen del carril marcado por sus creadores originales y la aventura y la fantasía están presentes de manera maravillosa y representativa. Diría incluso que la tremenda diversidad en las historias añade grandeza al universo de Tom Strong. Y si concluimos con esa guinda, con ese capítulo que cierra de manera firme y al tiempo amable, tenemos entre manos una obra irrepetible.

Creo que no lo dije cuando trajimos a esta web los tres tomos de Promethea, pero aprovecho la ocasión para hacerlo ahora. El final es similar, puesto que ambos personajes comparten espacio y tiempo, por eso lo que digo aquí es extrapolable a Promethea… Se trata de un final tan obvio y definitivo que, por un lado no podemos evitar sentir tristeza, pero al mismo tiempo Alan Moore nos hace formar parte de él. Ese reconocimiento y, en parte, agradecimiento… esa vinculación con la obra que nos reconoce como parte de un todo (autor-obra-lector), que nos conecta y nos relaciona… esa extraodinaria y fascinante manera de concebir su trabajo, consigue que el final sea también dulce y asimilemos esta(s) obras como nuestras.

No se trata de un cómic más, se trata de una línea de cómic que marcó la diferencia y que llegaron para demostrar algo que ha sido siempre axioma: Alan Moore está varios niveles por encima del resto.

• Tom Strong. 3. ECC Ediciones
• edición original. Tom Strong núms. 26 al 36. DC Comics
• cartoné. 304 pp. color. 29,50 €